Comunidades indígenas reclaman que Corfo ocupó estrategia de división en Consulta Indígena requerida por acuerdo SQM-Codelco

Con protestas concluyó la reciente etapa de la Consulta Indígena desplegada por Corfo para sacramentar el acuerdo que entrega el Salar de Atacama hasta el 2060 a SQM. Organizaciones indígenas reclaman no haber conocido los contratos y la ausencia del potasio en la negociación. Acusan además que Corfo ocupó una estrategia de división de las comunidades lickanantay y que se apura el acuerdo antes que se destape una denuncia que da cuenta de que los pozos del acuífero se están secando.

Comunidades indígenas reclaman que Corfo ocupó estrategia de división en Consulta Indígena requerida por acuerdo SQM-Codelco

Autor: Mauricio Becerra

Justo cuando los funcionarios de la Corporación de Fomento (Corfo) intentaban cerrar el Segundo Plenario de la Consulta Indígena que lleva la institución con las comunidades lickanantay del Salar de Atacama, un grupo de comuneros arremetió con lienzos reclamando que no hubo real participación y se ocupó una estrategia para dividir a los pueblos indígenas.

“Que tengan un muy buen fin de semana”- dijo el subdirector de Contratos Mineros de la Gerencia de Asuntos Estratégicos de Corfo, Leonardo Valenzuela, dando por cerrada la Consulta Indígena, cuando varias personas coparon el escenario de la presentación con lienzos que decían ‘Corfo divide al pueblo lickanantay’ y otros gritaban “el agua no se vende”.

La protesta de las comunidades es para manifestar que sus observaciones y propuestas no fueron consideradas por Corfo. Acusan que se trató de un proceso viciado, faltándose a los principios de buena fe y pleno consentimiento.

También reclaman que el acuerdo entre Codelco y SQM implica la muerte del Salar de Atacama al nivel de explotación actual, debido a que la cuenca del acuífero abastece de agua a todo San Pedro de Atacama.

Si bien Corfo pensaba tener concluida la propuesta a mediados del mes de julio, la inexactitud del monto que pagará Minera Tarar a las comunidades, la no presentación de los contratos y la ausencia del potasio, fertilizante que entrega gran parte de los ingresos de SQM, entre los minerales que entran en el acuerdo, han retrasado el proceso.

El polémico acuerdo entre Codelco y SQM entrega hasta el 2060 el 49,99% de la explotación del Salar de Atacama a la empresa de la familia Ponce Pinochet, reemplazando el actual contrato suscrito con Corfo, que exige la devolución en el año 2030 de las pertenencias mineras que explota en el acuífero atacameño.

También preocupa a las comunidades que el nuevo pacto conlleva un aumento automático de la cuota de extracción de litio de las actuales 165 mil toneladas anuales permitidas -que SQM estaría agotando antes del 2030- a 300 mil tons.

Para llevar a cabo dicho proyecto se requiere el consentimiento de las comunidades indígenas que habitan en la cuenca del Salar de Atacama. Esto se da a través de una Consulta Indígena, mecanismo que es consagrado en el Artículo 6 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), vigente desde el año 2009 en Chile.

UNA CONSULTA A LA RÁPIDA

El proceso de consulta se inició en noviembre del año pasado y el objetivo de Corfo ha sido concretarlo lo más rápido posible. Para el gobierno el consentimiento de las comunidades lickanantay es un obstáculo más del proceso para firmar el acuerdo con SQM, encomendándose a los funcionarios de Corfo tener la aprobación de los dueños del territorio antes de julio, para que el pacto se firmase a más tardar en septiembre de 2025.

La premura por concretar el polémico pacto con SQM determinó que se aplicase como metodología la entrega de información a las comunidades en sucesivas reuniones, las que iban añadiendo las propuestas de los comuneros a medida que avanzaba. En la práctica, se entregaba gran cantidad de información en días previos a los encuentros, la que no alcanzaba a ser analizada en su totalidad y profundidad por parte de los dirigentes lickanantay y sus asesores. Luego, en las reuniones Corfo desplegó la estrategia de mostrar a través de una presentación los pormenores del acuerdo, entendiéndose como consenso el avanzar en dichas presentaciones.

