El expediente del mayor financista del «A Favor»: Pinochetista, acusado de violencia intrafamiliar y despedir a su hija por quedar embarazada

El empresario Nicolás Ibáñez Scott y su hijo homónimo, donaron en conjunto la gigantesca cifra de $99.807.260 a la campaña del "A Favor".

El empresario Nicolás Ibáñez Scott -exdueño de los supermercados Líder y accionista de la pizzería Papa John’s- junto a su hijo homónimo son los principales donantes de la campaña del «A Favor».

Juntos donaron la gigantesca cifra de $99.807.260, de acuerdo con los reportes del Servel citados por La Tercera, referentes donaciones de platas para los distintos partidos que participan del plebiscito del próximo 17 de diciembre, donde la ciudadanía decidirá si se aprueba o no la propuesta de nueva Constitución emanada por el Consejo Constitucional.

El hijo -Nicolás Ibáñez Varela, administrador de fondos inmobiliarios- aportó $72.900.000 para el Partido Republicano por $72.900.000, mientras que su padre otorgó $20.000.000 a ala colectividad que encabeza José Antonio Kast e hizo una donación a la UDI por $6.907.260.

Hasta el viernes pasado, la opción del «A Favor» había recibido $194.872.256, equivalente a un 99,82% de las donaciones. Por otro lado, el «En Contra» apenas ha acumulado $361.000, equivalente al 0,18% de donaciones.

El empresario y pinochetista, Nicolás Ibáñez, es conocido por haber comprado todos los ejemplares de un diario en 2002, para que no se conociera una acusación de violencia; así como por desvincular a su hija de la fundación que dirigía por quedar embarazada de una pareja que él no aprobaba por la familia.

Como férreo admirador del dictador, en 1999 puso en los jardines del entonces edificio corporativo de D&S una placa que rezaba “Augusto Pinochet Ugarte, Patriota Soldado y Estadista Visionario” y en una entrevista con la Revista Capital realizada en 2004, aseveró que “A Pinochet le tengo una enorme gratitud”.

En septiembre de 2012, Ibáñez concedió una entrevista al diario La Segunda en la que abordó distintos temas de la contingencia de la época, entre otros, cuestionó que el 19 de septiembre fuera un feriado irrenunciable por considerar que “es un lujo que el país no se puede dar” y porque, dijo, a “la gran mayoría le gustaría tener la opción de comprar ese día, y otros necesitan trabajar”.

Violencia intrafamiliar

Un episodio de violencia intrafamiliar protagonizado por el empresario está contenido en la causa 397-2000. En agosto de ese año (2000), su esposa, María Carolina Varela, interpuso una demanda en su contra por “hechos de violencia” ante el 30° Juzgado Civil.

La violencia de que me ha hecho víctima el denunciado comenzó hace ya largo tiempo (…) Me ha agredido física y psicológicamente”, relató la mujer en la causa.

En tres oportunidades María Carolina Varela dejó constancia ante Carabineros de la 47ª Comisaría de Los Dominicos de las agresiones de que era víctima. En una de ellas, fechada el 14 de julio de 2000, se puede leer: “En circunstancias que teme a la reacción de su cónyuge, ya que éste la agredía física y psicológicamente desde el inicio de su matrimonio, insultándola con palabras groseras frente a sus tres hijos, cerró el domicilio y cambió la chapa de la puerta principal”.

Ibáñez negó en al menos tres oportunidades haber golpeado a su mujer. En el proceso, sin embargo, consta la descripción de un episodio de violencia narrado por la madre de María Carolina, Cecilia Noguera Echeñique, quien declaró como testigo.

El 6 de octubre de 2000, esta mujer relató una escena que le tocó presenciar “hace quince años atrás”, en una cena familiar de Año Nuevo. Según relata, ella y María Carolina estaban en la cocina. De pronto entra Ibáñez, “y pesca a mi hija, la saca del pelo, arrastrándola por la alfombra del comedor (…) Este hecho fue para nosotros una muerte en vida”, afirmó Cecilia Noguera en esa oportunidad,

Según el relato de María Carolina Varela, los ataques constantes de Ibáñez le provocaron bulimia, angustia y depresión.

