El día después de mañana

Pocas imágenes grafican tan claramente la profunda inquietud que dejó en la casta política la elección de 2012

Pocas imágenes grafican tan claramente la profunda inquietud que dejó en la casta política la elección de 2012. Muchos (sino todos) sufren por el “error político” del voto voluntario. Y rápidamente llaman a aprobar el voto obligatorio, igualándolo con el pago de impuestos. Mala comparación que muestra la tremenda desconexión entre la casta y la mayoría, que a esta altura, con dificultad, la tolera.

Después de todo, si Horst Paulmann es un evasor que ingresa mercadería haciéndola pasar como donación para ayuda humanitaria luego del terremoto, los impuestos son un lugar claro de desigualdad para la mayoría. Por eso queremos presentar 10 mentiras que estas elecciones dejaron en evidencia y proponer 3 cosas que creemos el movimiento social, que llamó a la abstención, debe realizar si quiere seguir su proceso de acumulación de armas morales.

Las Mentiras

1.- Las clases populares son ignorantes y votan por la derecha. La abstención va a ser baja y va a perjudicar a los candidatos más progresistas. Desde el principio señalamos que este era un gran error que nacía de una interpretación simplista y paternalista de las clases populares. En la práctica todo el sistema se vio remecido por el nivel de abstención. Creemos que queda demostrada la tesis de que el sistema hacía evidente su grado de descomposición moral y que eso afectaba a todos, pero incluso más a la derecha. Sin embargo, esto mostró la evolución política de aquellas coaliciones que hicieron la transición arreglada. En el fondo se necesitan. La competencia Labbé – Errázuriz, Tohá – Zalaquett, Sabat – Fernández, entre las más relevantes, hacen todavía  interesante el sistema para un 40% de las personas.

2.- La derecha ha sufrido menos la crisis política, que la Concertación porque su voto duro está en contra de las reformas pedidas por el movimiento social. Efectivamente quedó en evidencia el voto duro de derecha y Concertación, pero no era como decían las encuestas “serias”. Esto es algo muy interesante de mirar. Las encuestas “serias” (CEP, por ejemplo) mostraban que los grados de apoyo eran bajos para ambas, sin embargo invertían los datos, al poner con más voto duro a la derecha que a la Concertación. Absolutamente falso. Las clientelas de la Concertación tienen 20 años, las de la derecha son locales y han visto la crisis de una fuerza política sin capacidad de hacer política. Pero, también aparece una izquierda que decidió no negociar con la Concertación. La capacidad de crecimiento de cualquier fuerza política con propuesta de transformación radical es evidente. Hoy más de un 60% de lxs chilenxs sienten las elecciones entre el duopolio como algo podrido (de ahí la necesidad de funa, que justamente significa eso en mapudungun: dejar en evidencia lo podrido). Y si el voto duro de ambas coaliciones es tan bajo, aparecen fuerzas políticas que son capaces de acumular gracias a la línea cero tan pobre del sistema electoral. Por ejemplo, en Puente Alto el padrón que votó es tan bajo (30%), que la fuerza que es capaz de movilizar a un 16% de una comuna gana. Es paupérrimo, por lo que fuerzas como el PC, el PH o el PRO, pueden aparecer ganando mucho, pero en realidad sólo han mantenido un voto duro que ha mermado menos que el del duopolio que le da legitimidad al sistema. Lo que en una votación como la venezolana (con más del 80% de participación) te dejaría convertido en un partido con un 2% de participación electoral, aparece absolutamente sobredimensionado en Chile. No hay que mirar los porcentajes, sino los votos. Hay un deseo de innovación y cambio, que el sistema no logra representar. Los partidos del duopolio tienen clientelas y no militantes. Y siempre las clientelas son movidas por un relato que las aúna.

3.- Hemos oído el mensaje. 5ta parte. Como si fuera una nueva secuela de esas insoportables películas hollywoodenses volvimos a oír la frasecita. La dijo Lagos en la elección del 2000 cuando pasó a segunda vuelta con Lavín, la dijo Bachelet en la elección del 2006 en la misma circunstancia que Lagos, lo repitió el año 2006 la misma Presidenta en medio de la Rebelión Pingüina, después les tocó a los presidentes de partidos luego de las elecciones de alcaldes y concejales el 2008. Y la repitió Lagos la noche del 28 de Octubre del 2012. Lo que aún no sabemos es qué mensaje oyeron, pero está claro que aunque lo oigan, se les olvida rapidito.

