La fuerza del colectivo consigue sumar 36 días de paro

¿Qué llevó al empoderamiento de los funcionarios del Registro Civil?

Durante la última década la Asociación Nacional de Empleados del Registro Civil (Anercich) se ganó un espacio de legitimidad dentro de la estructura del servicio mientras que el organigrama directivo hacía frente a escándalos, corruptelas y vacíos de autoridad.

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El paro de funcionarios del Registro Civil suma hoy su día 36. El gallito que el servicio sostiene con el Gobierno evidencia cada día más la fuerza que la Asociación Nacional de Empleados del Registro Civil (Anercich) ha sido capaz de acumular a lo largo de los últimos años.

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El precedente más recordado de las movilizaciones actuales se remonta al 2013, durante el gobierno de Piñera, cuando el servicio estuvo paralizado por más de tres semanas –del 29 de agosto al 26 de septiembre– para luchar por un aumento de grado que beneficiara a los trabajadores a partir de enero de 2014.

Pero ¿cómo ha conseguido empoderarse la Anercich? ¿Qué rol juega su dirigente Nelly Díaz?

CIPER Chile publicó ayer un reportaje en el que explica cómo el sindicato ha ido acumulando poder mientras que la dirección de la institución ha ido perdiéndolo por múltiples crisis y escándalos que la acecharon.

Según explica el medio, “funcionarios del registro e incluso autoridades de gobierno reconocen que ha sido una década traumática para el servicio marcada por una prolongada ausencia de liderazgo y por sucesivos escándalos de corrupción, irregularidades y malos manejos”.

Un período de inestabilidad que empezó a trenzarse en 2008, con la destitución del ex director Guillermo Arenas, quien ocupó el cargo durante el primer gobierno de Bachelet y fue destituido por prácticas corruptas en la licitación de una nueva plataforma tecnológica del Registro.

Desde entonces, un par de datos ejemplifican la fragilidad que acarrea el organismo: en la última década ocho directores han desfilado por el servicio. De éstos, sólo cuatro han ejercido el cargo como titulares.

Sería precisamente este vacío de autoridad interna y la falta de estabilidad la que habría provocado el aumento del poder de la asociación gremial: “La Anercich se empoderó a tal punto que terminó ‘cogobernando’ la entidad pública”, apunta CIPER.

La imagen del Registro Civil se ha personificado en la figura de la dirigente del sindicato, Nelly Díaz, quien encabeza la organización desde 2009, con 35 años de labor en la entidad.

Relata CIPER Chile que la dirigente influyó en la toma de decisiones importantes, “como nombramientos de jefes intermedios, ascensos y ha sido clave para evitar despidos si los afectados –independiente de su eficiencia- eran leales a la dirigencia”, hasta el momento en que salió la ex directora Teresa Alanis.

Sin embargo, hay quienes sostienen que es su cercanía con los empleados la que le brindó el aval, la legitimidad y el apoyo para mantener durante más de un mes una huelga que ha sido duramente criticada y criminalizada por los medios de comunicación y gran parte de la opinión pública.

Un ejemplo evidente de eso recae en la estrategia negociadora de la dirigente, que traslada todas y cada una de las decisiones a las asambleas regionales. Díaz mantiene su apuesta por el asamblearismo y es fiel a las bases de su organización.

Hoy lo demostró una vez más. A pesar de que los funcionarios de la Región Metropolitana ya rechazaron ayer la nueva propuesta del Gobierno, el “no” concluyente llegó con las votaciones que se celebraron en las distintas regiones. Fue entonces que se dio por descartada definitivamente la oferta del Ejecutivo.

Meritxell Freixas

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