«Los Bronces Integrado», un riesgo para la calidad del aire: Funcionarios del SEA critican extensión en evaluación del proyecto de Anglo American

Demasiadas son las preguntas y pocas son las certezas sobre esta decisión administrativa, que pasó por encima del diagnóstico y calificación de los equipos técnicos y jurídicos del SEA. El mismo que hizo caso omiso del diagnostico hecho por la Subsecretaría de Salud Pública, que indicó que el proyecto generaría un aumento significativo en la concentración ambiental del contaminante MP-10, generando un impacto potencialmente significativo en la calidad del aire y la salud.

Por Francisca Valencia

21/01/2022

0 0


Los Bronces Integrado

La Asociación Nacional de Funcionarios del Servicio de Evaluación Ambiental (ANFUSEA) ha publicado una carta abierta al director Ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Esto con el fin de manifestar su preocupación respecto a las decisiones que se han tomado en las instancias finales de calificación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) “Proyecto Los Bronces Integrado”, de la compañía minera Anglo American Sur S.A.

El proyecto «Los Bronces Integrado» contempla una inversión de alrededor de US$3.200 millones, y consiste en la expansión del rajo abierto de la mina Los Bronces (a 65 kilómetros de Santiago), la instalación de una mina subterránea bajo el límite del Santuario Natural Yerba Loca y el repotenciamiento del sistema de agua recirculada. El proyecto se enuncia como sustentable y que “prioriza criterios socioambientales por sobre los técnicos-económicos”, posicionándose como uno de los proyectos recientes más ambiciosos de la minera.

Los Bronces Integrado es, además, una de las iniciativas que tiene un seguimiento especial por parte de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), dependiente del Ministerio de Economía, según señalan desde la ANFUSEA.

El proyecto fue admitido a tramitación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) en julio de 2019, y ya ha presentado tres Adendas -respuestas que entrega la empresa titular respecto a las observaciones, preguntas y rectificaciones solicitadas por los servicios competentes-. Siendo la última la Adenda Extraordinaria, ingresada el 3 de noviembre de 2021.

Tras su publicación, los servicios público se manifestaron sobre esta Adenda, destacando el pronunciamiento realizado por la Subsecretaría de Salud Pública respecto al riesgo que podría significar este proyecto para la salud de la población.

Material particulado en una zona saturada

El pronunciamiento de la Subsecretaría de Salud Pública llegó el 26 de noviembre de 2021, mediante un oficio. En él se recapituló la solicitud de la Subsecretaría a Anglo American, para que la empresa emitiera un informe que identificara claramente los receptores y los niveles de exposición a contaminantes del aire, en particular sobre las concentraciones de material particulado (MP-2,5 y MP-10).

El informe titulado «Aportes en Receptores Humanos, Zona Agrícola, Áreas de Pastoreo, Zona Turístico y de Recreación«, contenido en la tercera y última Adenda de Anglo American, entregó información sobre los receptores ubicados en el área de influencia del proyecto. Allí se proyectaba la calidad de aire para los años 2024 y 2030. En tanto, los contaminantes que se estudiaron fueron MPS; MP10; MP-2,5; CO; NOx; SO2.

El informe mostró un aumento significativo en las concentraciones del contaminante MP-10 en al menos cinco receptores discretos identificados en el área de influencia del proyecto. Según avanzan las fases de desarrollo del proyecto también avanza la concentración de este contaminante. Así se puede ver a partir de 2024 y como sigue aumentado para 2030.

Tabla de contaminantes contenida en Oficio de Subsecretaría de Salud Pública, noviembre 2021.

Lo anterior evidencia que para los distintas receptores (columna ID) existe un aumento en la concentración ambiental de MP-10. El receptor identificado como 2, por ejemplo, en 2024 (cuando el proyecto estuviese en fase 1) aumentaría en más de 8 μg/m3 su concentración de MP-10, siguiendo su alza en 2030, donde aumenta 9 μg/m3, «lo que en términos porcentuales respecto del valor de norma (50 ug/m3) corresponde a un aumento de 35,4%», señala el oficio de la subsecretaría. Lo mismo ocurre con el receptor 3, que aumenta en un 30,1% su concentración de este contaminante, y el 18 que aumenta en un 41,6%. Más avanza el proyecto, más contaminación genera en el aire.

Lo anterior en de suma relevancia para una zona que ya está declarada saturada por material particulado, tanto en su fracción fina (MP-2,5), como en su fracción gruesa (MP-10), según señala la Subsecretaría de Salud, lo que afectaría considerablemente el Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana.

Pese a toda esta evidencia, el oficio de la subsecretaría señala que Anglo American sigue sin reconocer que el proyecto generará riesgo para la salud de la población, debido al deterioro de la calidad del aire por el aumento en las emisiones atmosféricas basales.