“Nos entregaron un cuaderno de mil hojas y tenemos que leerlo de aquí a un mes”, nos explicó una pobladora de la comunidad de Socaire, al interior de San Pedro de Atacama, que participó en la Consulta.

La propuesta de Corfo divide en tres grupos diferenciados a las 18 comunidades del Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) y otras 22 asociaciones, ya sean de regantes, agricultores o estancieros de las mismas asociaciones territoriales indígenas. Así, un primer grupo está integrado por las comunidades de Toconao, Socaire, Camar, Talabre y Peine, cuyos dirigentes defienden el principio de afectación diferenciada al ser las más próximas a las faenas de extracción de litio en el Salar de Atacama. En un segundo grupo están el resto de comunidades lickanantay del CPA y, en un tercer grupo, a las asociaciones de agricultores, regantes o de pastores.

Hugo Flores, presidente del Consejo de Asociaciones comentó en medio de la protesta de este viernes, que “ha sido fuerte el proceso, con mucha división, con mucha separación de parte de Corfo. Lamentablemente las mayorías no fueron escuchadas”

El dirigente agregó que “no estamos de acuerdo con que la explotación sea hasta el 2060. No puede ser que el contrato se amarre por 35 años, no podemos pensar someter al salar a la muerte, porque eso es lo que va a pasar”.

Lady Sandón, presidenta de la comunidad de Coyo, comentó que “acá hay una diferencia entre disensos y no acuerdos. Y, lamentablemente, la interpretación que se está dando por parte del Estado de Chile es pasar con una máquina por encima de todas las opiniones, sugerencias, recomendaciones y donde no hubo acuerdo”.

El reclamo principal, por lo que la comunidad de Coyo interpuso un recurso de protección en contra de la Consulta Indígena, es porque nunca accedieron a los contratos de comercialización, así como tampoco aparece  tratado el tema del potasio.

“El Estado de Chile pasa por encima como una máquina, porque en definitiva fue una consulta parcial. Corfo está tratando de cerrar una etapa que no está al cien por ciento bajo el principio de buena fe ni de respeto al consentimiento indígena”“- agregó Sandón.

EL APURO DE CORFO ANTES QUE SE DESTAPE LA OLLA

El 29 de mayo de 2024 una insólita solicitud ingresó ante la oficina de partes del Servicio de Evaluación Ambiental de Antofagasta: la minera norteamericana Albemarle solicitó la revisión de las resoluciones de calificación ambiental (RCA) que autorizaron tanto la extracción que hace Albemarle como SQM del acuífero.

La minera detectó una sostenida baja del nivel de agua en los pozos de monitoreo, lo que está dando cuenta de que los modelos hidrogeológicos que presentaron para sus proyectos no están funcionando. Varios de los medidores colocados en los pozos del acuífero para controlar la actividad de explotación de litio están bajo los niveles mínimos establecidos.

Del Salar de Atacama extraen litio y otras sales minerales SQM y Albemarle, con permisos de explotación que vencen en 2060 y 2043, respectivamente.

Albemarle produce unas 85 mil toneladas anuales de carbonato de litio.

SQM si bien tiene autorizada una cuota de producción de 165 mil toneladas anuales, estaría explotando mayor cantidad ya que antes de 2030 estaría venciendo su cuota permitida.

Si es que Albemarle está pidiendo que se revise la resolución de calificación ambiental de ambas mineras tras detectar una baja sostenida de sus pozos es porque algo pasa por debajo de la cuenca.

La petición debía ser votada en la Comisión de Evaluación Ambiental de Antofagasta el lunes 4 de Agosto, pero los seremis que debían participar de la reunión decidieron aplazar la discusión si darse a conocer las razones.

Para una comunera de Toconao, que prefiere reservar su identidad, “esto demuestra que el agua del salar está en riesgo y que a la autoridad no le importa. Tienen que ser muy cuidadosos con lo que se establezca en un acuerdo entre SQM y Codelco que va a durar hasta el 2060. El riesgo que con el aumento de producción destruyan el salar es real”.