4.- La hipótesis del elector – consumidor. En la lógica neoliberal opera el principio de la elección racional. La tesis de que nos comportamos como consumidores en todas las áreas de nuestras vidas, incluyendo la política. Debido a esto, ante la posibilidad de una abstención alta, pero menor al 50% o cercana a él, les permitía validar el sistema. Se usaron las campañas del terror más burdas y el desprestigio al trabajo que hacía la asamblea de organizaciones que sustentó #yonoprestoelvoto, llegando a acusarla de estar financiada con dineros de la derecha. Una sociedad de casta, donde no entiendes la mirada de otro porque ni siquiera lo conoces. Para la inmensa mayoría de lxs chilenxs el consumo es igual a deuda. Por muy mal que informen los medios, las contradicciones materiales entre el discurso exitista de los dueños del país y lo que la mayoría vive es absoluta. Basta con raspar la pintura para ver que Chile entero es una estafa. Como el Transantiago, la CASEN (ya a esta altura absolutamente deslegitimada), el caso Kodama, como el litio, como el mar, como la reconstrucción, etc, etc, etc. Creer que la gente no se da cuenta porque está comprando, es un desprecio a un mundo popular que no conocen. No deja de ser interesante constatar que es Puente Alto donde el Transantiago tenía los más altos niveles de evasión. Mientras el mundo social construye propuestas, el sistema electoral de Pinochet reproduce engañifas. La del 28 fue una de ellas.

5.- Ganamos. Sinceramente, no sé cómo alguien puede celebrar una victoria con un 12% de apoyo. Incluso menos en algunos lugares debido a la división de fuerzas de la propia derecha. Eso tiene un nombre analíticamente, se las llama victorias pírricas, en alusión a un rey griego del mundo antiguo que al percatarse de la mortandad asociada a su triunfo en una batalla contra los romanos señaló “otra victoria como esta y tendré que volverme solo a Grecia”. En la práctica es un sistema con nula representatividad y, por lo tanto, también baja legitimidad, pero además, donde el partido del orden institucional (UDI) es el que más pierde en caudal de votos respecto a 2008. Digámoslo como corresponde: patético.

6.- La democracia ha salido fortalecida. No hay que haber leído a Aristóteles para saber que la democracia es el gobierno de la mayoría. Si los que salen electos no cuentan con quórum mínimos de representación se produce una fragilidad sistémica. Hay contradicción absoluta entre el enunciado y la realidad. Los sistemas que funcionan en contradicción con sus principios son corruptos. Han negado la propia posibilidad de cambio al interior de ellos mediante recursos que el propio sistema traspasa constantemente. La corrupción y la corruptela son el punto nodal del sistema de partidos chileno. Como dijo uno que sabe: “Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad.». Realmente es un problema de ellos darse cuenta de que tienen que generar cambios, pero no saben qué hacer.

7.- La próxima elección batirá record de participación ciudadana en comicios municipales. Queda en evidencia la crisis del aparato analítico del sistema político. Los reportajes el día después lo decían claramente. A nosotrxs el corrector del computador nos lo había dicho cuando editamos el libro 2011. Aportes para interpretar una década de lucha por auto-educación: no le crea a las encuestas y los “cuentistas” políticos. A esta altura, si aplicaran los principios de la eficiencia que tanto exaltan deberían irse todos para la casa. No pueden diagnosticar porque sus instrumentos no logran ver lo que sucede. Si nosotrxs fuéramos ellos tendríamos un poco de susto. Pero, como las personas no cambian ni aun cuando la realidad les explote en la cara, sabemos que volverán a recurrir a las mismas soluciones.

8.- Ha sido un triunfo para la ciudadanía. Aquí hay que tener cuidado. Es innegable la relación capital – elecciones. Los candidatos que logran movilizar grandes sumas de recursos tienen una ventaja estadística absoluta con respecto a los que cuentan con menos recursos. Esto sólo es roto por 2 variables: caudillismos locales o trabajo territorial fuerte. El ejemplo obvio de lo 1° es Soria en Iquique. De lo 2°, la elección de los candidatos a alcalde del PC y la derrota de Ballesteros. Jadue es oriundo de Recoleta donde ha mantenido un centro cultural y además ha sido presidente de la Federación Palestina de Chile, que tiene un altísimo nivel de relaciones en la misma comuna. Algo semejante ocurre con Claudina Núñez en PAC, aunque esta vez también bajó su caudal de votos, al igual que todos. Por el contrario, Ballesteros no logró la acumulación del movimiento por la educación, que vio cómo aparecía al lado de Lagos y Velasco, que sólo un par de días antes habían ido a hacer campaña contra Chávez en Venezuela. Luego de la comparación entre los grados de participación y el apoyo a Chávez allá, versus la falta de representatividad de sus coaliciones acá, lo mínimo por vergüenza sería quedarse callados por mucho tiempo, pero, no, la gente no sabe dejar de hacer lo mismo una y otra vez, aunque los tiempos y la situación hayan cambiado.

