Hacen un llamado a colaborar con el Comité de Vivienda Última Esperanza

Precipitaciones provocan daños e inundaciones en los campamentos de Lo Espejo

Una semana después del temporal, los vecinos y vecinas de los campamentos Obra de Ladrillo y Las Turbinas siguen sin tener sus casas habitables.

Por Meritxell Freixas

14/08/2015

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las turbinas

Las lluvias y el temporal que la pasada semana afectaron la zona central de Chile han dejado un escenario desolador en algunas de las zonas más vulnerables de la Región Metropolitana.

En la comuna de Lo Espejo, las 19 familias del campamento Obra de Ladrillo y las 8 de Las Turbinas vieron como sus casas quedaban anegadas por el agua que entraba tanto por el techo como por el piso de las casas.

las turbinas

Las mujeres y los niños abandonaron sus hogares y se trasladaron a la sede social del campamento de Obra de Ladrillo, la única sede social que quedó a salvo porque se encuentra sobre pilotes y con un suelo de madera alejado del agua.

Una semana después de las intensas lluvias, “las casas todavía están inhabitables”, afirma la presidenta del Comité de Vivienda Última Esperanza, Marianela Vázquez Salgado. “La mayoría de las personas que viven aquí son comerciantes y durante toda la semana no han podido trabajar porque no podían dejar la casa sola”, agrega.

Los afectados esperan que a partir del lunes los voluntarios de la organización Techo-Chile acudan a la zona para empezar a arreglar los techos y pisos de cada una de las casas. Los participantes contarán con el apoyo del personal de emergencias de la Municipalidad de Lo Espejo.

La presidenta ha asegurado que “es urgente desembarrar esta zona y hacer un tratamiento del suelo porque ahora está convertido en un auténtico basural”.

El Comité hace un llamado a colaborar con los damnificados mediante la aportación de materiales para la reconstrucción, como forros para las casas, palos para desembarrar, planchas, etc. Sin embargo, Marianela Vázquez apunta que “lo que más necesitamos ahora mismo es una cocinilla a gas porque estamos cocinando a leña”. Además también se están recogiendo colchonetas, frazadas y todo tipo de ropa.

Terminar con los campamentos

Las familias abandonaran los campamentos el próximo mes de enero arrendarán otros espacios mientras en esta zona se construyen las nuevas casas que se les adjudicarán en 2017.

Datos anunciados por Techo-Chile el pasado mes de mayo revelan que en el país existen aún 676 asentamientos en los que viven unas 32.500 familias en condiciones de extrema vulnerabilidad. Según los registros de la organización, “la problemática no está mejorando” y el número de familias va en aumento. Unas cifras que se alejan radicalmente de los propósitos que los diferentes gobiernos chilenos han prometido acerca de terminar con los campamentos y ofrecer soluciones habitacionales a las comunidades implicadas.

Meritxell Freixas 

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