Los arrepentimientos de la Concertación
“Me acuso Padre…”, así decíamos cuando, niños con cara de culo y escondiendo una mal disimulada sonrisa un pelín hipócrita, protegidos por la rejilla que te separaba del cura que te confesaba, -cura que en una de esas soñaba con ponerte la mano en la pierna-, sabiendo que como mucho te caerían tres padres nuestros […]