Proyecto minero en Tierra Amarilla provoca bajada del Río Copiapó

Las empresas mineras en Chile siguen haciendo y deshaciendo a su antojo sin pararse a mirar las graves consecuencias que el deficiente manejo de la actividad puede acarrear para el medio ambiente y los ciudadanos del país, lo que sin duda deviene de la debilidad de las penas que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) aplica por ello, especialmente teniendo en cuenta los enormes beneficios que la labor reporta.

Ahora es la Compañía Contractual Minera Candelaria (CCMC), titular del proyecto de mismo nombre en Tierra Amarilla (Atacama) y propiedad de la canadiense Ludin Mining, la que se enfrenta a una multa de $44 millones -de acuerdo a lo consignado por el diario La Tercera y si no presenta un Plan de Cumplimiento en 10 días- tras la detección de 7 incumplimientos de carácter leve y 9 graves.

Entre las infracciones imputadas a CCMC, se encuentra el incumplimiento grave de las medidas de riego para evitar dispersión de material particulado; disponer residuos líquidos en forma no autorizada en la zona de playa; incumplimiento de compromisos de mantenimiento de la estructura vial; construcción del acueducto Chamonate-Candelaria y la línea de transmisión eléctrica, siguiendo un trazado distinto al autorizado.

La infracción más relevante detectada en las fiscalizaciones se refleja en el incumplimiento del compromiso de rebajar los consumos de agua fresca, en virtud de la creciente recirculación de aguas provenientes del depósito de relaves y de la inserción de aguas tratadas y desalinizadas al sistema, causando un importante detrimento en la disponibilidad de las aguas subterráneas del acuífero del Río Copiapó. Esta infracción fue clasificada como grave.

Como medida provisional, la SMA estableció el cese de la extracción de aguas subterráneas, en el marco de la misma operación y respecto de sus entregas de agua a otras faenas mineras, como Minosal y CMP.