Una crónica desde Valparaíso

Puerto precario: Caleta Portales, sus pescadores y las destructivas marejadas

Ajenos a lo sucedido el domingo pasado, las familias porteñas, turistas y ávidos compradores transitan entre los botes y aparejos de pesca. No se percatan que la arena, piedras y escombros en el suelo son el resultado de las fuertes marejadas del fin de semana. Menos saben que el próximo jueves 2 de febrero será el más intenso y se prevé potenciales daños a la infraestructura costera producto de éstas y de una fuerte rompiente en el borde costero.

Por Gabriel Muñoz

01/02/2017

Publicado en

Chile / Crónica / Medio Ambiente / Portada

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camilosestoUn cerdo camina junto a su dueño por la Caleta Portales de Valparaíso, amarrado con una cinta verde, igual que un perro. La gente pasa a su lado, sacan fotos, se ríen e incluso se acercan a tocar al animal. Camilo Sesto tiene un mes, es la nueva mascota de Max y esperan traiga la bendición frente a las nuevas inclemencias anunciadas por la capitanía del puerto.

Son casi las 2 de la tarde y desde muy temprano Pedro Flores está limpiando con rapidez y destreza decenas de pescadas frescas. “Hay que aprovechar de trabajar harto estos días”, afirma. Menos mal que el dueño del puesto lo dejó ocupar el nº 7 ya que el suyo y otros 20 más fueron destruidos el fin de semana por olas de casi cuatro metros, que reventaban sobre la caleta y arrasaron con todo a su paso.

“Esperemos que la directiva se mueva rápido, porque nosotros pagamos por los puestos. Necesitamos nuestro lugar para trabajar, ojalá no tan a la orilla de la playa ya que no es la primera vez que el mar arrasa con todo”, cuenta con resignación y sin dejar de pasar el afilado cuchillo por los inertes cuerpos de los habitantes marinos.

trenHace dos años, en agosto, las olas llegaron hasta la Avenida España, destruyendo asientos y juegos en la costanera y dejando inutilizada la vía férrea que conecta Valparaíso con Viña del Mar, Quilpué, Limache y Villa Alemana.

Mientras vende jureles, reinetas, sierras, congrios y salmón, Bárbara Tapia (conocida como «La reineta flaca», por el Facebook donde promociona sus frescos productos) cuenta que “los puestos de los limpiadores se desarmaron casi todos. Las olas llegaban con fuerza, arrastrando piedras, rocas. Fue bien fuerte la marejada. 45 personas quedaron sin donde trabajar y ahora tienen que acomodarse por aquí nada más, hasta que salga algún proyecto o alguien se ponga y lo arregle”, afirma.

reine“La reineta flaca” explica que la mayoría de sus productos vienen de la octava región, la zona roja en estos momentos, por lo que “sólo cuando el viento cesa, los pescadores que no perdieron sus casas pueden salir a trabajar». «Los precios suben porque además de la escasez, existe una gran demanda de productos desde el norte, debido a la avalancha de turistas”, apunta. Mientras, una batalla campal se libra entre las gaviotas y los lobos marinos, que se pelean los restos de pescados que les son lanzados sobre las rocas que debiesen servir de barrera para las olas que aún amenazan con entrar.

gviotasLas marejadas anormales son resultado de un fuerte viento en alta mar. Esta condición se mantendrá hasta el viernes 3 de febrero, informa una pizarra en la caleta. Es decir, el aumento del oleaje ingresará al interior de las bahías, alcanzando su mayor desarrollo en las respectivas horas de pleamar. Con mucho cuidado tendrán que trabajar “El peluquita”, “Don fata”, “Capitán vitrola” y “Abuelito Manuel”, parte de las 37 embarcaciones que ese día serán inspeccionadas para permitirles capturar productos que tendrán como destino a la Unión Europea.

caletaSeguramente, de nuevo se cerrará la Avenida Perú en Viña del Mar. Los limpiadores de pescado de Caleta Portales tendrán que buscar algún lugar lejos de la orilla para continuar con sus labores. Los turistas tendrán que obedecer las alertas entregadas por los parlantes. De lo contrario, corren graves riesgos, como el que enfrentó el argentino de avanzada edad que por permanecer muy cerca de la orilla, tropezó al huir de una ola y se fracturó la cadera.

¿Y las autoridades? Según los locatarios, parece están de vacaciones. Nadie se ha acercado a la Caleta Portales para evaluar los daños o hacerse cargo de los escombros del paseo Wheelwright, a las faldas del cerro Barón. Sólo la policía de civil anda en la zona, sacando partes por fumar marihuana o beber en la vía pública. Un infractor alega que seguramente están para resguardar a los cientos de voluntarios de “Techo” que tomaron al muelle como punto de reunión para subir a los cerros y levantar mediaguas. Quien sabe. Por el momento, el puerto de Valparaíso sigue en pie pero en un equilibrio precario.

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