Magallanes rechaza a las asquerosas y destructivas salmoneras

En carta entregada el martes 22 de julio a la Intendenta de la Región de Magallanes, Eugenia Mancilla, organizaciones civiles de Punta Arenas y Puerto Natales -fundamentalmente de pescadores y ligadas al turismo- manifestaron su enérgico rechazo a un inminente «Acuerdo» favorable a la tóxica actividad salmonera


Autor: Francisco

En carta entregada el martes 22 de julio a la Intendenta de la Región de Magallanes, Eugenia Mancilla, organizaciones civiles de Punta Arenas y Puerto Natales -fundamentalmente de pescadores y ligadas al turismo- manifestaron su enérgico rechazo a un inminente «Acuerdo» favorable a la tóxica actividad salmonera. Este sería suscrito por el Gobierno Regional y Salmon Chile, con el auspicio de la FAO, en el contexto de un seminario sobre salmonicultura a realizarse el jueves 24 del presente en la Universidad de Magallanes, en Punta Arenas.

Los firmantes expresan su decisión de «desconocer la legitimidad del Acuerdo a cuya firma se nos ha invitado a presenciar, sin que se hayan considerado nuestros argumentos». Las organizaciones firmantes reclaman que tal Acuerdo es de origen, contenido y propósitos desconocidos, insertándose en la larga colección de acuerdos que firma la Salmon-Chile, y que luego sus industrias asociadas no respetan.

Según los firmantes, la industria salmonera ha utilizado la firma de acuerdos y convenios hechos en entre cuatro paredes «para que no existan testigos posteriores» de los incumplimientos.

Los firmantes expresan que los acuerdos laborales y de seguridad firmados por la Industria Salmonera «son tan numerosos como los trabajadores muertos que acumula esta industria año tras año». En los primeros siete meses de este año, cinco buzos han muerto en los centros de cultivo de salmón. Por ejemplo la Mesa de Revisión Laboral sobre Salmonicultura empezó en julio de 2006 y terminó en marzo del presente con el retiro de todas las organizaciones de trabajadores, que se produjo porque Salmón Chile fue incapaz de asegurar que los sueldos podrían ser pagados a tiempo por sus empresas asociadas. Mediante el funcionamiento de esta Mesa no se pudo mejorar ningún otro aspecto de seguridad y condiciones laborales.

Cabe considerar que la industria salmonera chilena tiene a su haber el triste record de ser la de mayor mortalidad en el mundo entre sus tarbajadores, en especial los buzos, los que son obligados a descender a 40 metros de profundidad cuando sólo están preparados para hacerlo hasta 22 metros. Además, las salmoneras chilenas no respetan el fuero maternal, despidiendo en muchos casos a las obreras que quedan embarazadas como ocurrió en junio pasado en la empresa Nova Austral, filial de Pesca Nova (España), Rgión de Magallanes. Allí dos mujeres fueron despedidas por las razones antes señaladas.

Sólo este año, 5 buzos salmoneros han muerto como resultado de la nula seguridad con la que operan las empresas salmoneras. Pero, a pesar de todo esto, Salmon Chile instrumentalizó la mencionada Mesa de Revisión Laboral para sostener a nivel nacional e internacional que era una actividad que dialogaba y respetaba a sus trabajadores.

Respecto del daño ambiental, a la pesca artesanal y al turismo de esta nociva actividad, habría que señalar que todas las aguas, fondos marinos y de lagos, playas adyacentes o utilizadas en actividades de la salmonicultura han sido total o parcialmente destruidas y/o contaminadas como efecto del desastroso proceder de esta actividad económica altamente destructiva. Todo el mar interior de Chiloé, donde se extraía el 79% de los productos del mar consumidos en todo Chile, se encuentra casi totalmente contaminado como resultado de veinte años de intervención de la salmonicultura. En la Décima Región, 10 mil pescadores artesanales han perdido su empleo como resultado de la contaminación de los mares. En el Estuario de Reloncaví (Décima Región) no sólo se ha visto afectada la pesca artesanal, sino que también el turismo, el que practicamente ha desaparecido. LAlgo similar está ocurriendo en Puyuhuapi y canal Jacaf (Región de Aysén).

La carta antes aludida está firmada por el Sindicato de Tripulantes de Naves Especiales (SITONERS) de Punta Arenas, representantes de la Coordinadora Patagonia sin Salmoneras, de la Asociación de Guías de Turismo, de la Cámara de Turismo de Puerto Natales y de la Agrupación de Pescadores Artesanales de Puerto Natales.

Es importante mencionar que el Consejo Municipal de Puerto Natales no se dejó impresionar por la visita de ejecutivos de Salmon Chile -que en la practica opera como una agencia de publicidad-, quienes asistieron a una sesión especial del Consejo del 11 de julio, hecha en forma privada a petición de Salmon Chile. Salmon Chile trabaja a puertas cerradas, en forma clandestina, para evitar que las comunidades futuramente afectadas por su intervención, se enteren de la puesta en marcha de sus actividades.

En su última reunión regular, de 18 de julio, el Consejo Municipal de Natales acordó solicitar una moratoria a la entrega de concesiones acuícolas para salmonicultura, la prohibición para que la industria siguiera descargando sus peces muertos en el Vertedero Municipal y cambios profundos en la normativa vigente para evitar que la salmonicultura genere en Natales la crisis ambiental y sanitaria que ha provocado una catastrofe ambiental en la X Región de Los Lagos.

A mediados de Junio, Puerto Natales se incluyó en las zonas afectada por virus ISA, situación que ha intentado infructuosamente de minimizar el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) mediante la entrega de información errada e incompleta, como aseveran también los firmantes de la carta entregada hoy en la Intendencia de Magallanes.

Francisco Marín


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