Hungría adoptó una nueva constitución ultra-conservadora

Después de haber adoptado leyes que redujeron las libertades de prensa, el gobierno húngaro hizo votar en el Parlamento, el lunes 18 de abril, una nueva Constitución, liberal y ultra-reaccionaria

Por Mauricio Becerra

19/04/2011

Publicado en

Mundo / Política / Pueblos

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Después de haber adoptado leyes que redujeron las libertades de prensa, el gobierno húngaro hizo votar en el Parlamento, el lunes 18 de abril, una nueva Constitución, liberal y ultra-reaccionaria.

El Parlamento húngaro, dominado por una mayoría conservadora de derecha dirigido por el partido del primer ministro, aprobó una nueva Constitución que podría, como lo dicen los defensores de los derechos humanos y la sociedad civil, debilitar el equilibrio democrático. El texto fue aprobado por 262 votos a favor, 44 en contra y una abstención, según el resultado oficial del voto.

Fidesz, la formación política del primer ministro Viktor Orban, que tiene una mayoría parlamentaria de dos tercios desde su triunfo electoral en 2010, arregló la ley fundamental con el fin de completar el proceso de democratización iniciado en 1989, año de la caída del régimen comunista.

El texto limita las prerrogativas incluyendo el del más alto tribunal en materia de presupuesto y de los impuestos y autoriza al Presidente a disolver el Parlamento en el caso de no aprobación del presupuesto en abril. Estas restricciones de las facultades de la Corte Constitucional se anularán únicamente cuando el nivel de la caída de la deuda pública esté por debajo del 50% del PNB. En la actualidad, esta proporción es de alrededor del 80%.

La Constitución vigente data de 1949, pero fue reconstruida en gran parte después de la caída del régimen comunista en 1989. “Incluso si a nadie le gustaba, se desarrolló con la participación de todos los actores públicos”, dijo el politólogo Gabor Toro. “La nueva es adoptada por un partido, mientras que los otros la rechazan por completo”, se lamentó.

CONSTITUCIÓN SIN REFERENDUM

El texto constitucional, presentado hace un mes, se votó en el parlamento sin un referéndum. Y su versión final se obtuvo después de un debate parlamentario que duró nueve días sin participación de la oposición.

El conjunto de este texto recoge las principales características de la revolución conservadora iniciada por Viktor Orban, ya autor de una ley de privación de libertades en los medios. La exposición de motivos da orgullo a un cristiano de Hungría, quien sostuvo que “estamos orgullosos de que hay un millar de años, nuestro rey ha establecido el Estado húngaro en bases sólidas y hacer de nuestro país una parte de la Europa cristiana”.

En esta nueva constitución el término República desaparece.

ANTI GAYS Y CONTRA EL ABORTO

Protesta contra Viktor Orban y su gobierno en Budapest

Otros párrafos de la Carta Magna dicen que “la vida debe protegerse desde el momento de la concepción”, lo que entrega un fundamento jurídico para impugnar el derecho al aborto.

Además el matrimonio, generalmente definido por el Código Civil en otros países europeos, se convertiría por la gracia de la Constitución de una “unión conyugal entre un hombre y una mujer”. Será difícil, en caso de que la oposición vuelva al poder, permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La nueva Constitución será firmada el 25 de abril por el presidente, Pal Schmitt, un amigo de Viktor Orban, y entrará en vigor el 1 de enero de 2012.

Una constitución aprobada por un solo partido “no se ajusta al estado de derecho”, argumentan las organizaciones no gubernamentales, incluyendo TaSz, la asociación de defensa de los derechos humanos.

Ningún partido de la oposición ha participado en la redacción del texto, en cambio, el partido de extrema derecha Jobbik participó en varios debates antes de renunciar a su turno.

Para sus opositores, la nueva Constitución es ante todo un medio para Viktor Orban para consolidar su poder y de su partido, en el presente y el futuro. El historiador, Andras Mink, denunció un “golpe de estado” constitucional.

El proyecto del Gobierno es “dominado por una fuerte ideología cristiana-derechista”, condenaron muchas ONG que están preocupados por la situación de todos aquellos que no entran en el molde, no creyentes, los gays o las familias monoparentales.

“Esta constitución es un escándalo –sostuvo el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit – Se trata de un sistema clerical que está abierto sólo a las personas que son católicos, en una familia bien establecida. Todo lo que es diferente es excluido. Habrá un fuerte debate sobre la Constitución de Hungría, cuando la presidencia de la Unión Europea por Viktor Orban se termine a finales de junio”.

Ya en vísperas de aprobarse la Carta Magna, durante la semana pasada hubo una serie de eventos organizados por los sindicatos y los partidos de  oposición, que reunió a miles de participantes.

Por Nicolás Loonis

El Ciudadano

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