9.- La soberbia fue derrotada. Para alguien que su partido acaba de obtener la votación más baja desde la década de 1930 es sencillamente terrible no mirarse al espejo para revisarse y descubrir que el fracaso propio no es mejor porque un contrincante eventual haya perdido más. A esta altura la articulación de los partidos que componen el duopolio se parece cada vez más a esa alianza entre liberales y conservadores que les hizo olvidar sus desavenencias con tal de mantenerse con oxígeno en el poder. Si se unen las fuerzas “progresistas” representan un 60% del 40%, o sea un 24% del total. ¿Cómo se vería un socialista con un DC y un RN juntos? Quizá a eso se refieran algunos que hablan de la necesidad de un Frente Amplio.

10.- La abstención no se va a resolver con llamados a la clase política a mejorar su oferta. Por lo tanto hay que volver obligatorio el voto. A esta altura las analogías son innegables. La frase matar al mensajero viene de la vieja tradición de eliminar al que te da una mala noticia. Era literal, no una metáfora. A esta altura es un carerrajismo (hablando en chileno) exigir algo, cuando el propio sistema no da el ancho. Seguir sosteniendo el principio de la representación soberana que instaló Guzmán en la Constitución y Lagos decidió mantener en su reformita, es impresentable. Debido a esta forma de entender al representante como soberano de sus representados es que tú, aunque hayas elegido a tu alcalde en primarias, una vez elegido, sigues dependiendo de la buena voluntad de él para consultarte sobre el plano regulador, la administración del sistema educativo, etc. No tiene ninguna obligación. Eso es más fuerte aún llevado al plano legislativo y presidencial. Pero, no hay que angustiarse, el sistema tiene capacidad de ser cada vez más carerraja, no sólo es que haya que tener obligación de ir a votar por ellos, sino que además debido a los altos costos de participar, el movimiento social y las organizaciones populares están condenados al fracaso en las contiendas electorales. A quienes beneficia el sistema económico les convienen ciertas personas, que son las mismas que instalan gigantografías. Pero, hay un problema para esta dupla capital – política: el movimiento social ha demostrado una plasticidad que hasta ahora no ha podido ser cooptada. Lo que nos lleva a las proyecciones que creemos deben tener nuestros debates.

Pro-posiciones

1.- Los 3 Chiles. En primer lugar hay que entender las subjetividades que se expresan en relación a la elección del 28. Pocas frases son tan evidentes como “vamos por más” de la primera, construida en la codicia. Su ausencia de límites la ha llevado a un nivel histórico de apoyo bajo el 15%. La gente los conoce y los reconoce. Para la casta dueña de nuestros recursos, de nuestros fondos de pensiones, de las empresas que alguna vez creo el Estado, y de tantas cosas más, sus mentiras son creíbles. Cree que la mayoría son estúpidxs. Perdieron mucho en esta elección. La UDI y RN lo reconocieron y se les chingó el candidato presidencial ex gerente de Paulmann.

La segunda subjetividad es la del miedo y vota por la Concertación. Cuando lo único que te queda son campañas del terror es que estás muy descompuesto. Triunfos nacidos del miedo sólo te vuelven súbdito, no sujeto político. Esta ya no tiene propuestas porque funciona al interior del sistema, pero ha sufrido mucho la perdida de recursos que ha gatillado la derecha. Acostumbrado a un sistema de becas, beneficios sociales, o al menos a no ser torturado por su contrincante, este sujeto que votó por la Concertación en masa (en comparación con el votante de derecha), llega a un magro 20% del total del padrón. 2 millones 700 mil votos, aproximadamente. Lejísimo de los niveles de movilización de votantes del año 88, cuando inventaron la Concertación y eran 17 partidos. Hoy, ni aliados con el PC logran ser mayoría, y por eso tienen miedo. Pero, a quién le temerán más: a la derecha “democrática” o a la fuerza de las organizaciones sociales que están en lucha.

