Movimiento de los Pueblos continúa poderosa ofensiva en defensa del mar

Calbuco, Puerto Montt, Pepiukelén, Estero Huito

Calbuco, Puerto Montt, Pepiukelén, Estero Huito.- La gira que hace pocos días realizaron a la Décima Región el senador Nelson Ávila y miembros de la campaña Salvemos el Mar Chileno, que es levantada por el Movimiento de los Pueblos (MP), resultó altamente fructífera.

Mientras la Concertación y la derecha se enfrascan en falsas disputas y debates anodinos, puesto que ambos bloques representan a capitalistas y saqueadores del territorio, los pueblos de Chile continúan consolidando la organización de la resistencia.

El MP decidió el día de su fundación, 6 de diciembre de 2008, dar una fuerte ofensiva en defensa del mar, dado lo avanzado de su destrucción y el inminente intento por privatizarlo. Además, considerando que de nada sirve el debate político sino se refiere a los conflictos y problemas que a diario enfrentan los pueblos en sus luchas de liberación.

La campaña ha resultado todo lo potente que se imaginó en un principio y ha permitido ampliar y fortalecer la unidad de los pueblos y de su herramienta de articulación que es el MP. A la lucha por detener la pesca de arrastre, que es encabezada por los pescadores comandados por el dirigente de los pescadores y miembro fundador del MP Cosme Caracciolo, se suma la ofensiva total contra de las salmoneras, causantes de la más grande destrucción del territorio que los padres fundadores de la patria hubieran podido imaginar.
Para avanzar en la defensa del mar y en su recuperación para los pueblos, el MP preparó una gira a Región de Los Lagos a la que invitó al senador Nelson Ávila, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado. Esta se desarrolló el 15 y 16 de enero pasados, pocos días después que la citada Comisión realizará  una sesión especial en la que, a partir del tema de la fuga de salmones, se derivó en una especie de juicio histórico a esta industria hipertóxica.

La comitiva al sur estuvo integrada, además del parlamentario, por Francisco Marín (El Ciudadano) y Héctor Kol, coordinadores –junto a Cosme- de la Campaña Salvemos el Mar. Los acompañó  Luis Vera, dirigente de la  Federación de Trabajadores de Industrias Pesqueras (Fetrainpes) y el fotógrafo patagón Carlos Gutiérrez.

Pepiukelen

A las 11 de la mañana del jueves 15 visitaban la comunidad huilliche-lafquenche “Pepiukelen”, que está enclavada en un paisaje de singular belleza: frente al canal de Chacao, siempre visitado por toninas y toda una rica fauna marina; rodeada de boscosos montes y de una larguísima playa otrora de arenas suaves y limpias; cubierta por cielos que alcanzan el azul profundo el que se une en armoniosa síntesis con el aire de los mares del sur.

Las risas inocentes aunque dolidas de los que allí habitan sin duda son deudoras de esta belleza violada.

Los defensores del mar que visitaban Pepiukelen fueron cariñosamente recibidos por los comuneros entre los que se encontraba Francisco Vera Millaquén, dirigente local. En pocos minutos de visita se pudo, una vez más, dimensionar la herencia maldita de 30 años de salmonicultura. Basura por todos lados; nube infranqueable de olor nauseabundo; el estero de la comunidad -donde hasta hace pocos años se podía beber agua- que hoy no sirve ni para bañarse de sucio que está; lobos marinos muertos a balazos reposando su final en la playa; cámaras que filman la vida privada de las antiguos habitantes del invadido territorio; pasos, playas y caminos cortados por las empresas; contaminación del mar, ductos clandestinos y contaminantes ignorados por años por las autoridades.

Y el Estado salmonero no haciendo nada para proteger a los afectados de tanto abuso.

Aguas Azules de Calbuco

Más tarde, la comitiva del MP y el senador Ávila se trasladó al Estero Huito. Este fue el primer sitio marino ocupado por la salmonicultura que dio señales de colapso. Fue el 2004: de un momento a otro esta entrada de mar de 3 kilómetros cuadrados de superficie, que se hallaba sobresaturada de balsas jaulas con salmones sufrió la muerte repentina de todos los peces exóticos. El caso, la enfermedad fue bautizada por los lugareños y quienes supieron de ella como “síndrome huito”, puesto que nunca se supo porque y de que murieron todos los salmones tan repentinamente. Nadie les dijo nada. Nadie les había preguntado nada tampoco cuando se autorizaron estos centros de acuicultura industrial que impidieron el libre tránsito por el agua, la salida al mar, y el uso de los recursos que por cientos de años las comunidades aledañas habían ocupado.

