Parlamento británico pide la cabeza de Boris Johnson por su acuerdo Brexit con la UE

Habrá votación este fin de semana en la Cámara de los Comunes

Desde que la mayoría de los británicos votara en un referéndum en 2016 a favor de que el Reino Unido saliera de la Unión Europea se han llevado a cabo duras negociaciones y ha dimitido una Premier


Tras largas y complicadas negociaciones, el pueblo británico pensaba la semana pasada que el Reino Unido podría dejar de pertenecer a la Unión Europea (UE) el próximo 1 de noviembre, de forma definitiva, luego de que el jueves 17 de octubre Londres y Bruselas alcanzaran un acuerdo sobre el Brexit.

Sin embargo, para que este proceso político pudiera concretarse debía superar un gran obstáculo: su ratificación el sábado 19 de octubre por parte del Parlamento británico, donde el Gobierno conservador del primer ministro Boris Johnson no tiene una mayoría asegurada.

Hasta ese momento, el acuerdo tenía el apoyo de los 27 miembros de la UE, otorgado durante la cumbre europea celebrada en Bruselas, Bélgica.

“Cuando hay voluntad, hay un acuerdo. Tenemos un acuerdo justo y equilibrado tanto para la UE y como para el Reino Unido, testimonio de nuestro compromiso a la hora de encontrar soluciones”, indicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al anunciar la noticia.

Mientras que el Premier británico, Boris Johnson, confirmó en un mensaje en su cuenta en Twitter que las dos partes habían logrado «un gran nuevo acuerdo», y emplazó al Parlamento británico a apoyarlo en una votación este sábado para que el Gobierno pueda «pasar a otras prioridades». 

Desde que la mayoría de los británicos votara en un referéndum en 2016 a favor de que el Reino Unido saliera de la UE se han llevado a cabo duras negociaciones. El pacto anunciado este jueves es el segundo alcanzado entre Londres y Bruselas.

El primero, en noviembre de 2018, fue rechazado tres veces por el Parlamento británico y llevó a pedir dos prórrogas para concretar la salida del Reino Unido del bloque europeo, que en principio debería de haberse materializado el pasado 31 de marzo.

Las  intensas negociaciones no avanzaban por lo que el temor de que finalmente se produjera un Brexit duro (sin acuerdo) cobró fuerza, y ahora falta que el Parlamento de su visto bueno.

¿Qué dice el nuevo acuerdo?

El acuerdo mantiene intactos los términos pactados del anterior alcanzado con el Gobierno de la expremier, Theresa May, en lo referente al mantenimiento de los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido (tanto para los residentes como para los que lleguen durante el período transitorio hasta finales de 2021 o 2022) y a la voluntad de Londres de saldar las cuentas pendientes con el bloque comunitario tras la salida (casi 50.000 millones de euros).

Una de los cambios tiene que ver con el polémico protocolo sobre Irlanda, uno de los puntos álgidos de las negociaciones. Este territorio formará parte de la Unión Aduanera del Reino Unido, pero deberá cumplir con las reglas del Mercado Único Europeo.

Esto significa que la frontera en la que se realizarán los controles y verificaciones, por parte de las autoridades británicas con supervisión de la UE,  estará en el mar de Irlanda y no en la que separa a Irlanda del Norte de la República de Irlanda.

«Han sido discusiones difíciles en los últimos días”, indicó el negociador jefe europeo, Michel Barnier. «Pero hemos logrado encontrar soluciones que respetan completamente la integridad del mercado único, resuelven el tema de la frontera dura [en Irlanda] y funcionan para las empresas y los ciudadanos de la UE y del Reino Unido”, señaló en una conferencia de prensa en Bruselas, tal y como reportó el diario El País.

Alguien tiene que ceder

Johnson exigía a Bruselas una renegociación del protocolo del acuerdo que afectaba a Irlanda del Norte y que establecía una salvaguarda indefinida para garantizar que, pasase lo que pasase después del Brexit, jamás surgiría una frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Aunque parecía imposible, se logró tras las concesiones de las tres partes involucradas, Londres, Dublín y Bruselas.

El Reino Unido aceptó que su provincia norirlandesa siga alineada en gran parte con las regulaciones comunitarias y que se establezca un control aduanero entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. Esta posibilidad fue tajantemente rechazada en el pasado por Londres y trancó las negociaciones.

Irlanda, por su parte, debió renunciar a su exigencia de una salvaguarda permanente, sin fecha de caducidad, inaceptable para Londres. El nuevo mecanismo necesitará la autorización parlamentaria de Irlanda del Norte cuatro años después de que se consume el Brexit.

La prolongación posterior (por cuatro u ocho años) también requerirá el visto bueno de una Asamblea parlamentaria irlandesa.

Brussels (Belgium), 17/10/2019.- President of the European Commission Jean-Claude Juncker (R) and British Prime Minister Boris Johnson shake hands during a press conference on the Brexit deal in Brussels, Belgium, 17 October 2019. According to reports, the EU and the British government have reached a deal for Brexit. (Bélgica, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

A su vez, los 27 miembros de la UE aprobaron el contenido del acuerdo para evitar extender el conflicto y que se produjera un Brexit duro.