Y está el tercer país, el de la creatividad. Las transformaciones sociales siempre son creativas porque son la emergencia de una solución nueva a un problema. La digna rabia como la llamaron los zapatistas es contagiosa. Pero, también lo son los procesos de autogestión y su articulación con la autonomía del movimiento social, lo que por ello es capaz de transformar los deseos y la materialidad. Las propuestas del mundo social han sido claras en la ley de pesca, en la propiedad de los recursos naturales, en el crecimiento energético del país, en el sistema de pensiones, en la educación, etc., y son radicalmente opuestas a las que la casta política ha aprobado. Lo mínimo que este Congreso debiera hacer si fuera decente es suspender todos los debates sobre temas estratégicos para el país y dejar que el pueblo decida directamente, pero, eso es demasiado pedir a quienes celebran un 20% como triunfo. La campaña #yonoprestoelvoto politizó la interpretación de la abstención. La pelota estaba picando en el área, pues era cosa de recordar los argumentos de la derecha cuando llamaba a apoyar la solicitud de renuncia de Chávez el 2005, en caso de superar el 50% de abstención. Esto debido al boicot electoral llamado desde la oposición para impugnar el sistema de votación. Las palabras de ayer, hoy caen sobre sus cabezas mostrando una campaña de boicot que se concilió muy bien con una subjetividad que está dispuesta a innovar y correr riesgos. Y sobre el sistema electoral, sólo decir que Salvador Allende Gossens tampoco prestó el voto.

2.- Cambios inmediatos, cambios mediatos. En la actualidad y ante propuestas como el voto obligatorio (que de aprobarse lo hará obviamente en el mes que pasan todos sus pescados podridos: enero), el movimiento social puede llamar conjuntamente a exigir cosas inmediatas. Nadie te puede obligar a participar en un sistema que está viciado de raíz, donde no existe un piso mínimo para la transparencia en los fondos de campaña, ni obligación de tener que cumplir programas, ni posibilidad de revocar a los representantes en caso de traicionar los principios que los llevaron al cargo. El caso de Fernando Flores, quien electo por el PS terminó apoyando a Piñera ronda lo patético y es una muestra del asco que le da a la mayoría un sistema donde esto es posible, pero sin embargo la quieren obligar a elegirlo igual.

Así, en muchas otras áreas, es impresentable que este Congreso siga rigiendo las vidas de una mayoría que no los ha elegido ni los legitima. Por ello en lo mediato es necesario intensificar 3 procesos en el movimiento social: la capacidad de articular propuestas colectivamente, la capacidad de coordinarse y cooperarse entre distintas organizaciones y mantener la movilización como principal instrumento de negociación. La crisis de representatividad dejada en evidencia el 28 de octubre es también un mensaje a los organismos represivos del Estado. Los que los mandan a reprimir los están usando: ¿volverán a utilizar las armas contra el legítimo poder constituyente del pueblo?

3.- El movimiento social por la educación y su estrategia de largo plazo. Pero, esto no se ha terminado y es necesario seguir avanzando, porque la fuerza social lucha o se anquilosa. En el ámbito práctico es necesario construir el tipo de educación que queremos sin esperar las migajas de los poderosos. Es necesario confiar en las propias fuerzas y evaluar adecuadamente la campaña por la abstención. No sólo fue eso, sino que además fue una funa a la casta política en las personas de Hinzpeter, Labbé o la propia elección que (quedaba en evidencia) se hacía en el mismo lugar donde sólo hace 39 años se torturó y mató. Como hacer comer a alguien en el baúl que esconde un cadáver: monstruoso y perverso, por eso hay que funarlo. Igual que el invento de esta democracia de baja intensidad. Es de esperar que el movimiento social no termine como en la horrorosa película que alude este título, donde desde el sur de Río Bravo, un presidente del imperio se dirige a los sobrevivientes de su país para informarles que los van a traer a casa (en México). El peligro de ser atrapados en una maniobra para “salvarnos” o “ayudarnos” a participar es muy grande y lo único que lo enfrenta es la lucha y la organización. Hoy es el control comunitario, mañana será poder real expresado en cuerpos, voluntades, mentes, y lo principal, sentimientos, que aprenden a golpear al poder, conjuntamente, al mismo tiempo, pero en muchas partes.

Mario Sobarzo M.

Centro de Alerta

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