El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió al la reciente imposición de un arancel del 50% a las importaciones brasileñas que lleguen a Estados Unidos (EE.UU.) anunciado por el gobierno de Donald Trump, asegurando que en el país sudamericano «no aceptará ser tutelado por nadie».
El mandatario estadounidense justificó la medida bajo el argumento de lo que llama una «relación comercial desleal generada por las barreras arancelarias impuestas por Brasil» y planteó que la relación entre los dos países está lejos de ser recíproca.
También criticó la actuación del Supremo Tribunal Federal frente a perfiles en redes sociales, argumentando que estas medidas afectan la libertad de expresión.
El republicano dejó en claro que el gravamen a los productos brasileños es una medida de castigo por la investigación judicial contra el expresidente ultraderechista de esa nación, Jair Bolsonaro, relacionado con el intento de golpe de Estado de 2023. Trump calificó este juicio como una «caza de brujas«.
La Corte Suprema de Brasil ya imputó a Bolsonaro por 5 delitos: Intento de Golpe de Estado, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, organización criminal armada, deterioro de patrimonio protegido y daño calificado contra patrimonio público, todas acciones que buscaban impedir que el actual Presidente Lula da Silva asumiera su cargo en 2022.
De acuerdo a fuentes judiciales, se espera que la Corte Suprema condene a Bolsonaro a fines de 2025, lo que podría significarle una pena de cárcel de al menos 40 años en total.
Según consignó el New York Times, Trump advirtió en una carta dirigida a Lula que los nuevos aranceles entrarían en vigor el 1 de agosto: «La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato, incluido Estados Unidos, es una vergüenza internacional», escribió el mandatario de EE.UU. a su homólogo brasileño, lo que ha provocado una respuesta inmediata y tajante de su parte.
Lula: «Brasil es un país soberano y no aceptará ser tutelado por nadie»
En un contundente comunicado compartido en X Lula afirmó que «Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptará ser tutelado por nadie», en referencia tanto a los aranceles como a procesos judiciales y de libertad de expresión.
«El proceso judicial contra quienes planearon el golpe de Estado es responsabilidad exclusiva de la justicia brasileña y, por tanto, no está sujeto a ningún tipo de interferencia o amenaza que ponga en peligro la independencia de las instituciones nacionales», indicó.
«En el contexto de las plataformas digitales, la sociedad brasileña rechaza los contenidos de odio, racismo, pornografía infantil, estafas, fraudes, discursos contra los derechos humanos y la libertad democrática. En Brasil, la libertad de expresión no se confunde con agresiones o prácticas violentas. Para operar en nuestro país, todas las empresas nacionales y extranjeras están sujetas a la legislación brasileña», agregó Lula.
En su menaje calificó de «falsa» la información referente al déficit en la relación comercial entre EE.UU. y Brasil, alegando que las estadísticas del país norteamericano muestran que posee un superávit en el comercio de bienes y servicios con Brasil de 410.000 millones de dólares durante los últimos 15 años.
Al respecto, afirmó que cualquier medida para elevar los aranceles de forma unilateral será respondida a la luz de la Ley de Reciprocidad brasileña, lo que significa que el país también puede aplicar recargos a los productos estadounidenses.
«La soberanía, el respeto y la defensa intransigente de los intereses del pueblo brasileño son los valores que orientan nuestra relación con el mundo», enfatizó.
La decisión de Donald Trump no sólo es un respaldo explícito a un dirigente alineado con su política como es Jair Bolsonaro, sino también forma parte de su guerra comercial contra los países que forman parte de los BRICS y a sus aliados. Brasil es uno de los fundadores de este bloque de las economías emergentes, que incluye a Rusia o China.
De hecho, el magnate amenazó con imponer tarifas a los países que comercien con los miembros de los BRICS, a los que acusó de tener una agenda «antiestadounidense».
El mandatarios brasileño, país que ejerce actualmente la presidencia de los BRICS y donde el pasado fin semana se llevó a acabo la más reciente cumbre del bloque, respondió a la provocación y declaró que no considera que «sea algo muy responsable o serio que un presidente de un país del tamaño de EE.UU. amenace al mundo a través de Internet», y recalcando que «cada nación es dueña de su propio destino».
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil tanto en importaciones como en exportaciones por detrás de China. Por su parte, Brasil es el noveno destino de las exportaciones estadounidenses y ocupa el undécimo lugar como proveedor.