Senador Navarro: Celulosa Nueva Aldea debe responder por 90% de plantaciones contaminadas

El congresista del Biobío aseveró que “es deber del gobierno, del Ministerio del Medio Ambiente y servicios públicos la fiscalización del cumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental de la empresa”

Por Director

05/06/2013

Publicado en

Medio Ambiente

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  • El congresista del Biobío aseveró que “es deber del gobierno, del Ministerio del Medio Ambiente y servicios públicos la fiscalización del cumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental de la empresa”.
  • Y comentó que “esta problemática era predecible. Celulosa Nueva Aldea debe actuar de inmediato para corregir las causas que provocan estos daños y responder a los agricultores”.

Desde el paso nivel cercano a la Celulosa Nueva Aldea de Ránquil hasta la entrada de la planta marchará 

una columna de agricultores, quienes respaldados por el senador Alejandro Navarro manifestarán su indignación contra la empresa “por sufrir un desamparo inaceptable. Son principalmente tomateros que desde hace 15 años desarrollan su actividad y que desde hace 3 han ido viendo cómo sus plantaciones son contaminadas. Este año la crisis es de un 90% de pérdida de la cosecha, lo que ha dejado en la calle a los agricultores de localidades como Santa Cruz, Quinchamalí, Quillón, Peña Blanca y Ñipas”, sostuvo el presidente del MAS.

 

Navarro agregó que “en un comienzo, cuando Celulosa Arauco, cuya inversión total fue de US$ 1.400 millones, puso en marcha su planta de celulosa del complejo Nueva Aldea en Ránquil, los agricultores se percataron que por más que cuidaban sus plantaciones con
fumigaciones mínimas, éstas no daban resultado. Y fue en enero de este año que entre el 80 y 90%, en un radio de 5 kilómetros de la planta, y producto de la lluvia ácida, que sus campos de plantaciones fueron contaminados e inservibles; mientras que las plantaciones en invernaderos no percibían daño alguno”.

El legislador del Biobío señaló estar preocupado “por la pérdida de temporada que ha perjudicado a los agricultores y que se avalúa entre 15

a 20 millones de pesos en promedio, imposibilitando pagar las deudas pendientes. Asimismo, los graves testimonios de aumento de enfermedades estomacales por la presunta contaminación a fuentes de agua de la zona”.

 

Tratativas infértiles

 

“A principio de año, -informó el Senador-, cuando los agricultores se percataron que por más que cuidaban las plantaciones no tenían mejoría, estos tomaron contacto con la celulosa, quienes en terreno cercioraron el efecto. El subgerente de Asunto Públicos de la Celulosa Nueva Aldea, Guillermo Mendoza habló con ellos y se comprometió a solucionar el problema, puesto que incluso la huerta demostrativa de tomates y plantas que manejan dentro de la Celulosa también sufrieron efectos nocivos”.

Así como se lo indicaron al parlamentario, “los agricultores, el seremi de Agricultura, José Rebolledo y concejales entablaron una mesa de diálogo. De allí nació el compromiso de la empresa de llevar adelante un estudio respectivo a la lluvia ácida, metales pesados y bacteriológicos”.

“Sin embargo, -continuó Navarro-, tras una reunión en la que participó el SAG, el único informe fue el de exámenes bacteriológicos, que determinó que por el cambio climático y por hongos eran los factores que afectaban los tomates, información que estimamos debe ser triangulada con los otros estudios pendientes. Estudios que, hasta ahora el gobierno ha manifestado que no hay recursos para desarrollarlos. Cuestión que, por lo tanto, fue derivada a la Seremi de Medio Ambiente, Marianne Hermanns, quien indicó que sería la empresa la encargada de concretar los estudios pendientes. Hasta hoy, de eso, nada. La empresa, por medio de su subgerente Mendoza, guarda silencio”.

El líder del MAS sostuvo que “los agricultores requieren de ese estudio de lluvia ácida y metales pesados. A su vez, de una huerta demostrativa cerca de la Celulosa para tener la certidumbre de que se podrá volver a plantar el próximo año”.

De acuerdo a Navarro, “Arauco tiene la obligación de de trabajar con la comunidad y compensar los daños que por su funcionamiento perjudican a sus vecinos. Y en ese plano no han cumplido. Dar trabajo a la gente y una que otra regalía no es trabajar en conjunto, cuando paralelamente los malos olores son de cada día. Hay que identificar el origen del problema, hacer un análisis de suelo. Las áreas verdes que se han ido secando dan cuenta que es hora de actuar ya”.

“Fallo contra Enap podría

repetirse con Celulosa Nueva Aldea”

El presidente del MAS, recordó: “Tras un proceso judicial que apoyamos y que la Corte de Apelaciones de Concepción, según rola a fojas 168 y siguientes del 30 de octubre del año pasado, sostuvo que Enap Biobío ‘fue la culpable de que familias hualpeninas sufrieran fuertes malestares  gástricos, reacciones alérgicas en la piel y dolores de cabeza, llevando incluso a suspender las clases de las  escuelas Lucila Godoy, República del Perú y del Centro Educacional Interactivo de Adultos’”.

“En aquella sentencia, -afirmó Navarro- la empresa contaminante fue condenada a cancelar dos multas que aunque intentaron revertir judicialmente, igualmente se mantuvieron: una por 800 UTM y la otra  por 500 UTM, junto con adoptar medidas para terminar con los malos olores”.

Es por ello que el senador Alejandro Navarro llamó al gobierno a “desplegar de inmediato un equipo profesional de médicos y ambientalistas que evalúen efectivamente las denuncias de los agricultores. El gobierno, a través del Ministerio del Medio Ambiente y los servicios públicos deben fiscalizar a la empresa y corroborar si respetan el Estudio de Impacto Ambiental. Y si es necesario paralizar el funcionamiento de la Celulosa para cumplir con el derecho constitucional de vivir en un ambiente libre de contaminación, pues así será”, concluyó Navarro.

EL Ciudadano

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