Sigue la cruzada para salvar el Río Ñuble

La organización ambientalista «Ñuble Libre» sigue en la cruzada para evitar la ejecución de la iniciativa hidroeléctrica HidroÑuble, propiedad de HidroÑuble Spa (filial de Elétrica Puntilla), que acabaría con el entorno natural de la comuna de San Fabián de Alico (Bío Bío) y con una de las últimas cuencas de la región con poca intervención forestal y «un potencial incalculable para el desarrollo humano y cultural ambientalmente sostenible», sostienen sus detractores.

Esta semana Ñuble Libre procedió a ingresar en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) 4 nuevas denuncias que se unen a las ya ingresadas con anterioridad por el Movimiento Social en Defensa del Río Ñuble ante la Superintendencia de Medio Ambiente, las que todavía no han recibido ningún tipo de respuesta.

Entre las irregularidades denunciadas en este ocasión, Juan Rosselot, vocero del movimiento, se refirió en primer lugar a la no habilitación de la ruta N-31 previo al inicio de obras; “Comenzaron a pasar camiones con máquinas de hasta 80 toneladas, por puentes de madera con señalética de 6”, afirmó.

La segunda denuncia plantea que a pesar de la paralización de obras que decretó la dirección de Obras de la Municipalidad de San Fabián ante la ausencia de permisos de edificación, la empresa seguiría trabajando.

En tanto, las dos restantes se refieren en primer lugar a la tala ilegal de bosque nativo, situación reconocida por la empresa, que sostuvo, en declaraciones recogidas por el medio La Discusión,  que se cometió un error «y se cortaron especies en una zona de 0,2 hectáreas, situación que fue notificada a los organismos pertinentes y asumiremos las multas o sanciones que correspondan”. La última corresponde a una presunta desactualización de la RCA en cuanto a riesgo volcánico se refiere.

La empresa respondió escuetamente a las denuncias realizadas por el movimiento en declaraciones recogidas por Crónica Chillán, asegurando, con respecto a la no habilitación de la ruta, que «la reparación de la misma comenzó una vez que se obtuvieron las autorizaciones y se firmó el convenio respectivo con la Dirección Regional de Vialidad».

En tanto, en la misma tribuna, Rosselot aseguró que «esta semana daremos fin al ingreso de la segunda batería de acciones legales, las que tienen un plazo de 60 días para ser respuestas por la SMA. Hoy ya nos encontramos diseñando la tercera batería. Este proyecto lo vamos a bajar, y bastante responsabilidad la tiene la misma empresa», agregó.

Los opositores ya han anunciado en reiteradas ocasiones que no descansarán hasta lograr apartar de su territorio la amenaza que supone la iniciativa, que pretende la instalación de una bocatoma en el sector El Caracol, donde se desviará el cauce del Ñuble a lo largo de un tramo de 20 km, afectando de manera directa el desarrollo natural y por ende turístico de la región.

Gobierno irresponsable

El Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja, amenazado no sólo por la hidroeléctrica, también por el proyecto embalse Punilla (Vea link más abajo) fue declarado en 2011, a petición del Estado chileno, Reserva de la Biósfera por la UNESCO.

Según el propio Ministerio de Medio Ambiente en declaraciones realizadas el 11 de mayo de 2012 respecto a las consecuencias de que un territorio sea declarado tal,  «Si bien no incorpora nuevas normas en el uso del territorio, implica un compromiso del Estado de Chile en términos de darle un uso sustentable al territorio, procurando el desarrollo de las comunidades locales a través de intervenciones que protejan los recursos ambientales existentes, en particular aquellos que le dan sustento a su biodiversidad característica.”

¿Dónde está ese compromiso?

Más: La otra amenaza del Ñuble: El embalse Punilla 

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