21 mil reptiles mueren electrocutados

Uso de cercas eléctricas pone en riesgo la vida silvestre en Sudáfrica

Trampas de cables detonadores, vallas eléctricas y cables de alta tensión son los mecanismos que ponen en riesgo la supervivencia

Por Luz Marina Delgado

06/01/2019

Publicado en

Medio Ambiente

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Los cercados eléctricos que en algunos países como Sudáfrica son utilizados para rodear granjas, reservas y parques nacionales están teniendo un efecto secundario involuntario pero letal, debido a que con frecuencia matan a animales pequeños, en particular aves y reptiles, que en muchos casos se encuentran en peligro de extinción.

De acuerdo con un estudio reciente, unos veintiún mil reptiles mueren cada año electrocutados en ese país de África Austral. Las trampas de cables detonadores son las responsables, ya que se encuentran a 15 centímetros del suelo y están diseñadas para enviar una descarga eléctrica que ahuyenta a los leones hambrientos y a los cerdos salvajes que destruyen los cultivos y atacan el ganado.

No obstante, no todas las criaturas reaccionan huyendo. En el caso de las tortugas, cuando hacen contacto con estos mecanismos, lejos de retroceder se ocultan en sus caparazones. Mientras que otras especies como, los pangolines, se defienden enroscándose en el cable como una bola. Es así, como los animales al quedarse quietos y no reaccionan reciben las descargas eléctricas hasta que sus corazones no lo soportan más, y dejan de latir.

La electrocución amenaza para la vida silvestre que crece vertiginosamente

Foto: Web

Falta conciencia

Aunque la intención de las cercas eléctricas no es dañar a los animales pequeños sino proteger la ganadería, su uso produce efectos no deseados para otras especies.

A juicio de Luke Arnot, cirujano veterinario y profesor en la Universidad de Pretoria, se debe considerar las muertes de las tortugas por las vallas eléctricas como un problema igual o más grave que las que perecen a manos de la caza ilegal y los incendios forestales.

“Los granjeros caminan a lo largo de la cerca y encuentran seis u ocho tortugas muertas en un tramo de 100 metros”, explicó citado por  The New York Time.

La electrocución amenaza para la vida silvestre que crece vertiginosamente

Foto: Web

Arnot, intenta alertar por medio de artículos publicados en revistas de agricultura y ganadería sobre esta situación,  y plantea soluciones prácticas y económicas  para la instalación de las trampas, teniendo conciencia sobre la existencia de estos animales.

Los remedios que sugiere son simples: por ejemplo, levantar los cables detonadores para que estén más despegados del suelo o activar la corriente solo durante la noche, cuando merodean los depredadores.

“Estas cercas tienen la capacidad de diezmar poblaciones enteras y lo están haciendo”, afirmó Arnot. Pero la amenaza que estas representan para la vida silvestre “aún no les interesa a muchas personas”, explicó.

La amenaza no es solo en Sudáfrica

Sudáfrica no es el único país donde se presenta este problema, ni tampoco son las cercas, los únicos mecanismos responsables de las muertes. En países pobres, la instalación de manera aleatoria de cables de alta tensión, hace que cada vez sea mayor el número de animales electrocutados. Las aves son las principales víctimas ya que su choque con ellos a menudo resulta ser mortal.

“Hay estudios de todo el mundo que documentan este problema”, señaló Scott Loss, ecólogo en la Universidad del Estado de Oklahoma.

La electrocución afecta a una amplia variedad de especies; para algunas, es tan común que pone en peligro su supervivencia. En los países localizados al sur de África, se considera la electrocución como una de las principales amenazas para los buitres del Cabo, que están en vías de extinción, y para los buitres dorsiblancos, que están en grave peligro de desaparecer.

La electrocución amenaza para la vida silvestre que crece vertiginosamente

Foto: EFE/Iñigo Fajardo

Mientras que en Asia central, casi cuatro mil halcones sacres, en peligro de extinción, mueren electrocutados cada año.

Aunque Loss y sus colegas aún no están seguros de cuán grande es la amenaza que constituye la electrocución para muchas de las especies afectadas, calculan que decenas de millones de aves mueren al año por los cables de alta tensión.

Simon Thomsett, ornitólogo y fiduciario del Fondo para las Aves Rapaces de Kenia señala que en áreas más silvestres es especialmente difícil hacer cálculos precisos, pues los animales carroñeros son veloces para olfatear los cadáveres caídos.

