Trump se reúne con Kim y se convierte en primer presidente de EE.UU. que entra en Corea del Norte

¿Voluntad de diálogo o espectáculo mediático?

Por Leonardo Buitrago

30/06/2019

Publicado en

Estados Unidos / Mundo / Política

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La reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, puede significar el reinicio de negociaciones entre ambas partes o pasar a la historia como un mero espectáculo.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunieron este domingo en la Zona Desmilitarizada (DMZ), la franja fronteriza entre las dos Coreas, y desde la línea de demarcación pasaron juntos a suelo norcoreano. 

Esos breves segundos convirtieron a Trump en el primer presidente de su país que pisa suelo de Corea del Norte.

Trump salió primero del edificio conocido como Freedom House, situado en el sur de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA), en el corazón de la zona desmilitarizada (DMZ) que divide ambas Coreas, que permanecen en guerra desde la década de 1950.

Mientras que que Kim se aproximó  desde el pabellón Panmungak, el lado norte de la JSA, y se dirigió a la línea de demarcación militar (MDL), donde lo esperaba el jefe de Estado norteamericano.

Tras saludarse con un apretón de manos ambos pronunciaron unas breves palabras: “Me alegro de verle de nuevo. No esperaba verle jamás en este lugar”., dijo el líder norcorerano, mientras que Trump cruzaba la MDL.

Tras unos instantes los dos cruzaron de nuevo hacia la franja sur de la JSA, donde  ofrecieron declaraciones a la prensa.

«Usted es el primer presidente de EE.UU. que está en mi país. Un apretón de manos con el presidente de EE.UU. en la zona de división de Corea es en sí mismo un símbolo de cambio «, le dijo Kim Jong Un al mandatario norteamericano.

«La relación que hemos desarrollado significa mucho para mucha gente. Es un honor que me haya pedido que cruce la línea (divisoria). No estaba seguro si me lo iba a pedirMe lo paso muy bien con usted«, le respondió Trump.

Se trata de la tercera vez que Trump y Kim Jong-un se encuentran en poco más de un año, cuatro meses después de su segunda cumbre celebrada en Hanói, Vietnam, a finales de febrero, que fracasó y  terminó sin un acuerdo entre ambos sobre el desarrollo del programa nuclear norcoreano.

No obstante, el mandatario norteamericano destacó que el cruce simbólico de la frontera con Corea del Norte es un gran honor para él y  aseguró que «están pasando muchas cosas positivas» en el proceso de conversaciones entre Washington y Pyongyang.

Destacó también su buena relación personal con Kim desde su primera cumbre el 12 de junio de 2018 en Singapur: «Nos hemos caído bien desde el primer día”. También planteó la posibilidad —impensable hasta hace unos meses— de un viaje del líder norcoreano a Washington: “Voy a invitarle ahora mismo a la Casa Blanca”.

Por su parte, el líder norcoreano reconoció que se había “sorprendido” de que Trump hubiera sugerido el sábado —mediante un tuit— esta reunión, y que la invitación oficial llegó horas más tarde.

“Yo también quería verle”, indicó. “No creo que la reunión hubiera podido organizarse en un solo día de repente sin la excelente relación que mantenemos el presidente y yo —apuntó—. Por tanto, estoy convencido de que esta excelente relación nos ayudará a tomar la iniciativa y superar las barreras y dificultades que podamos encarar”.

¿Negociaciones o show?

En apariencia, la conversación pudo haber  servido para destrabar el proceso de negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano. Sin embargo no está claro si alguna de las partes está dispuesta a ceder en sus posiciones.

Durante la cumbre de Hanói, Corea del Norte ofrecía desmantelar su centro nuclear de Yongbyon a cambio del levantamiento de sanciones, en un proceso gradual y Estados Unidos pedía que Pyongyang eliminara su programa de armamento no convencional por completo y de manera verificable a cambio de eliminar esos vetos y ninguna de las partes aceptó.

“En las próximas dos o tres semanas van a volver a trabajar los equipos. La reunión fue muy buena, muy sólida… Vamos a ver qué pasa”, dijo Trump.


“Si las conversaciones se reinician, el riesgo de que se estanquen de nuevo o fracasen completamente seguirá siendo sustancial a menos que las dos partes acuerden una meta final sin ambigüedades, algo que dudamos”, advirtió la consultora Eurasia Group, citada por el diario El País.

Kim: "Un apretón de manos con el presidente de EE.UU. en la zona de división de Corea es en sí mismo un símbolo de cambio"

Para expertos como Robert E Kelly, de la universidad surcoreana de la ciudad de Busan, el encuentro de este domingo es una alegoría de la «farsa» en la que se ha convertido el proyecto de diálogo con Corea del Norte impulsado por Trump.

«En el último minuto, se hace para la televisión e impulsado por la lujuria de Trump por el drama y el imagen, en lugar de la sustancia. Busca una foto para su campaña electoral de 2020. ¡Qué espectáculo de payasos! Es un puro show televisivo», escribió en un tuit.

Por su parte, el analista Andrei Lankov, director del Grupo de Riesgo de Corea,  describió al encuentro como «evento improvisado» y «mal preparado».

«No creo que se pueda conseguir mucho en una reunión tan informal. Es una buena noticia, porque significa que el diálogo continúa pero resta un largo camino para alcanzar un compromiso significativo. Y como no me canso de repetir, este acuerdo no incluirá la desnuclearización según la entiende EE.UU.», declaró Lankov al  portal NK News.

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