El olvido del llamado a diálogo de Bachelet

O no está enterada o tiene mala memoria

Por Mauricio Becerra

14/08/2009

Publicado en

Política / Portada / Pueblos

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O no está enterada o tiene mala memoria. Quien sabe. Lo cierto es que cuando la  presidenta Michelle Bachelet respondió “que el único camino de solución a las legítimas demandas históricas del pueblo mapuche es el diálogo”, en respuesta al asesinato del joven Jaime Mendoza Collío, ultimado por la espalda por un carabinero, no recordó que una delegación de 40 lonkos mapuche vino a parlamentar con ella a principios de julio y recibieron como respuesta un estruendoso portazo en el dintel del Palacio de La Moneda.

La cita con la mandataria o alguno de sus ministros había sido solicitada en mayo. Juan  Carlos Currinao, lonko de Huañaco Millao, contó a El Ciudadano que “hicimos un trabajo de juntarnos y consensuar nuestro petitorio desde marzo, cuando es que surgió la idea. Y seguimos el conducto regular de pedir la cita y esperar”.

Y que 40 lonkos se junten no es de llamar y a las horas llegan todos. Las distancias y las preocupaciones cotidianas se agrandan cuando se vive en zonas rurales. Pero pese a todo, aquel 7 de Julio se juntaron los 40 lonkos mapuche para llegar a Santiago a entrevistarse con la presidenta de la República en una tradición histórica de reuniones al más alto nivel.

Llegaron lonkos de Ercilla, Lago Budi, Lumaco, Cunco, Villarrica y otros territorios mapuches.


UNA VIEJA TRADICIÓN ROTA

Lonkos que vinieron a parlamentar con Pedro Montt en 1908

La tradición de juntarse a parlamentar con el presidente de la República se inició en 1908, cuando luego del Parlamento de Coz Coz, realizado en Panguipulli el 18 de enero de 1907, se decidió que un grupo de lonkos fuera a entrevistarse con el presidente Pedro Montt.

Los mapuche querían conversar aquella vez con Montt “acerca de los problemas que estaban teniendo con los colonos que el gobierno chileno había dejado en el Wall Mapu y el conflicto con los Títulos de Merced. Se eligió a una delegación entre todos los participantes de Coz Coz que fueron a entrevistarse con Pedro Montt”- cuenta el historiador Sergio Caniuqueo.

Los anteriores encuentro con chilenos fueron con militares y recogían la tradición inaugurada a fines del siglo XVII por el marques de Baides, Gobernador del Reino de Chile, quien luego de los sucesivos levantamientos de los mapuche decidió parlamentar con ellos en Quilem, cita a la que llegaron cientos de lonkos, españoles. La cita terminó por reconocer a al pueblo mapuche como una nación soberana y se trazó la frontera en el Bío Bío.

La visita de los mapuche a Santiago en 1908 y la cita con Pedro Montt fue auspiciosamente seguida por la prensa de la época.

Currinao cuenta que este año “veníamos con la idea de ver a la presidenta y entregarle  un documento sobre nuestras demandas territoriales, derechos ancestrales, los presos políticos y las demandas de autonomía del pueblo mapuche”.

Bachelet por omisión terminó rompiendo una antigua tradición de diálogo y los lonkos sólo pudieron entregar una carta en la oficina de partes del gobierno y durante la tarde de ese día de Julio fueron recibidos por el embajador de Suiza.


UNA VERDE RECEPCIÓN

Un integrante de la delegación que visitó Santiago este año, Juan Catrillanca, logko del Lof Mapu Temucuicui sostuvo que fue grave el hecho de no ser recibidos en el palacio de gobierno porque buscaban entablar un diálogo serio y que así se lo han comunicado al gobierno desde mediados del 2008.

Curinao por su parte, se mostró indignado ante los hechos, debido a que para las normas mapuche los longko son tan autoridad como las autoridades del gobierno. También en la oportunidad contó que “fuimos secuestrador por carabineros en el bus sin motivo alguno en la madrugada, luego no se nos recibe, aunque la presidenta de Chile corre para recibir a los cantantes o a los empresarios. Esto es un insulto a nuestra calidad de autoridad anterior al Estado chileno, por ello haremos notar nuestra respuesta a esto”.

Por su parte Luis Igaiman, vocero de comunidades de la zona pewenche de Cunco, en la Araucanía, expresó que “nosotros no vamos a las oficinas como menesterosos, vamos de igual a igual y eso molesta, les molesta que les digamos, como lo hemos venido haciendo,  que no queremos sus proyectitos ni sus ayuditas de migajas, no queremos su desarrollo sucio e injusto, solo queremos nuestro territorio de vuelta, nuestro País Mapuche, nuestros derechos, por eso no nos reciben”.

En la delegación también estuvo Edmundo Lemún, padre de Alex Lemún, joven de 17 años que murió tras recibir un perdigón de carabineros en unas protestas de noviembre del 2002 en Ercilla. Lemún exige justicia por la muerte de su hijo.


CUANDO NO HAY DIÁLOGO

Desde una perspectiva histórica, Caniuqueo sostiene que los encuentros entre el presidente y los lonkos “quedaban neutralizados por el aparato burocrático y el Estado, instancia que empieza a atender a dirigentes funcionales. Esto hizo que en la primera mitad del siglo XX, surgieran las organizaciones mapuche, como la Sociedad Caupolicán, la Corporación Araucana o la Federación Araucana”.

También varios lonkos llegaron a juntarse con Marmaduque Grove, a quien plantearon una República indígena a mediados de los ’30, cuenta Caniuqueo.

Los encuentros con presidentes volvieron a producirse ya en el gobierno de Patricio Aylwin, a principios de los ’90. “De 1992 en adelante los lonkos van siendo considerados como líderes políticos para varias comunidades, cosa perdida durante las décadas anteriores. Y si bien se juntaron con Eduardo Frei, quien los citó a través de la Conadi, en el encuentro no hubo discusión política”- comenta Caniuqueo.

“Un parlamento es reivindicar la autonomía territorial y se trata de aceptar que exista más de una nación. Eso es algo más importante que el diálogo intercultural que va mas allá de que se diga que Chile es un país multicultural. Es un proceso que ha sucedido sin grandes complicaciones en México, Bolivia o Canadá”- dice el historiador.

Como la entrevista entre los lonkos y el presidente es una conversación entre autoridades políticas, el hecho de no ser recibidos por Bachelet da cuenta de que “no hay diálogo. Cuando no recibes a ese otro interlocutor esas cerrando la puerta y los lonkos esperaron por varios días. Es lamentable porque frenó un proceso de acercamiento entre dos pueblos. Y la historia nos dice que cuando pasan estos hechos de negación, los conflictos se agudizan”- a juicio de Caniuqueo.

Juan Carlos Currinao comenta hoy que luego de la muerte de Mendoza Collío el diálogo se ha roto. “Ya no necesitamos diálogo sino que una mesa de negociación. Se han agotamos los conductos regulares porque el gobierno no tomó en cuenta nuestra palabra. A los mapuche lo importante es conversar con hechos claros”.

Currinao sostiene que más que hablar de la pobreza o la integración que el gobierno central siempre sacan como temas a colación, lo importante es “el saldo de la deuda histórica. Nosotros queremos que las forestales se retiren de nuestro territorio y queremos autonomía territorial. No estamos en contra de los no mapuche que viven en la Araucanía, si el problema no es con ellos, sino que con las forestales, las que están alterado el equilibro de la tierra y han secado las cuencas de agua. Eso es lo que ha generado pobreza en nuestro territorio”- sostuvo.

El Ciudadano

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