“En las áreas silvestres de Kenia, las hienas y otros animales marcan caminos hacia los cables de alta tensión para llegar a las aves muertas”, planteó.

La electrocución amenaza para la vida silvestre que crece vertiginosamenteThomsett destacó que los animales electrocutados no necesariamente mueren de inmediato y señaló que  “las aves pueden recibir la descarga eléctrica”, y luego volar cientos de kilómetros, para después morir una o dos semanas más tarde cuando sus extremidades heridas se atrofian y se necrosan.

“Esto hace que sea imposible revisar debajo de los cables de electricidad para cuantificar el número de muertes, pero considero que esta es una amenaza en aumento y que la mayoría de los conservacionistas, celadores y gestores de conservación de la vida silvestre la subestiman demasiado”, dijo.

Los grandes también peligran

En el transcurso de doce años, más de cien elefantes asiáticos, en peligro de extinción, murieron electrocutados en Odisha, India, principalmente debido al contacto con cables de alta tensión. En muchos otros países, jirafas, elefantes africanos, leopardos, búfalos cafres y rinocerontes blancos han sufrido el mismo destino.

En Asia, África y Latinoamérica, los primates son víctimas frecuentes, al menos treinta especies y subespecies, la mitad de las cuales están en riesgo de extinción, se ven afectadas por las descargas eléctricas.

“Este es un problema generalizado, pero del cual se informa y se estudia muy poco, así que podría haber más especies afectadas”, comentó Lydia Katsis, quien se graduó recientemente de la Escuela Bristol de Medicina Veterinaria en el Reino Unido.

La electrocución amenaza para la vida silvestre que crece vertiginosamente

Foto: Web

En julio, Katsis publicó una investigación en el International Journal of Primatology que identificaba los puntos importantes de electrocución para cinco especies de primates en Diani Beach, Kenia. La electrocución representa hasta un 20 por ciento de las muertes de primates y de los casos de lesiones que se reportan a Colobus Conservation, un grupo sin fines de lucro con sede en esa región.

En general, los primates que reciben una descarga eléctrica mueren de inmediato o por el impacto de la caída, pero si sobreviven al choque inicial, es probable que luego perezcan debido a infecciones derivadas de “lesiones espantosas” provocadas por la descarga, afirmó Katsis.

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Costo económico

Los animales que entran en contacto con los cables de alta tensión, o cualquier otra infraestructura eléctrica, pueden generar un gasto económico importante. En 2016, por ejemplo, en Kenia un mono de Vervet provocó un apagón en todo el país luego de tropezar con un transformador, lo cual dejó sin electricidad a casi 4,7 millones de hogares y negocios.

“Los animales han causado apagones, interrupciones y daños a la infraestructura que ascienden a miles de millones de dólares”, sentenció Constant Hoogstad, gerente sénior de asociaciones industriales en el Endangered Wildlife Trust, una organización de conservación sin fines de lucro ubicada en Sudáfrica. “Estimamos que un 60 por ciento de las fallas e interrupciones en las líneas de Sudáfrica tienen que ver con la fauna salvaje”.

Hoogstad y sus colegas trabajan directamente con Eskom, el proveedor de electricidad propiedad del gobierno sudafricano, para llevar a cabo distintas estrategias de mitigación. Tales como; hacer los cables de alta tensión más visibles para las aves, aislar los conductores en las puntas de los postes, y diseñar postes de manera que las aves no puedan entrar en contacto con componentes activos.

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Éxitos y fracasos

Para algunas especies, como la avutarda de Namibia, las intervenciones para reducir las colisiones con los cables de electricidad no han llegado muy lejos. Para otras, como la grulla del paraíso y los flamencos, la mortalidad se ha podido reducir hasta un 90 por ciento o más.

Los investigadores enfocan todos sus esfuerzos para responder por qué estas medidas funcionan para algunas especies y para otras no.

La experiencia de Endangered Wildlife Trust se está reproduciendo en Jordania, Namibia, Tanzania y Australia. En Estados Unidos, el Avian Power Line Interaction Committee, una organización sin fines de lucro cuyos miembros incluyen a más de cincuenta empresas de servicios públicos, también trabaja para reducir las muertes de aves.

Sigue leyendo…

https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/396-elefantes-murieron-en-2018-en-kenia-africa/12/29/

https://www.elciudadano.cl/animal/once-especies-de-primates-en-peligro-de-extincion-en-ecuador/12/23/

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