A poco de conocer la causa, el 16 de agosto de 2000, la jueza María Eugenia Campo resolvió concederle protección policial a Varela y a su grupo familiar, “velándose por la seguridad física como psicológica de éstos de cualquier eventual acto de agresión proveniente del demandado don Nicolás Cirilo Ibáñez Scott, restringiéndosele a éste el ingreso al hogar de la demandante”.

Dos meses después, la magistrado reiteró las citadas “medidas precautorias” en favor de mujer. En 2002 cuando el diario La Nación sacaría a luz pública estos hechos, Ibáñez compró todos los ejemplares de aquella edición para tratar de obstaculizar que la verdad saliera a la luz.

Despidió a su hija embarazada

Carolina Ibáñez Varela recibió en mayo de 2018 el último sueldo de parte del grupo Drake, controlador de Chile+Hoy, una entidad creada por su padre, el empresario Nicolás Ibáñez, para distribuir aportes a un conjunto de fundaciones y ONGs, y que maneja un presupuesto anual de unos 2.000 millones de pesos.

La abogada era hasta esa época uno de los pilares fundamentales de su padre y en abril de 2017, poco antes de quedar embarazada, concedió una entrevista a Revista Capital relatando lo mucho que le había costado tomar la decisión de dejar la carrera que se había forjado por cuenta propia, para trabajar junto a su progenitor.

Menos de un año después, a través de un intermediario, Nicolás Ibáñez le informó que había perdido su confianza y que debía desbaratar el equipo que había formado. ¿Qué pasó entremedio? Carolina se enamoró del periodista y cineasta Pablo Donoso, a quien conoció en un viaje a Puerto Williams, mientras él prestaba servicios para Chile+Hoy. Ambos comenzaron una relación y, al poco tiempo, ella quedó embarazada, y se enteró de su estado mientras estaba en un viaje de negocios-

Pablo Donoso, hijo de la reconocida fotógrafa Pin Campaña y del también fotógrafo Max Donoso, a pesar de que el embarazo no había sido planeado, la apoyó en su decisión de tener la guagua. Pero ella, entonces de 31 años y soltera, aguardó un par de meses para darle la noticia a su padre.

Segú un reportaje de 2019 de la periodista Alejandra Matus, y el artículo «Nicolás Ibáñez: Un empresario al filo de la ley«, escrito por Jorge Molina Araneda y que fue publicado por este medio en enero pasado, Ibáñez, reconocido como un ferviente Legionario de Cristo y admirador de Augusto Pinochet, primero la felicitó por la noticia.

Posteriormente, “él empezó a hostigarla en el trabajo, a cuestionar sus decisiones, a decir que los dineros estaban mal administrados”, tal como afirmó una persona que trabajó en Drake.

Asimismo, varias personas relataron que habían presenciado escenas en que, ante la llegada de su hija con su pareja, Nicolás Ibáñez lanzaba comentarios como: “Aquí viene el huevón que preñó a mi hija”, y que incluso llegó a decir que su hija tenía problemas emocionales y que por eso se había aprovechado de ese “pijecito” para “preñarse”.

Las discusiones de Carolina con su padre se hicieron habituales en las oficinas de Chile+Hoy, tanto presencialmente como por teléfono. “Este tipo de rechazo es el que lleva a muchas mujeres a terminar un embarazo y es muy contradictorio con la postura de él, que es pro vida”, comentó a condición de estricta confidencialidad una fuente cercana a la pareja.

A través de un intermediario, el empresario le comunicó a su hija que había perdido la confianza en ella para continuar dirigiendo la fundación y que le pedía que desarmara el equipo.

Sin embargo, Carolina Ibáñez contaba con fuero maternal y no podía ser despedida hasta un año después del término del posnatal.

Por ello, Ibáñez acordó seguir pagando el sueldo de su hija hasta que terminara ese periodo legal

Fuentes que tienen conocimiento cercano de estos hechos relataron que el día del parto, el 21 de febrero de 2018, Carolina estaba acompañada solo por su pareja, su suegra y por su madre, Carolina Varela, quien, a diferencia de su padre, la apoyó en todo el proceso

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