Así la apuesta de Corfo por concluir la Consulta Indígena es para finiquitar el acuerdo con SQM antes de que se conozcan la real dimensión del daño provocado en las reservas de agua que alimentan el Salar de Atacama.

QUE DICEN LOS ESTUDIOS SOBRE EL AGUA EN EL SALAR DE ATACAMA

La producción de litio y potasio produce grandes perjuicios para los territorios que albergan las operaciones de extracción. Diversos estudios han dado cuenta desde hace años de los impactos del extractivismo en el Salar de Atacama. Ya en 2004 un estudio satelital daba cuenta de la disminución del Salar de Atacama entre 1 a 2 centímetros producto de la actividad minera (1). Pesquisadores de la School of Geographical Sciences and Urban Planning de la Arizona State University, también recurrieron a imágenes satelitales a las que se aplicó espectroradiometría, lo que permitió medir la disminución del acuífero atacameño entre los años 1997 y 2017. Constataron que al mismo tiempo que se observa un aumento de la cobertura espacial de las pozas de evaporación de litio, va disminuyendo la cobertura vegetacional, aumenta la temperatura y desciende la humedad del suelo (2).

Un estudio publicado en 2024 determinó que el Salar de Atacama se hunde entre 1 a 2 centímetros por año producto de la extracción de salmuera. Analizando la subsidencia del terreno, que es el hundimiento provocado a largo plazo por la pérdida del agua subterránea, se determinó a partir de la comparación de imágenes satelitales tomadas entre los años 2020 y 2023. El geólogo a cargo del estudio, Francisco Delgado, del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, concluyó que “las mediciones indican que en el salar de Atacama, el bombeo de salmuera rica en litio ocurre a una tasa mayor que la de recarga de los acuíferos”. El estudio también recurrió a imágenes satelitales, esta vez proporcionadas por el sistema SAOCOM-1 de la agencia espacial argentina, desde los cuales se obtuvo imágenes usando la técnica de interferometría (InSAR) que es capaz de producir mapas que dan cuenta de la elevación del terreno y los desplazamientos de la superficie terrestre. Además del Salar de Atacama fueron medidos en diversos lugares del planeta las deformaciones producidas, sea por causas tectónicas, volcánicas, de origen glaciar o antropogénicas (3).

La pérdida de vegetación está estrechamente relacionada a la baja en los niveles de agua subterránea y superficial en la cuenca. Dicho proceso de desertificación si bien se relaciona con distintas variables geográficas y ambientales, se calcula que se evaporan en promedio medio millón de litros de agua por tonelada de carbonato de litio a partir de la salmuera, según describieron investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy (4).

Mauricio Becerra R.
El Ciudadano

NOTAS:

(1) Jose Francisco Muñoz-Pardo; Cristian Alberto Ortiz-Astete; Leonardo Mardones-Pérez; Pauline de Vidts-Sabelle. Funcionamiento hidrogeológico del acuífero del núcleo del salar de Atacama, Chile. Ingeniería Hidráulica en México. Vol. XIX, N.º 3, 2004. pp. 69-81.

(2) Wenjuan Liu; Datu Buyung; Soe W. Myint. Spatiotemporal patterns of lithium mining and environmental degradation in the Atacama Salt Flat, Chile. International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, 80, 2019, pp. 145-156.

(3) F. Delgado, T. Shreve, S. Borgstrom, P. León-Ibáñez, J. Castillo and M. Poland, «A Global Assessment of SAOCOM-1 L-Band Stripmap Data for InSAR Characterization of Volcanic, Tectonic, Cryospheric, and Anthropogenic Deformation,» in IEEE Transactions on Geoscience and Remote Sensing, vol. 62, pp. 1-21, 2024.
https://ieeexplore.ieee.org/document/10586971

(4) Victoria Flexer; Celso Fernando Baspineiro; Claudia Inés Galli. Lithium recovery from brines: A vital raw material for green energies with a potential environmental impact in its mining and processing. Nature Reviews Earth & Environment volume 4, 2023. pp. 149–165.
https://www.nature.com/articles/s43017-022-00387-5


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