Ruido por obras en Centro poblano resuena en salud física y mental

Los trabajos del Ayuntamiento de Puebla llevan tres meses superando los decibelios recomendados por la OMS

La contaminación auditiva generada por maquinaria y herramienta empleadas en la rehabilitación de las calles del Centro Histórico de Puebla ha afectado la salud física y emocional de vecinos, visitantes y comerciantes de negocios establecidos, quienes están expuestos hasta por 12 horas al ruido.

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Durante la mayor parte del día, operan dos excavadoras, en la avenida 16 de Septiembre del Centro Histórico, las cuales trituran el pavimento y luego amontonan los escombros, mientras los trabajadores utilizan aplanadoras, taladros, pulidoras, entre otros materiales que en su conjunto producen ruido de manera continúa.

Empleados de comercios de la zona, como Luis, quien labora en Almacenes Rodríguez, reconoció que ha comenzado a experimentar dolores de cabeza debido al ruido producido por las obras viales porque ofrece los productos a los transeúntes en la vía pública.

Junto con otros compañeros rola los turnos para estar afuera del establecimiento, pero refirió que ahora nadie quiere tomar la mencionada tarea por la exposición a la contaminación auditiva y el polvo generado por las obras.

José también señaló que han disminuido las comisiones por ventas, porque es probable que cuando la gente pasa por el negocio no escucha lo que anuncian.

Por otra parte, Edgardo, trabajador de la taquería El Asador, relató que de por sí es alérgico al polvo, por lo que no ha dejado de usar cubrebocas tras el paso de la pandemia, sin embargo, con las obras ahora se le irritan los ojos.

Si bien consideró que la problemática es temporal y después habrá un beneficio general, reconoció que a mucha gente sí le molesta la situación y por eso ha reducido la clientela considerablemente.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nivel de ruido recomendado para garantizar una buena salud y bienestar es de 65 decibelios (dB); si la exposición es superior a 85 dB, hay riesgo de pérdida auditiva crónica.

El ruido aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce insomnio, genera estrés y problemas psicológicos; también, dificulta el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención y concentración e incluso la memoria y la motivación.

De acuerdo con estos estándares, una persona sólo debe estar expuesta hasta 85 decibelios(dB) por 8 horas, 91 por 2 horas y 100 decibelios por 15 minutos, para no ver afectada su salud auditiva y emocional.

Es decir, las máquinas empleadas en las obras del Centro Histórico superan en conjunto más de 100 decibelios.

¿Quién regula la contaminación auditiva?

De acuerdo con la Ley de la Atención y Prevención de la Contaminación Visual y Auditiva del Estado, la Secretaría de Medio Ambiente es la autoridad encargada de regular la emisión de ruido, mediante recorridos de supervisión.

No obstante, la misma ley exime de la regulación aquellas obras públicas que sean urgentes o que requieran de maquinaria especial para su realización.

“La Secretaría podrá excusar de la precedente obligación o modificar los límites en las obras de declarada urgencia y en aquellas otras cuya demora en su realización pudiera comportar peligro de hundimiento, corrimiento, inundación, explosión o riesgos de naturaleza análoga. En estos casos, atendidas las circunstancias concurrentes, podrá autorizar el empleo de maquinaria y la realización de operaciones que conlleven una emisión de nivel sonoro superior al permitido en la zona de que se trate, condicionado su uso y realización al horario de trabajo establecido”

Artículo 47 de la Ley de la Atención y Prevención de la Contaminación Visual y Auditiva del Estado
Creada en 2022 por el Congreso de Puebla

La calle 16 de Septiembre, una de las más importantes del primer cuadro de la ciudad, lleva tres meses con maquinaria, zanjas, montones de tierra y piedra, así como con decenas de trabajadores de la construcción que laboran únicamente en el día.

Los trabajos comenzaron en la 17 Oriente-Poniente y actualmente se extienden hasta la avenida Juan de Palafox y Mendoza, por lo que cientos de personas a diario deben transitar solo por las aceras, con las complicaciones que implica caminar a prisa mientras se esquiva a la gente.

De acuerdo con el Ayuntamiento de Puebla, la rehabilitación de esa vialidad y otras calles debe concluir este octubre, luego de reconocer que existe un retraso por parte de las cuatro empresas contratadas para las obras.

Ilustración de portada: Iván Rojas

Fotos: Agencia Enfoque

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