Reino Unido tampoco podrá esperar una relación privilegiada con la UE, ya que el futuro exmiembro del bloque pasará a ser un rival económico con el que Europa deberá competir.

“Ahora está claro que el Reino Unido será un Estado tercero y que comenzaremos rápidamente a negociar un acuerdo de libre comercio”, indicó la canciller alemana, Angela Merkel, al tiempo que expresó que “no es un día feliz” para la UE.

Adicionalmente, Johnson tuvo que aceptar un punto pactado hace meses por Theresa May que incluye la obligación del Reino Unido de seguir contribuyendo al presupuesto comunitario por un monto de hasta 35.000 millones de euros, para cumplir los compromisos adquiridos como miembro de la UE.

El Parlamento no aprobó el Brexit

Para lograr aprobar su versión del acuerdo de salida de la UE, Johnson necesitaba el voto de 320 de los 650 diputados de la Cámara de los Comunes. Por lo tanto, no requería solo el apoyo de los más acérrimos ‘brexiters’, sino también de parte de los laboristas de Jeremy Corbyn, pero el panorama no parece tan sencillo.

No obstante, reseña Actualidad RT, el Parlamento aprobó este sábado, con 322 votos a favor y 306 en contra, fue una enmienda para forzar una prórroga del Brexit más allá del 31 de octubre.

«La llamada Enmienda Letwin suspende la aprobación del acuerdo de ‘divorcio’ hasta que se apruebe una legislación para promulgarlo», según el portal ruso. Así, este escenario activó automáticamente una ley adoptada recientemente, la Ley Benn, según la cual, si antes del 19 de octubre el Parlamento no aprobaba un acuerdo o decidía abandonar la UE sin acuerdo, Londres debía solicitar a la UE una nueva prórroga hasta el 31 de enero.

Por su parte, Corbyn ya asomó que la mejor manera de «resolver» el Brexit es dando a la ciudadanía «la última palabra» sobre el acuerdo negociado entre Londres y Bruselas mediante un referéndum.

«Por lo que sabemos, parece que el Primer Ministro ha negociado un acuerdo que es incluso peor que el de Theresa May, que fue rechazado de manera abrumadora», señaló el dirigente en un comunicado.

El Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte anunció que sus diez diputados en Westminster votaron en contra del texto. Igualmente, el Partido Nacionalista Escocés (SNP, la tercera fuerza en el Parlamento británico) votó en contra.

También expresó su rechazo el líder del Partido del Brexit, Nigel Farage, al entender que el acuerdo no permite una verdadera separación de la UE por parte del Reino Unido. «Esto no es un Brexit», resumió.

Tras conocer el resultado, Boris Johnson insistió en que «lo mejor para Reino Unido y para toda Europa» es que el país se retire con este nuevo acuerdo el 31 de octubre. «No negociaré una demora con la UE y la ley tampoco me obliga a hacerlo«, aseguró, y luego añadió que continuará «haciendo todo lo posible para que el Brexit termine el 31 de octubre».

¿Qué pasará ahora?

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que “la pelota está en el tejado británico” para la ratificación de acuerdo del Brexit.

La Comisión Europea «toma nota de la votación en la Cámara de los Comunes», comunicó en su cuenta de Twitter Mina Andreeva, portavoz del titular de este organismo, Jean-Claude Juncker. «Corresponderá al Gobierno del Reino Unido informarnos sobre los próximos pasos lo antes posible», añadió.

Aunque varios líderes del Parlamento habían informado que debatirían y votarían el acuerdo de Johnson este lunes 21 de octubre, el titular de la Cámara de los Comunes, John Bercow terminó bloqueando la celebración de una nueva votación sobre el acuerdo de Brexit propuesto.

«Bercow dictaminó que autorizar la solicitud del Gobierno británico de un llamado ‘voto significativo’ sobre el acuerdo Brexit acordado con la UE equivaldría a debatir el mismo asunto dos veces», reseñó Actualidad RT.

«Mi decisión es que la moción no se debatirá hoy, ya que sería repetitivo y desordenado hacerlo», dijo Bercow este lunes a los parlamentarios.

Si los diputados rechazan el acuerdo de forma definitiva, lo más probables es que los británicos tendrán que ir a las urnas para elegir un nuevo Parlamento que decida finalmente qué hacer.

Para ello, Johnson necesitará pedir una prórroga de uno o dos meses a la UE para concretar la salida del Reino Unido. De momento, así lo solicitó formalmente en una carta sin firmar, acompañada de otra nota firmada en la que indica que él, personalmente, no quiere ninguna prórroga, según una fuente anónima citada por Reuters.

En tanto, el titular del Consejo Europeo, Donald Tusk, confirmó la llegada de la petición de Londres y anunció la activación de «las consultas con los líderes de la Unión Europea sobre cómo reaccionar», reseñó Actualidad RT.

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