Renio: El valioso metal que sale de contrabando en los concentrados mineros

Chile es el principal país productor de Renio en el mundo, mineral cuya resistencia a altas temperaturas ha incrementado su demanda en las últimas décadas. Usado en la industria aeronáutica y petroquímica, su valor fluctúa entre los 2.500 y 3 mil dólares el kilo. Sin embargo, el Renio no es declarado cuando se exportan concentrados mineros. Según el Consejo Minero “es difícil que alguien lo pague”. En cambio, químicos y consultores en la materia lamentan la falta de control y que un amplio porcentaje no sea producido en el país.

Cada vez que se ingresa a Chile se nos pide llenar un formulario que declare productos orgánicos. Una manzana perdida en una mochila, un cacho de buey artesanal o cualquier otro producto de origen vegetal o animal, de no ser declarados ante el Servicio Agrícola y Ganadero, aseguran una multa. La posterior revisión por el escáner da un soporte tecnológico al proceso y deja la impresión de un país que cuida sus recursos naturales, lo que es reforzado por videos explicativos que argumentan la protección de nuestra agricultura. Cualquier chileno así sonríe satisfecho respecto del cuidado de nuestros recursos.

Pero eso cuando andas de a pie y de entrada.

Si es para afuera y es una transnacional minera, las puertas del país son tan anchas como expeditas. Y las condiciones de lo que se revisa las ponen ‘los exportadores’. Así ocurrió con el Renio (Re), cuya presencia dejó de ser fiscalizada por Aduanas en los concentrados mineros que se exportan, con excepción del molibdeno, a solicitud de una minuta del Consejo Minero.

El Renio es uno de los metales preciosos más cotizados en los mercados de divisas. Su valor fluctúa entre los 2.500 y 3.000 dólares el kilo, es decir, más de 300 veces el valor del Cobre.

Si bien desde fines del siglo XX, el Renio experimentó una mayor demanda, ocurriendo fluctuaciones con precios altos entre 1998 y 2000, no será sino a partir de 2004 que se incrementará su valor, alcanzando un kilo del metal un precio de 12.000 dólares en 2008.

Chile es el principal productor de Renio en el mundo, con más de la mitad de la producción, seguido por Estados Unidos y Polonia.

TABLA DE PAÍSES PRODUCTORES DE RENIO

* Fuente: Werner et all. 2023 (3)

“El Renio viene aparejado al molibdeno, por lo que hay un círculo virtuoso en la industria del cobre. Van de la mano ambos minerales”- comenta Domingo Ruiz León, doctor en Química y académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago (Usach).

Los principales usos del Renio son la industria aeronáutica y petroquímica. Esto es debido a su alta dureza y resistencia a temperaturas extremadamente altas. Además, tiene recientes usos en biomedicina, en particular, en el control del cáncer, investigaciones que fueron pioneras en Chile (ver El reino del Renio de El Ciudadano).

En Chile, producen Renio la empresa Molibdenos y Metales (Molymet), que comenzó a funcionar en 1988, y la planta Molyb de Codelco, que está operando desde 2016, destinada a procesar los concentrados de molibdeno provenientes de las divisiones de Codelco localizadas en la Región de Antofagasta. Según su portal corporativo, la planta tiene una capacidad para producir hasta 17.000 toneladas por año de trióxido de molibdeno (MoO3), obteniéndose además subproductos como cemento de Cobre, Renio y ácido sulfúrico.

Según el Informe ‘Mercado del Renio y su producción en Chile’, publicado en 2016 por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en la época Molymet era el principal productor de Renio en el mundo, vendiendo su producción principalmente en Europa, Asia y Norteamérica a empresas de la industria aeroespacial, química, electrónica y siderúrgica.

“El Renio está dentro de lo que llamamos un metal de transición –comenta el profesor Ruiz- teniendo dos usos en la actualidad: para construir motores de aviones, armas y artefactos espaciales; y en la industria petrolera”.

SACANDO EL RENIO DE LA FISCALIZACIÓN

La exclusión del Renio y Molibdeno fue promovida por el Consejo Minero, instancia que representa mayoritariamente a la gran minería privada.

