Población de lobos marinos en Cobquecura asciende a más de 2.700

Una población aproximada de 2.700 ejemplares de lobos marinos viven actualmente en el Santuario de la Naturaleza Islote Lobería e Iglesia de Piedra de Cobquecura, según da cuenta el registro elaborado por el grupo de profesionales especialistas en temas marinos de la Universidad de Concepción (UdeC).

De acuerdo a los académicos, que desde el 2008 ejecutan en el ecosistema ñublensino el Programa de Investigación Marina de Excelencia (Pimex) de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, en la última década la colonia de mamíferos se ha mantenido estable, entendiéndose de esta manera que las tareas de conservación que se realizan vienen siendo fructíferas.

Un buen estado de salud poblacional de los lobos y la identificación de nuevos atributos dentro del Santuario, también detectaron los investigadores, lo que les ha dado pie a analizar cómo dotarle al espacio natural de más garantías para su cuidado y desarrollo.

Lo relevante de lo anunciado por el grupo académico recae en que la fauna más representativa de la costa de Ñuble siempre se ha mantenido en constante amenaza, razón por la cual al menos desde los años noventa diversas instituciones regionales y nacionales (como el Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora) están apoyando a la mantención de este espacio natural.

“Los estudios científicos en La Lobería de Cobquecura, que está llevando a cabo el programa Pimex de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción, son muy importantes para una gestión adecuada de este Santuario de la Naturaleza. En estos momentos la abundancia de los lobos se ha mantenido bastante estable en los últimos 10 años con un número aproximado de 2.700 ejemplares”, indica el biólogo marino y Doctor en Ecología y Evolución, Renato Quiñones Bergeret, quien forma parte del programa de investigación de la UdeC.

Rica fauna
El Monumento Nacional local, declarado como tal en 1992, tiene una extensión de cinco kilómetros de costa (norte –sur) y de 500 metros de ancho, medidos de oriente a poniente desde la línea de mareas, lo que permite alcanzar un área total de 250 hectáreas.

En la actualidad, los únicos usos que legalmente hay en la zona monumental son la pesca deportiva de orilla en el sector de la Iglesia de Piedra y el turismo de playa; no obstante, de manera esporádica se advierte la presencia de embarcaciones de pesca artesanal que entran en el área del Santuario a pesar de ser ésta un espacio excluido de pesca.

Aparte de los conocidos residentes de los islotes, conformados por cuatro formaciones rocosas que emergen del mar aproximadamente a unos 50 metros de la orilla de la playa, es una constante ver el desplazamiento de familias enteras de cetáceos por el territorio que comprende el Santuario marino.

De hecho, a fines de octubre pasado un grupo de cinco orcas recibió el mar cobquecurano; los individuos fueron avistados por lugareños y surfistas del sector de Rinconada de Taucú de la comuna costera.

La presencia de los mamíferos en el océano ñublensino se prolongó por dos horas y, según testigos del evento, éstos se mantuvieron a una distancia de aproximadamente 500 metros, pudiéndose distinguir desde algunos puntos de la playa.

Expertas como Susannah Buchan, académica de la Universidad de Concepción (UdeC) y estudiante del Programa de Doctorado en Oceanografía, afirma que el mar de nuestra provincia guardaría una configuración física y oceanográfica que hace que se concentre la comida de los cetáceos, de ahí la respuesta del porqué no es extraña la visita de estos ejemplares.

Según confirma el Pimex, hasta la fecha se han identificado siete especies de cetáceos transitando por las aguas de Ñuble.

Pero la riqueza en fauna no se reduce al espacio marino. Los expertos de la UdeC han llegado a identificar 76 especies de aves revoloteando por la zona.

Según explican desde el programa de investigación marina de la casa de estudios, la presencia de estas especies en el Santuario fundamenta la necesidad de analizar la pertinencia de los límites actuales que guarda el espacio protegido.

Esto, añade el Pimex, ameritaría una evaluación de la ampliación del área, considerando las zonas de tránsito y avistamientos de estas especies presentes en Cobquecura.

El fenómeno de EL niño
La anunciada llegada a las costas del Pacífico del temido Fenómeno de El Niño, es mirada con especial atención por los especialistas de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la UdeC.

Los académicos sostienen que la intensidad con la que se deje sentir en nuestras costas podría vulnerar a nuestra fauna acuática.

“Nos preocupa el evento El Niño que ha comenzado hace un par de meses, ya que puede afectar drásticamente la población de lobos marinos. Esto podría ocurrir por los cambios en la cadena alimentaria del lobo que produce El Niño”, comenta Renato Quiñones Bergeret.

Por su parte el decano de la facultad, Marcus Sobarzo, recalca que aparte de analizar las condiciones en que se encuentran viviendo la fauna, las investigaciones propias del proyecto que se aplica también han entregado datos relevantes como por ejemplo haber logrado medir el impacto del terremoto del 27 de febrero del 2010 en esta lobería.

“Hoy también estamos analizando cómo afectará a La Lobería el fenómeno de El Niño que se acerca a nuestras costas”, precisa Marcus Sobarzo.

Exposición
Buscando sensibilizar a la comunidad sobre el impacto negativo que sufre el patrimonio natural a consecuencia de la desinformación en los turistas los que, por ejemplo, acostumbran a subirse a las rocas para sacarse fotos cerca de los lobos provocando estampidas que ocasionan la muerte de crías recién nacidas por el peso de los machos, la Facultad de Ciencias Natutales y Oceanográficas de la UdeC está presentando una muestra fotográfica y charlas informativas sobre el Santuario ñublensino.

El evento fue inaugurado el jueves pasado en la Biblioteca Viva del Mall Plaza del Trébol de Concepción y se extenderá hasta el próximo domingo 27 de septiembre.

La muestra fotográfica de cerca de 40 fotos, muestran el proyecto que se desarrolla en Cobquecura y que se encuentra a cargo del Pimex desde el 2008 hasta la fecha.

Marcus Sobarzo enfatiza que la investigación que se desarrolla sobre el lobo de mar permite demostrar la capacidad de los Biólogos Marinos de la UdeC no solo en temas de muestreo y ciencias, sino que además, aplicando estas en el compromiso con la conservación de especies vulnerables.

“Muchas de estas tareas son realizadas no como un trabajo, sino como una vocación de vida. El amor a la biodiversidad y como se expresa en un territorio vecino como Cobquecura terminó por ponernos en una situación única de cercanía con la comunidad del lugar, que reconoció en nosotros una preocupación genuina y científica. Con datos útiles para conocer más sobre el lobo marino, pudimos trabajar con ellos, su municipalidad, ONGs y voluntarios, en proteger La Lobería que es un patrimonio vivo y propio de la región y del país”, indicó.

Asimismo, mencionó que la difusión del trabajo del Pimex tiene por objetivo el mostrar la riqueza de la Flora y Fauna Chilena y la importancia de su conservación, destacando éste como Patrimonio Vivo.

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