Tren Turístico Puebla-Cholula, 2017-2021

Un tranvía llamado fracaso

Si la vida de un tren, cualquier que sea su uso, dura menos de cinco años, algo estuvo mal desde su concepción hasta su puesta en marcha; el Tren Turístico Puebla-Cholula es ejemplo de que la falta de planeación puede costar al erario mil 571 millones de pesos no reembolsables

Texto: Alexis Lira Reyes/Fotos: Humberto Aguirre

Un par de trabajadores, mochila en mano, se abrazan al término de una de sus últimas jornadas en el Tren Turístico Puebla-Cholula que a una velocidad promedio de 35 kilómetros por hora comenzó su recorrido el 23 de enero de 2017, y llega a su fin el último día de diciembre de 2021.

A través de los cristales de la estación la imagen de los trabajadores huele a despedida, a incertidumbre, y contrasta con el mar de familias que descienden de taxis, de niños que corrían para formarse en la larga fila de la Terminal Puebla, a un costado del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, para alcanzar lugar y disfrutar, la mayoría por primera vez, del antepenúltimo día de corridas del tranvía.

El 23 de diciembre el gobernador Miguel Barbosa Huerta confirmó la suspensión temporal de los viajes para el primer día de enero de 2022, después de que un dictamen técnico concluyera que el proyecto morenovallista no era viable ni en lo económico ni en lo turístico.

Tres días antes de la suspensión, los trabajadores dijeron no saber qué sucederá con los puestos que tienen desde hace casi cinco años y con el cual sostenían económicamente a sus familias.

Para Benjamín, uno de los 12 empleados que se encargan de detener el tráfico cuando pasa el tren, la situación es preocupante. Nada le ha informado sobre su futuro la empresa que lo contrató, Operadora de Ferrocarriles Mercurio (OFM), vinculada a Florencia Serranía Soto, exdirectora del Metro de la Ciudad de México, cuando se derrumbó la Línea 12.

«Hasta ahorita no nos han dado ninguna instrucción. Trabajaremos hasta el 31, pero me siento triste, más que nada porque es mi sustento, a parte del tiempo que llevo trabajando aquí, pero siempre digo que se cierra una puerta y se abre otra»

Eduardo, quien labora como guardia de seguridad las 24 horas desde hace nueve meses, teme que por el cierre del tren su empresa, con sede en Aguascalientes, lo reubique junto con sus siete compañeros, ya sea en dicho estado o en la Ciudad de México.

«Si desaparece el tren, desaparecemos todos. Hay una opción allá en Aguascalientes y en Ciudad de México, pero nadie va a querer irse, yo no lo haré, aquí tengo a toda mi familia, mi esposa y mis hijos (…), a ver si nos vuelven a contratar o buscaré otro trabajo igual de seguridad aquí en Puebla, porque no sé qué vaya a pasar con nosotros»

Tras la noticia de la suspensión del tranvía, los maquinistas temen su por su futuro laboral.

Un recorrido «turístico»

A través de la ventana, como un preludio, con su manita una menor le decía adiós al tren que en una de sus últimas corridas iba atiborrado de personas, en su mayoría poblanos, que aprovecharon el anuncio del cierre para disfrutar por primera y última vez del recorrido.

El viaje, al principio, fue casi en un silencio apenas roto por murmullos de quienes alcanzaron sitio en las ventanillas. Luego, el aburrimiento. Los usuarios fueron despegando su mirada de las ventanas para ver videos en Instagram y Facebook o platicar con sus familiares.

Afuera, unidades habitacionales, espacios áridos y terrenos baldíos. La bocina anunciaba las estaciones intermedias del Mercado Hidalgo y Momoxpan y daba a entender que habría una parada de descanso, sin embargo, el tranvía pasó de largo por ambas estaciones que permanecían inhabilitadas.

Tras media hora de recorrido, cerca de las 9 horas, los primeros turistas llegaron a la terminal de San Pedro Cholula que como la de Puebla los recibía con instalaciones impecables y una leve neblina que bajaba al Pueblo Mágico.

Sin embargo, los puestos y los restaurantes lucían cerrados, y la ciudad toda ofrecía pocas actividades para la gente que deseaba desayunar antes de visitar el Zócalo o subir a la pirámide.

María de Los Ángeles, visitante tlaxcalteca, consideró que al proyecto le hizo falta un mejor trabajo de las autoridades estatales y municipales encargadas del turismo.

«El tren es fabuloso, pero me apena que lo hayan desperdiciado así. Llegamos temprano a Cholula y no hay nada para desayunar, todos los locales esperan abrir en los horarios comerciales, y eso es un problema para gente de edad avanzada, como yo, que no puede caminar mucho para encontrar un lugar para comer. No hay coordinación entre las autoridades municipales»

En general, ese es el panorama que ofrece el recorrido «turístico» del transporte ferroviario.

Desconocen el porqué de la suspensión del tren

Aunque los usuarios entrevistados conocían sobre el cierre y mostraban desde indiferencia, hasta molestia y tristeza, ninguno sabía el porqué se tomó esa decisión que asociaron a un tema político.

«No había tenido la oportunidad de subir. Me parece que la estructura y todo está muy bien, en buenas condiciones, sólo que desconozco por qué ya no es rentable, (…) al enterarnos, aprovechamos para por fin conocerlo»

Felipe
Turista poblano

La difusión, el mantenimiento de la zona del recorrido y la limpieza de las calles fueron aspectos que se descuidaron de este servicio, según opiniones de la gente que también coincidió en que el trayecto no era nada turístico.