En un reportaje anterior, El Ciudadano dio cuenta de que la eliminación de minerales a declarar en la exportación de concentrados mineros, fue permitido por las Resoluciones Exentas (RE) de Aduana Nº 3624, de 2018; y Nº 4449, de 2019. La primera rebajó varios elementos a ser fiscalizados en dicho tipo de exportación, destacando el Molibdeno. En tanto, la resolución en vigor (RE 4449), fue publicada por Aduana el 12 de septiembre de 2019, bajo el gobierno de Sebastián Piñera, reduciéndose varios elementos a ser fiscalizados.

En esta última modificación influyó el Consejo Minero, cuyo gerente general, Carlos Urenda, envió una solicitud al Servicio Nacional de Aduanas (SNA) en la que dio cuenta de sus observaciones al Proyecto de resolución que modifica Apéndice I, Capitulo III; Apéndices II Y VII, Capitulo IV; del Compendio de Normas Aduaneras’.

En dichas observaciones el Consejo Minero solicitó modificar dicho Compendio, eliminando varios elementos de la Tabla que detalla los minerales a fiscalizar. El documento modificado fue publicado el 18 de Julio de 2019 en el portal de Aduanas.

Si la resolución de 2018 establecía el control de 14 elementos en los concentrados de Cobre sacados del país, con la resolución de 2019, estos fueron reducidos a apenas cuatro: Cobre, Oro, Plata y Molibdeno.

Respecto del Renio, en el documento del Consejo Minero a Aduanas, se sostuvo que “es difícil que alguien lo pague, en especial tostadores que no tienen planta de recuperación de éste”.

TOSTANDO LA MOLIBDENITA

El Ciudadano consultó a Carlos Urenda, quien detalló que “cuando el Consejo Minero participó en la consulta pública referida al proyecto de resolución que modificaba algunas normas del Compendio de Normas Aduaneras, no sólo hizo referencia al Renio, sino que también a otros elementos y temas. Ahora bien, en cuanto al Renio propiamente tal, lo que dijimos exactamente en esta oportunidad fue que es difícil que el comprador pague al vendedor de los concentrados de Cobre los contenidos de Renio que éstos pudieran tener, en especial, tostadores que no tienen planta de recuperación de éste”.

Luego el representante gremial agregó que “para recuperar los contenidos de renio de los concentrados de Cobre se requiere de una planta especial, de alto costo, de la que no disponen muchos compradores de éstos. No teniendo el comprador capacidad para recuperar el renio, mal podría pagarlo al vendedor”.

El doctor en Química y ex decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Playa Ancha, Juan Camus, comenta que la argumentación del Consejo Minero no se condice con los procesos reales en minería. Comentó que en todo concentrado de Molibdeno va un porcentaje no despreciable de Renio. “Y por supuesto que hay tecnología para recuperar el Renio, lo que se puede hacer incluso a partir de los concentrados de Cobre, así como también del Molibdeno”.

“Se trata –comenta Camus- de un metal catalogado como crítico de acuerdo con el Registro Federal del Gobierno de Estados Unidos, y de alto valor, siendo Chile su productor principal”.

Camus, quien trabajó en el Laboratorio de Control de Calidad de la Fundición y Refineria de ENAMI Ventanas, cuenta que el Renio se encuentra asociado al mineral molibdenita, por lo que siempre estará presente en la producción del Molibdeno. Su producción -agrega Camus- es tanto primaria, es decir, producto de procesos metalúrgicos, es decir, de la flotación de minerales de cobre; o secundaria, obtenido a partir de reciclaje.

“Cuando se flotan los minerales, la molibdenita es la primera que sale, lo que permite que sea separada -cuenta Camus- y, posteriormente, la tostación oxidante de la molibdenita sirve para producir Trioxido de Molibdeno. El Renio, en tanto, se recupera en el material particulado que se desprende en los gases de la tostación, que permiten obtener también anhídrido sulfuroso que posteriormente se transforma en ácido sulfúrico”.

Luego agrefa que “al someter a tostación oxidante al mineral molibdenita (MoS2), se produce óxido de molibdeno (MoO3) y como subproductos, en los gases y material particulado, se obtienen el ácido sulfúrico y en los polvos volátiles el óxido de renio (Re2O7), los que permiten a su vez obtener posteriormente el ácido HReO4 y sales de este ácido, como los llamados perrenatos de amonio y de potasio, muy apetecidos en la industria aéreo espacial y armamentista”.

Fuentes consultadas que trabajan en este proceso, detallan que cuando el concentrado de Cobre lleva Molibdeno, éste se recupera desde los precipitadores electroestáticos húmedos junto al Renio y de precipitación con molibdato de amonio sal. Así se hace hoy en Molyb y Molymet, empresas que procesan el Molibdeno en Chile, las que también recuperan una cantidad considerable de Renio que permite a Chile ser el principal productor en el mundo.

