Estudio de Cambridge sugiere que el ateísmo es tan antiguo y natural como la religión

Un nuevo estudio desafía la creencia de que los humanos estamos "programados" para creer en deidades, y destaca la tolerancia de las sociedades politeístas antiguas hacia los no creyentes.

Por Sofia Olea

18/02/2016

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ateismo

Una nueva investigación científica sugiere que el ateísmo es tan natural como la religión. Con esta afirmación, los autores ciernen dudas sobre la noción de que los humanos estamos pre-programados para creer en deidades.

El nuevo estudio de la Universidad de Cambridge ha descubierto que una enorme parte del mundo antiguo no creía en dioses, contradiciendo la creencia popular.

Basándose en una amplitud de registros históricos, la nueva publicación da cuenta de que muchos ateos prosperaron en medio de sociedades politeístas; aquellas que adoraban a múltiples dioses.

La propuesta se materializa en un libro llamado «Battling the Gods» (Batallando con los dioses), del profesor en cultura griega, Tim Whitmarsh, y siembra dudas acerca de la idea de que creer en alguna deidad y poder superior es algo inherente a los humanos (una idea que se ajusta muy bien al ‘Universalismo Religioso’).

Whitmarsh también plantea un contra-argumento a la idea de que el ateísmo es un fenómeno moderno.

«Estos ateos de la historia temprana parecían estar haciendo objeciones universales acerca de la naturaleza paradójica de la religión -el hecho de que te pide aceptar cosas que no están intuitivamente ahí, en tu mundo», explica Whitmarsh.

«El hecho de que esto estaba pasando hace miles de años sugiere que puede haber formas de no creer en todas las culturas, y que probablemente siempre hayan existido», agrega el académico. «Tenemos la tendencia a ver el ateísmo como una idea que sólo ha emergido recientemente, en las sociedades seculares occidentales»

El trabajo sugiere que el ateísmo no sólo era común en la antigua Grecia o el las sociedades romanas, sino que más bien floreció más atrás en la historia.

El autor sugiere que la «Era del ateísmo» sólo terminó cuando la sociedades que generalmente eran tolerantes, fueron reemplazadas por fuerzas imperiales que exigían la aceptación de un solo Dios verdadero.

«La idea de un sacerdote diciéndote qué hacer era muy extraña en el mundo griego antiguo», agrega Whitmarsh.

Traducción, El Ciudadano.

Fuente, The Independent.

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