La autoridad católica en Puebla, sin postura ante contaminación en los ríos

Arquidiócesis de Puebla guarda silencio ante el ecocidio del río Atoyac, pese a carta del Papa sobre el medio ambiente

La reciente Encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común del Papa Francisco parece representar una insospechada reconciliación de la Iglesia Católica con la ciencia

La Arquidiócesis de Puebla guarda silencio ante la emergencia ambiental que envuelve a los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes, los cuales se han convertido en los desagües de las aguas negras de cuatro de los cinturones industriales más importantes del país, ubicados en Puebla y Tlaxcala, donde se han encontrado compuestos y elementos carcinogénicos para el humano, de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Además, de su potencial mutagénico y efectos teratogénicos a pobladores.

Luego de largo tiempo de espera, fue negada a este medio la petición de entrevista al arzobispo o vocero de la iglesia, en el marco del incumplimiento de la Recomendación 10 /2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que solicitaba a autoridades el urgente saneamiento de la cuenca del Atoyac para garantizar el acceso al derecho humano de tener un medio ambiente sano.

“Estamos buscando a alguien de la iglesia experto en el tema”

“Ahora están en varios asuntos y el vocero no me responde”

“Por el momento no es posible”

Encargada de prensa
Arquidiócesis de Puebla

Las otras posturas

El silencio la arquidiócesis contrasta con otros sectores de la Iglesia Católica, como el Centro Fray Julián Garcés, respaldada por la eclesiástica Misereor, que lleva más de 20 años denunciando la dramática destrucción del medio ambiente en la región y de la Universidad Iberoamericana del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), que pertenece a la Red de Universidades adscritas a la Compañía de Jesús en México.

El doctor Jesús Alejandro Ortiz Cotte, coordinador del Área de Servicio Social y especialista en la Teología de la Liberación, reflexiona el tema de la emergencia ambiental del Atoyac a la luz de la Carta Encíclica Laudato Si‘. Sobre el Cuidado de la Casa Común, publicada el 24 de mayo de 2015 por el Papa Francisco. Es un texto guía de su pontificado, ya que en él propone un modelo de ecología integral.

Laudato Si’, encíclica anti-sistema

El académico sostiene que más que ser un documento religioso, Laudato Si‘, es una encíclica antisistema; una crítica dura, radical y directa al modelo de desarrollo capitalista, de las políticas neoliberales y de sus características estructuralmente perversas del modelo de producción y consumo.

Explicó que la Encíclica obliga a la corrección a la mala lectura del Génesis en la que se describe que al ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas en una actitud “depredadora”.

El especialista en Teología de la Liberación también sostiene sobre esta lectura: “La mala traducción del hebreo al griego enmascara la idea central que más que dominar es un mandato a ‘servir’ a la tierra, a ser sus ‘cuidadores'».

Para Ortiz Cotte, uno de los conceptos revolucionarios que trae la encíclica es la idea del “Cuidado de la Casa Común” y el concepto “yo-soy el otro”. “Esto es que si yo quemo parte de mi casa, el daño me alcanza. Señala de manera puntual que el capitalismo es suicida. Si seguimos así, hay autodestrucción, podamos la rama en la que estamos sentados y nos vamos a caer. Los costos son altísimos, cada vez hay menos tiempo para hacer reversible los daños, por eso la urgencia y exigencia. La contaminación no sólo afecta a las víctimas del Atoyac, aunque tenga mucho dinero a la larga seré también afectado”.

Impacto de la Encíclica Laudato Si’

En la descripción del académico, la Encíclica Laudato Si’, del Papa no sólo es un texto poético que retoma al santo San Francisco de Asis, también integra las discusiones científicas y las reflexiones de especialistas del clima, filósofos, teólogos y organizaciones sociales; por lo que no sólo tiene impacto en personas católicas o religiosas, sino en organizaciones ecológicas, intelectuales, en la ONU, el impacto fue tremendamente social.

El especialista aseguró que la propia UIA hace eco de las ideas claves de la encíclica, como la de la “ecología integral” e insistió que todos los días se aterriza la encíclica en la práctica, no sólo para hacer un manejo sostenible del campus, sino para cambiar contenidos de los programas y proyectos de investigación.

“Las universidades jesuitas se han tomado muy enserio este tema. En la UIA Puebla cómo en las otras sedes universitarias, el tema ecológico es un tema transversal. Laudato Si’ tuvo una irradiación incontenible”

Jesús Alejandro Ortiz Cotte
Coordinador del Área de Servicio Social y especialista en la Teología de la Liberación

Hay una iglesia activa

De manera general, Ortiz Cotte, refirió que las cúpulas viven bajo una dinámica capitalista; sin embargo, reconoció que existe una iglesia activa, “hay miembros de la iglesia que luchan contra corriente”, precisó.

Señaló la existencia del Consejo Episcopal Latinoamericano – Celam, en el que el tema ecológico es parte fundamental, incluso hay pronunciamientos contra del extractivismo.

“Justo ése es el tema, recuperar los oasis naturales. No se trata de sólo limpiar el agua de los afluentes, sino a que no haya más Atoyacs en el mundo”

Jesús Alejandro Ortiz Cotte
Coordinador del Área de Servicio Social y especialista en la Teología de la Liberación

Contaminación y privatización del agua, un crimen

Intelectuales y ecologistas de la talla de Leonardo Boff, la Encíclica también es considerada una crítica radical a la irresponsabilidad de los “responsables; es decir, las élites dominantes, las oligarquías interesadas en la conservación del sistema, en relación a la crisis ecológica. Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas, tratando sólo de reducir algunos impactos negativos del cambio climático. Pero muchos síntomas indican que esos efectos podrán ser cada vez peores si continuamos con los actuales modelos de producción y de consumo”.

Laudato Sí, refiere al respecto del agua “un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil…”.

Más referencias:

“…Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares…”

«…Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable.

«Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad….”

“…Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo…”

Laudato Si’
Encíclica

Foto: Humberto Aguirre

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