Al poco tiempo que se retiraron todos los centros salmoneros de este lugar los que fueron reemplazados por cultivos de mitilidos (choritos) que completan el cuadro de contaminación visual y biológica del lugar.
Más tarde la comitiva se traslado a la ciudad de Calbuco. Allí nos reunimos en la plaza con miembros del comité ambiental Aguas Azules, quienes mostraron todo su caudal de lucha en defensa del territorio. Jóvenes y en su mayoría mujeres, los miembros del comité contaron y mostraron el drama que vive su pueblo arrasado por las salmoneras.

Escucharlos fue triste pues comprendimos que la dictadura nunca ha terminado del todo, al menos en Calbuco. Nos contaron que a ellos, defensores de la pureza de las aguas, no se les permite hacer actos públicos o informativos del daño que provocan las salmoneras. Agustina, la vocera de la organización es constantemente detenida e impedida de moverse libremente por su pueblo.

En las aguas marinas que rodean esta ciudad, está lleno de salmoneras que tienen completamente contaminado el lugar. Las playas están sucias y los bancos naturales que daban alimento y otros recursos a la comunidad hoy se encuentran destruidos. La pesca artesanal se encuentra moribunda por la escases de recursos y las salmoneras están abandonando y cerrando plantas fruto de la mortandad de peces que se registra.

La ciudad todavía vive los ecos de la gloriosa huelga realizada por los obreros de Aqua Chile, que al principio de 2008 hizo temblar a esta ciudad pesquera, la que fue sometida por medio de feroz represión policial la que incluyó acreditados casos de torturas policiales.

Los miembros de Aguas Azules, nos dieron detalles del proyecto que se vota en el Consejo de Ministros de la CONAMA el próximo 26 de enero. Se trata de una planta de acopio de combustibles que se quiere construir en un humedal ubicado en la periferia de la ciudad, sobre las napas que alimentan de agua a este poblado, lo que podría implicar el fin de esta ciudad. Aunque la Corema rechazó aprobar este proyecto, las presiones de la empresa gestora del plan, Copec, podrían hacer temblar las certezas de los ministros, con la misma facilidad con la que las balsas jaulas salmoneras ceden hoy –en tiempos de crisis- hasta a la más suave brisa, haciéndose “fugar” a millones de apestados salmones cuyo precio cada día se acerca más a cero.

Ese jueves 14 concluyó con un importante encuentro con trabajadores y dirigentes sindicales salmoneros, asociados a Fetrainpes, el que se realizó en el centro de Puerto Montt. En la ocasión se escucharon testimonios impactantes respecto del trato que se le da a los trabajadores en esta industria. Despidos de embarazadas, maltratos laborales, abuso de poder era la tónica.
Pero se fue más allá de la denuncia y se avanzó en la construcción de una plataforma programática de los pueblos del sur, en el contexto de la desaparición de la industria salmonera, que se verificará a más tardar en mayo de este año.

Se trató acerca del proyecto de privatización del mar y de salvataje a los dueños de las empresas hoy cadavéricas. Se planteó que toda ayuda del gobierno debe ir hacia los trabajadores y comunidades afectadas y no hacia quienes han destruido a las comunidades y el medio ambiente con su desmedida y basurista ambición.

También se habló de construir un  nuevo modelo para las regiones del sur basado en la protección del medio ambiente y en el manejo sustentable de los recursos. En este sentido se recogió el planteamiento hecho por los pescadores de Aysén (AGO de Aysén) en el que se sostiene que la producción de harina de pescado debe desaparecer para  dejar paso a la captura de peces sólo con destino de alimentación de humanos. Con relación a esto, se planteó que los cesantes de la salmonicultura podrían formar cooperativas que manejen plantas de procesamiento de pescados que sean provistos por la pesca artesanal.
Se habló también de la necesidad de reconstruir el sistema educacional de las regiones afectadas por la extinta industria salmonera, puesto que muchos de sus planes daban por hecho la existencia de esta industria.

Finalmente se habló de fortalecer la unidad de los distintos sectores sociales en la perspectiva de refundar Chile, y dar justicia a los pueblos que luchan.

El viernes 15 se cerró la expedición del MP y el senador Ávila en la Décima Región con una concurrida conferencia de prensa, en la que se estableció con claridad que la salmonicultura había dejado como herencia un crimen ambiental y laboral del que alguien tenía que hacerse responsable.
Ávila anunció querellas contra los responsables del daño provocado, anunció la próxima presentación de un proyecto de ley que regule o impida la actividad salmonera, y expresó su rechazo al proyecto presentado por el Gobierno sobre la acuicultura (que fue adelantado en exclusiva en El Ciudadano de enero).

Francisco Marín

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