Información publicada por Codelco en 2016, cuando recién se iniciaba la producción en su filial Molyb , daba cuenta que mientras se produjo 16.500 toneladas de Molibdeno, se obtuvieron también 8 ton. de Renio. Ese mismo año, la empresa privada Molymet, produjo 37 ton. de Renio.

También apoya la tesis de producir el Renio en Chile el Informe sobre el Mercado del Renio publicado por Cochilco en 2016. En sus conclusiones señaló que “El Renio, al ser un subproducto del proceso de tostación de la molibdenita, es un buen ejemplo de aprovechamiento de elementos contenidos en el material extraído de la actividad minera. Es sabido que los concentrados de cobre contienen otros metales, tales como tierras raras, que, al igual que el Renio, se encuentran en bajas cantidades”.

En las FURE (fundiciones y refinerías) el Renio se recupera según este diagrama publicado por Brainard (1). Según cuenta un consultor en procesos mineros, el esquema detalla que se produce a partir de la fundición de concentrados de Cobre calcopirita CuFeS2 y tostación de MoS2. Esto provoca la sublimación de la molécula de Renio-Azufre presente en la calcopirita, bornita, calcosina, entre otras. Al entrar en contacto con alta temperatura de los hornos, se evapora el sulfuro de Renio en la forma óxido de Re2O7. Es muy volátil y puede ser recuperado en los precipitadores electrostáticos húmedos de una planta encapsulada (es el caso de las refinerías Aurubis, PPC, Mitsubishi, LS- Nikko o UMICORE). Luego estos barros son lixiviados con solventes orgánicos de purificación específica para metales nobles.

MINERAL ESCASO Y ESTRATÉGICO

El presidente del Consejo Minero, en una columna publicada en El Ciudadano, comentó que los metales “pagables” no pueden ser “técnicamente separables del resto del concentrado en la FURE” (fundiciones y refinerías), argumentando que “los metales pagables tienen valor comercial en forma independiente del concentrado. Si bien su presencia es informada a las autoridades correspondientes, las regulaciones sólo obligan a declararlos cuando exceden de una cierta concentración”.

Según Urenda “esto es así porque, bajo este porcentaje, el comprador no paga estos metales al vendedor, ya sea porque no son técnicamente separables del resto del concentrado en el proceso FURE o porque separarlos implicaría un costo mayor que el que tiene este metal en forma independiente”.

Pedimos a Urenda clarificar este punto, considerando que sí se produce Renio en Chile, a lo que nos respondió que “como se desprende del texto, sólo decimos que, a veces, ciertos metales no son técnicamente separables del resto del concentrado, y que otras veces sí es factible hacerlo, pero que el costo de este procedimiento supera el valor que tendría el metal independientemente”.

Por su parte, fuentes que se dedican a la consultoría en procesos mineros comentaron a El Ciudadano que en la práctica “Chile exporta anualmente entre 13 y 15 millones de toneladas de concentrados de Cobre que son refinados en plantas FURE de Japón, Alemania y China principalmente. Todas ellas equipadas con procesos encapsulados y capaces de recuperar el 99% de los elementos químicos que componen el concentrado. Es por esta razón que no se puede hablar de pagables o no pagables en este tiempo. Todos los metales se han convertido en estratégicos y escasos”.

Además, llama la atención de que todas las Refinerías de Cobre en el exterior poseen Plantas Recuperadoras de Metales Preciosos, y productoras de ácido sulfúrico, “”además, en la escoria y en los gases y material particulado que generan las fundiciones, se recuperan grandes cantidades de metales que permiten amortiguar con creces el costo de Fundición. En suma, los elementos que se recuperan en Fundición y en Refinación permiten generar cuantiosos recursos”.

ALTA DEMANDA FUTURA

Según un informe del British Geological Survey (2013) que reunió la información disponible respecto del contenido de Renio en el Molibdeno en varios depósitos mundiales, en Chile la Minera Escondida de BHP Billiton tiene los mejores índices, alcanzando 1.355 ppm (partes por millón), en tanto que los yacimientos de Codelco El Salvador y El Teniente, alcanzan los 630 ppm y 390 ppm, respectivamente. En tanto la mina Collahuasi, de propiedad de Anglo American y Glencore, alcanza llos 410 ppm (2) (ver gráfico abajo). Es decir, Minera Escondida es dueña de la mayor cantidad de Renio en nuestro país.

