Organismos de derechos humanos y psiquiatras denuncian crisis de la salud mental en Chile

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, médicos psiquiatras, un representante de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos y el Movimiento por el Derecho a la Salud Mental (Mdsm), denunciaron este martes 8 de noviembre la regresión que han tenido las políticas en la materia, que no aseguran la rehabilitación y reinserción de los pacientes psiquiátricos, […]

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, médicos psiquiatras, un representante de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos y el Movimiento por el Derecho a la Salud Mental (Mdsm), denunciaron este martes 8 de noviembre la regresión que han tenido las políticas en la materia, que no aseguran la rehabilitación y reinserción de los pacientes psiquiátricos, así como el caso puntual del Hospital El Peral, donde el desmantelamiento de la Unidad de Mediana Estadía tiene a sus pacientes en un grave estado de vulnerabilidad.

En la sede del ex Congreso, Gonzalo Taborga, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; los psiquiatras Ximena Peñailillo y Martín Cordero; y Ronald Wilson, asesor y representante del diputado Juan Pablo Letelier, quien es presidente de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, y miembros del Mdsm, expusieron sobre la violencia que implica el estado de la salud mental en nuestro país.

Taborga denunció el abandono en que está, así como la “situación deshumanizada y carcelaria” al interior de los hospitales psiquiátricos.

“Hace falta un enfoque más moderno y humanista, ya que no se requiere aislar de por vida a las personas como en una cárcel”, afirmó.

Continuando con la oscura trama iniciada desde que se conoció un reportaje televisivo en el que se mostraban maltratos de parte de funcionarios del Hospital El Peral, en contra de pacientes (vea reportaje en El Ciudadano nº 113), el Presidente de la Comisión leyó una declaración redactada junto al Movimiento por el Derecho a la Salud Mental, organización ciudadana de profesionales y familiares de pacientes, que aborda el tema desde un enfoque de derechos humanos.

En ella rechazan la administración actual de dicho Psiquiátrico, así como el carácter delictual de los abusos.

“Los antecedentes que hemos recogido a través de informes, la desarticulación de unidades que funcionaban muy bien, las negligencias que provocaron muertes, el cambio de medicamentos sin avisar, entre otras situaciones, nos lleva a la conclusión que la salud mental no ha alcanzado los estándares modernos de capacitación de los recursos humanos, infraestructura y tratamiento”, indicó el abogado.

Asimismo llamó a la opinión pública a impulsar un movimiento social que exija políticas de Estado que beneficien a los pacientes.

PERSECUCIONES

Taborga también señaló que no se han respetado los equipos de trabajo, desarticulándolos y violando derechos de los pacientes y trabajadores.

Por su parte, la doctora Ximena Peñailillo -sumariada por los maltratos, aunque no ocurrieron en su Unidad- destacó el abandono terapéutico en el que se encuentran muchos pacientes, y denunció la falta de financiamiento para aplicar políticas en otra dirección.

La psiquiatra, ex Jefa de la Unidad de Mediana Estadía, indicó que el desmantelamiento de su Unidad «fue político».

“Curiosamente, se me responsabiliza de hechos que ocurrieron en un lugar donde yo no tengo nada que ver. Se me acusa, además, de la infiltración del periodista que grabó los abusos, e incluso de los problemas de infraestructura que tiene el Hospital”, señaló, haciendo referencia a las palabras que Juan Manuel Toso –director del Servicio de Salud Metropolitano Sur- dijo en televisión, una vez conocido el reportaje de “Aquí en Vivo”.

La Unidad de Mediana Estadía atiende a pacientes complejos, y en sus años ha logrado reinsertar a 200 personas, sacándolas a hogares protegidos. Sin embargo, hoy se encuentra descabezada, falta de profesionales, y su enfoque genera rechazo en los funcionarios de otras unidades, que temen perder su trabajo si escasean los pacientes.

Los profesionales señalaron que la precariedad de El Peral se repite en todos los recintos de salud mental de Chile, señalando a la institución manicomial como un modelo que, aunque en el mundo está en vías de desaparecer, en nuestro país los propios funcionarios se niegan a abandonarlo.

+ INFO: MDSM

Por Cristóbal Cornejo

El Ciudadano

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