«Sobre el cierre, la verdad no sé, quizá fue una cuestión política. De manera turística creo que es muy llamativo, en lo personal no lo usaba porque creo que le faltó difusión y siento nostalgia y un poco de descontento porque creo que la gente no lo valoró. (…), lo que mejoraría sería hacer más atractivas las zonas por donde pasa y haría brigadas de limpieza en los espacios más sucios»

Ana
Abordó por segunda vez el tranvía desde que lo inauguraron

Tres horas son de espera para abordar el siguiente viaje y regresar a Puebla a las 12:20 horas, tiempo justo para que los turistas alcanzaran a desayunar, visitar la Plaza de la Concordia o subir a la pirámide para apreciar el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.

Divergen opiniones de vecinos

Una semana antes de ser inaugurado el Tren Turístico Puebla-Cholula, en enero de 2017, las casas colindantes con los 17.2 kilómetros de vías recibieron mantenimiento en la fachada una sola vez por parte del gobierno estatal. Algunos tramos fueron rehabilitados con áreas verdes y bancas que hoy día lucen descuidadas.

A algunos vecinos de San Pedro Cholula la llegada del tren les permitió cambiar la imagen urbana de la zona: sus casas fueron resanadas y pintadas de colores a elegir, amarillo, verde, azul o rosa

El tren también ayudó a mejorar la zona en cuanto a las luminarias y para mitigar la inseguridad presente, sobre todo por las noches, cerca de la estación de Cholula.

Mas hubo a quienes el tren les resultó un fastidio, como Patricia Guzmán, residente en la colonia Lázaro Cárdenas, en San Andrés Cholula, quien manifestó que uno de los problemas del tranvía fue el ruido que hace a su paso y que afectó a su hija enfermera que trabaja en horario nocturno y tiene que dormir en el día, al igual que a sus perros que son sensibles a los ruidos altos.

“No estoy conforme con el tren, además quitaron los árboles que antes sembrábamos, se llevaron los pinos. Ahora puedes ver a la gente con sus coches que se suben a este espacio que es exclusivo para el tren»

https://youtu.be/yv_PTFcEuDs

Más de 10 mil 600 viajes completados

Además del problema económico, la suspensión del recorrido supone para los trabajadores el fin de una etapa laboral y de convivencia con sus compañeros, como el caso de Carlos, maquinista poblano, quien laboró cinco años completando más de 10 mil 600 viajes, casi 190 mil kilómetros recorridos.

Para llegar a ser conductor del tren tuvo que realizar una capacitación en donde aprendió sobre el funcionamiento de la máquina y los señalamientos, además de la cuestión práctica en una escuela de la Ciudad de México.

«Es difícil manejarlo en un principio, cuando conduces debes de estar atento a todo, conocer las zonas donde hay más tráfico, las pendientes, porque es común que los autos vayan a mucha velocidad y traten de pasarse, o en su caso las personas o los perros»

Carlos
Maquinista poblano

Los primeros dos años fueron complicados porque, recordó, las tarifas iban desde los 30 a los 80 pesos, pero desde 2019, cuando el tren comenzó a ser gratuito, la afluencia aumentó y generó que algunos lo usaran como medio de transporte para llegar a sus trabajos.

Eran comunes las visitas de extranjeros, principalmente alemanes, españoles y estadounidenses, además de los grupos escolares que solicitaban reservaciones de manera gratuita, llegando a entrar hasta 384 personas, que era el límite permitido en los vagones.

De su memoria rescata que condujo el tren en la inauguración, con el expresidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas a bordo.

Como sus demás compañeros, desconoce qué pasará con su empleo, aunque considera buscar trabajo a través del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, al que está afiliado.

En su opinión, el tren siempre fue rentable y considera que pudieron salvarlo, si se hubiera cobrado una tarifa mínima el tiempo en que fue gratuito; también, agrega, faltó la visión de gente ferrocarrilera, “si ves las estaciones, parecen las del metrobús, no son como las de un ferrocarril”.

¿Ya te subiste?, si no, el último recorrido será a las 17:40 horas, partiendo rumbo a la terminal de la 11 Norte.

Un proyecto fallido

El proyecto fue anunciado en julio de 2015 por el gobierno del panista Moreno Valle Rosas, y luego de tres licitaciones lanzadas, en septiembre la empresa Impulsora Tlaxcalteca de Industrias fue la encargada de la construcción. La inauguración fue el 23 de enero de 2017.

La obra también se pensó como alternativa de movilidad: se construyeron tres estaciones intermedias que no llegaron a consolidarse, además, estaba conectada a la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), y con espacios culturales como el Museo Nacional de los Ferrocarriles, con la Zona Arqueológica de Cholula.

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De acuerdo con lo informado por la administración de Barbosa Huerta, el Tren Turístico tuvo una inversión total de mil 571 millones de pesos, una cifra por encima del proyecto original que se planteaba en cerca de mil millones, a lo que se sumaban los costos de operación y mantenimiento que alcanzaban los 4 millones 872 mil pesos mensuales.

Para hacerlo rentable, dijo el director general de Carreteras de Cuota, Juan Carlos Moreno Valle Abdala, se necesita que lo aborden al año un millón 453 mil 117 pasajeros, cifra que no se ha alcanzado desde que inició operaciones en 2017.

Y en estos sus últimos días es cuando más gente decidió darse tiempo de conocerlo, de subirse a él, de asomarse por las ventanillas de un tren cuyo último viaje será a las 17:40 horas del viernes 31 de diciembre, partiendo rumbo a la terminal de la 11 Norte.

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Después, será llevado al hangar de la estación esperando el resultado del estudio que con 700 mil euros realizará la Agencia Francesa de Desarrollo para buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo.

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