Cálculo de porcentaje de Renio en depósitos mundiales conocidos. Fuente: Millensifer et all., 2013 (2)

Desde Chile se exportan más de 26 millones de toneladas de diferentes tipos de concentrados anualmente, cifras que incluyen concentrados de molibdeno, cinc, hierro, plomo, oro y plata. Sólo la mitad de este tonelaje corresponde a concentrados de cobre.

Tablas de Producción Mundial de Renio (Brainard, 2023)

Sin embargo, a la hora de exportar el pago de impuesto es en base a las cifras proporcionadas por las mismas compañías mineras. Según cálculo de Aduana, el servicio es capaz de revisar apenas de un 3 a 10% de la exportación de concentrados al salir de Chile. No tienen ni la tecnología ni el personal para chequear lo reportan las mineras en sus envíos.

El informe publicado recientemente, firmado por el geólogo Jamie L. Brainard, del Servicio Geológico de Estados Unidos, concluyó que se captura menos del 12% del Renio presente en el Molibdeno, llegándose del 30 al 44% cuando se tienen tecnologías más apropiadas (1).

El geólogo destacó la baja producción mundial, estimada en 100 toneladas por año, dando cuenta de las leyes de los depósitos de Renio en el mundo, los que son limitados.

Camus considera que la reducción del número de metales a fiscalizar en los concentrados que se exportan constituyen una “evidente alternativa de evasión de valiosos elementos contenidos en los diferentes concentrados. Por otra parte, incluso si analizamos la propuesta inicial de Adunas, en su RE 3624, observamos que hay elementos que se fiscalizan, pero que no tienen ninguna relevancia en el cobro de impuestos, y otros que son extraordinariamente valiosos y no se incluyen en las listas de fiscalización y que están presentes en esas muestras”. Coloca de ejemplo los casos del Arsénico (As), el Antimonio (Sb), el Mercurio (Hg), el Hierro (Fe) y la Sílice (SIO2), “que no tienen relevancia porque no son pagables. Sin embargo, pese a que se subentiende que el SNA debe fiscalizar solo los elementos pagables, para dirigir la información al Servicio de Impuestos Internos (SII), ¿por qué en este listado no están el resto de los metales preciosos, como el Renio, el Selenio, el Níquel, Cobalto o el Telurio. Tampoco se incluyes elementos de tierras raras como el Disprosio (Dy) y el Terbio (Tb), por citar un par de los más valiosos”.

El informe de Cochilco, publicado en 2016, en su párrafo final sostuvo que “si se desarrollara la tecnología necesaria para extraerlos de manera económicamente viable, dichos compuestos podrían ser aprovechados para su comercialización, agregándole valor a los concentrados y quitándole toxicidad a las escorias y a los gases emanados del proceso de fundición”.

Han pasado casi ocho años desde dicho análisis, tiempo en que la demanda del Renio ha tenido años de gran incremento, estabilizándose posteriormente en los mercados de metales. Según los consultados, la remodelación de la Fundición Hernán Videla Lira, localizada en las afueras de Copiapó, resulta ser la opción más inmediata para refinar metales como el Renio en el país. Destacan que hay tecnología disponible para convertir dicha planta en una fundición sin impacto ambiental, sobre todo en la emisión de contaminantes. El ajuste de sus hornos y procesos, además de evitar estas emisiones permiten rescatar varios minerales, recuperándose incluso metales en los gases de escape. Y las ganancias obtenidas con la producción de metales como el Rodio en Chile sirven con creces para amortizar el costo de dicha modernización.

Mauricio Becerra R.

El Ciudadano

CITAS

(1) Brainard, J. The availability of primary rhenium as a by-product of copper and molybdenum mining. Miner Econ (2023) https://link.springer.com/article/10.1007/s13563-023-00392-0

(2) Tom A. Millensifer, Dave Sinclair, Ian Jonasson, Anthony Lipmann. Rhenium. En Gus Gunn (edit.) Critical Metals Handbook, London, 2013. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/book/10.1002/9781118755341

(3) Werner, Tim T. and Mudd, Gavin M. and Jowitt, Simon M. and Huston, David, Rhenium Mineral Resources: A Global Assessment. Resources Policy, Volume 82, May 2023 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301420723001496

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