Elecciones de EE. UU. imponen un récord como las más costosas de la historia

Estados Unidos está inmerso en una crisis sanitaria y económica de grandes proporciones, provocada por la pandemia del COVID-19. Las trágicas cifras suman casi nueve millones de infectados y más de 227 mil fallecidos. Aun así, este 3 de noviembre se celebrarán las elecciones más costosas de la historia, del país y del mundo.

Según cálculos de la organización Center for Responsive Politics, que da seguimiento a las donaciones y gastos políticos durante la campaña, el costo total del proceso alcanzará un nivel récord de 14.000 millones de dólares, reseñó la agencia EFE.

Esta cifra es mucho más alta que la estimación previa de unos 11.000 millones de dólares. «Incluso en medio de la pandemia, todo el mundo está donando más en 2020. Desde personas normales hasta los billonarios que firman cheques de ocho», indicó Sheila Krumholz, directora ejecutiva de Centro.

Seguidamente, agregó: «Hace diez años, hablar de un candidato presidencial con mil millones de dólares era difícil de imaginar. Este año probablemente veremos dos».

Por qué miles de millones de dólares

Para entender la proporción del monto millonario, la agencia EFE destaca un claro ejemplo. El monto equivale a una quinta parte de todo el presupuesto del Departamento de Educación. Asimismo, supera con creces los 6.600 millones de dólares gastados en la campaña electoral de 2016.

La organización señala que aumentaron las donaciones en los últimos meses de campaña. Eso sucedió especialmente por la polarización política que existe en el país. Por ejemplo, a la candidatura de Joe Biden los donantes han aportado dinero en niveles récords por la animadversión contra Trump.

De hecho, el bando demócrata ha gastado casi 7.000 millones de dólares. Mientras, los republicanos llevan unos $ 3.800 millones, expone la organización.

El 3 de noviembre también se renovarán algunos escaños del Senado y de la Cámara de Representantes. Esta votación también ha atraído un alto nivel de fondos, al ser estratégicas para que los demócratas tomen el control del Senado, que dominan los republicanos.

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