“Teniendo presente lo descrito anteriormente, es opinión de la Subsecretaría de Salud Pública que los antecedentes técnicos acreditados en la presente Adenda, permitirían concluir que a consecuencia del proyecto se generaría un aumento significativo en la concentración ambiental de MP-10 en el área de influencia, generando un impacto potencialmente significativo en la calidad del aire, esto es, riesgo para la salud de la población«, sentenció finalmente el organismo público de salud.

Un proceso de participación ciudadana «inoportuno y cuestionable»

Frente a lo anterior, los equipos técnicos y jurídicos del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) redactaron un Informe Consolidado de Evaluación Ambiental (ICE) recomendando el rechazo al proyecto, debido a que en la etapa final de evaluación en la que se encuentra no es posible descartar riesgos a la salud de la población. Sin embargo, el ICE que debía firmarse y publicarse el 4 de enero cumpliendo los plazos de gestión, nunca llegó a ver las luz del día. El problema: Las autoridades del SEA decidieron no firmar ni publicar.

En cambio, arbitrariamente, la dirección del SEA preparó la apertura de un proceso de participación ciudadana (PAC) de 30 días hábiles, «a causa de modificaciones sustantivas al proyecto». El miércoles 12 de enero, y a solo 10 días de finalizar el plazo para la calificación del proyecto, se dio a conocer la resolución.

Desde la ANFUSEA tildaron la iniciativa de «inoportuna y cuestionable» debido al proceso final de evaluación en que se encuentra el proyecto. Y que según el procedimiento, correspondería calificar el estudio de impacto, y en este caso, recomendar el rechazo del proyecto.

Además, desde la asociación de funcionarios existen dudas de que el nuevo proceso de participación ciudadana ofrezca garantías a la ciudadanía. Esto respecto al adecuado tratamiento de las observaciones ciudadanas que sean recibidas, sobre todo en el contexto de un proyecto que ya no está siguiendo el estándar del proceso administrativo.

«Los procesos de participación ciudadana en la evaluación ambiental deben efectuarse conforme a la Ley N° 19.300 y el Reglamento del SEIA y no pueden ser instrumentalizados ni desvirtuados con el fin de extender y dilatar las instancias finales de calificación, como está ocurriendo en este caso, en un contexto de un próximo cambio de gobierno», enfatizó ANFUSEA en la carta.

Desde la Asociación de funcionarios las preguntas a la autoridad abundan: ¿Por qué abrir un nuevo proceso de PAC en la recta final de la evaluación de un proyecto, que tiene impactos negativos a la salud y sin medidas de mitigación?, ¿Por qué extender de manera irregular una calificación que solo debería terminar en rechazo? ¿Cuál será el tratamiento de estas nuevas observaciones ciudadanas, considerando que se realizan fuera de la normativa vigente? ¿Se le enviarán a Anglo American y se le permitirá presentar medidas para subsanar lo detectado por la Subsecretaría de Salud Pública? ¿Tiene algo que ver la decisión tomada con el vínculo que tiene el proyecto con la Oficina GPS, el cual ya han cuestionado desde ANFUSEA? ¿Se pretende resolver esto en el marco del próximo gobierno con nuevas autoridades?

Proyecto Los Bronces Integrado

Demasiadas son las preguntas y pocas son las certezas sobre esta decisión administrativa, que pasó por encima del diagnóstico y calificación de los equipos técnicos y jurídicos del SEA. «Nos preocupa la situación en la que actualmente está la evaluación del Proyecto Los Bronces Integrado que es producto de decisiones que se imponen por mera jerarquía por parte de autoridades que son permeables a la influencia política gubernamental«, señalan desde ANFUSEA, sobre la discusión de un proyecto que no deja de recordarles a lo vivido con el Proyecto Dominga y las influencias políticas que lo impulsaban.

Los funcionarios critican y rechazan el actuar de las autoridades del SEA, que pone en tela de juicio la labor y credibilidad del organismo y sus funcionarios. Cuyo principal fin es velar por el cuidado ambiental y de las comunidades en los lugares que se pretenden desarrollar este tipo de proyectos de inversión. Y a su vez rechazan cualquier intención de poner por encima otros criterios que no sean compatibles a los ya expuestos.

«Le hacemos presente nuestra profunda preocupación y desacuerdo con las decisiones tomadas en las instancias finales de la calificación ambiental del “Proyecto Los Bronces Integrado”, ya que, entre otras consecuencias, podrá significar una exposición y un cuestionamiento innecesario y perjudicial a la labor del funcionariado del SEA«, finaliza el directorio nacional de ANFUSEA, quedando pendientes de una respuesta a su carta.

A continuación la carta completa:

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones