Convocatoria para una izquierda de mayorías

En distintos momentos de la post dictadura sectores de izquierda se han sumado para articular un referente que los aglutine y puedan ofrecer una alternativa para el país. En los ’90 fue el Movimiento de Izquierda Democrático Allendista, Mida, y más recientemente el Juntos Podemos, que logró articular al Partido Humanista, la Izquierda Cristiana y al Partido Comunista. La diferencia de este nuevo movimiento, centrado en 12 puntos es que éste partido ya no opera como fuerza centrípeta, debido a su alianza con los partidos de la Concertación que hoy integran la Nueva Mayoría.

El documento suscrito destaca que los firmantes provienen de “trayectorias diversas pero convergentes en materias esenciales”. Entre los firmantes están los ex candidatos presidenciales, Jorge Arrate, Tomás Hirsch (Partido Humanista) y Sara Larraín (ecologista); el ex dirigente estudiantil y hoy director Fundación Nodo XXI, Francisco Figueroa; el ex Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Guzmán; y el actor Alfredo Castro, entre otros.

En una entrevista reciente, Jorge Arrate, daba cuenta que las reformas propuestas por la Nueva Mayoría eran insuficientes, sobre todo respecto de los recursos mineros. “A todos les interesa que el cobre sea chileno. El cobre está ahí y es muy raro que en la reforma tributaria no se toque ni con un pelo a las grandes mineras. Creo que hay un conjunto de objetivos en los que están trabajando que esta bien, pero la frontera que construyeron para eso deja fuera muchas cosas y eso no puede ser”- sostuvo el ex candidato presidencial.

Para ello propuso como indispensable que “haya un régimen o estatuto sobre los recursos naturales y que se haga justicia en el sentido de que permita que el país recupere la riqueza que le corresponde. Para ello hay distintas formulas y habrá que discutirlas pero el objetivo tiene que ser ese y no solo el cobre sino también el litio, el agua, todos recursos por los cuales las grandes empresas no pagan nada”.

Arrate sintetizó sus expectativas respecto del gobierno de Bachelet diciendo que “tengo alguna esperanza pero no soy optimista”.

A través de una carta publicada en El Mercurio, Francisco Figueroa, junto al diputado Gabriel Boric, advertían sobre la reforma educacional de Bachelet, diciendo que se trata de “anuncios disímiles. Que el voucher se acaba. Que el voucher crecerá. Que las universidades del G9 recibirán igual trato que las estatales, que estas tendrán un trato privilegiado. Que habrá gratuidad vía financiamiento a las instituciones, pero a la vez que se perfeccionará la fijación de aranceles. Es cierto que hay aspectos puntuales positivos. Pero ello no hará de la educación algo distinto. Si la voluntad de cambio es real y no existe una opción política a favor del mercado, la única razón de este proceder es evitar una confrontación abierta con los poderes fácticos”.

A TRANSFORMAR CHILE

Los 12 puntos se tratan de temas que consideran fundamentales para la “transformación de Chile”. Entre ellos destacan la necesidad de realizar una Asamblea Constituyente aprobada por plebiscito ciudadano como mecanismo para una Nueva Constitución; el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios y se construya un Estado plurinacional; un modelo económico y social participativo, con un Estado protagónico y no subsidiario; una nueva legislación laboral y un nuevo estatuto para los recursos naturales que garantice la sustentabilidad. Otro punto que realzan es dotar al país de una educación y salud pública gratuitos y de alcance nacional.

Otros firmantes del acuerdo son Salvador Muñoz, Álvaro Ramis, Carlos Ruiz, Diamela Eltit, Efrén Osorio, Fabiola Letelier, Faride Zerán, Fernando García, Francisco Carreras, Jaime Huenun, José Aylwin, Manuel Jacques, Pía Figueroa y Roberto Celedón.

El documento dice que “compartimos la voluntad de construir un Chile más justo, libre e igualitario y el convencimiento de que tal aspiración no se realizará bajo el agotado modelo político actual”.

LOS 12 PUNTOS:

1. El soberano es el pueblo y la Asamblea Constituyente, democráticamente electa y aprobada por plebiscito ciudadano, es el mecanismo necesario e irrenunciable para elaborar una Nueva Constitución.

2. Chile debe reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios y construir un Estado plurinacional integral que defienda sus derechos como tales.

3. La regionalización y descentralización son fundamentales para un desarrollo equilibrado con recursos financieros y grados de autonomía para las regiones.

4. El país requiere un modelo económico y social participativo, con un Estado protagónico y no subsidiario, que impulse una creciente igualdad económico-social, una cultura solidaria y el respeto por el medio ambiente natural.

5. La legislación laboral debe reconocer la dignidad del trabajo, el rol de los sindicatos, el derecho a huelga efectivo y el de todos los trabajadores a negociar colectivamente a través de sus organizaciones sindicales.

6. Un nuevo régimen para los recursos naturales debe garantizar la sustentabilidad, hacer del agua un bien colectivo y, en el caso del cobre y otras riquezas, permitir la justa recuperación para el país de las ganancias que generan.

7. Chile requiere sistemas públicos, gratuitos y de alcance nacional de educación y salud, en tanto derechos universales, y un sistema de pensiones de fundamento solidario.

8. La política cultural debe ligar la creación y la cultura a la formación de ciudadanos instruidos y sensibles, superar las discriminaciones, y garantizar medios de comunicación plurales, que aseguren la manifestación de los múltiples imaginarios que conforman nuestra identidad, y el acceso de todos a estas creaciones.

9. El Estado y los ciudadanos deben hacer realidad la igualdad social y cultural de la mujer y garantizar efectivamente sus derechos.

10. La igualdad de derechos como principio supone que, cualquiera sea la opción y condición sexual de cada persona, todas pueden constituir una familia reconocida por la ley.

11. El fomento de la integración con América Latina, el desarme regional progresivo y la disposición de Chile a considerar la reivindicación de Bolivia por una salida soberana al Pacífico, son lineamientos necesarios para una política internacional latinoamericanista.

12. Verdad, justicia y reparación en materia de derechos humanos reconocidos internacionalmente y la necesaria anulación de la ley de amnistía de 1978, junto a una efectiva igualdad ante la ley, darán a Chile una ética para la convivencia.

M.B.R.

El Ciudadano

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