Libro chileno analiza el mesianismo y la violencia política en Perú

Se trata de la primera publicación chilena sobre violencia política peruana, e inicia una serie de investigaciones que el Instituto de Estudios Internacionales (IEI) pretende realizar sobre varios países de América Latina

Por Mauricio Becerra

20/07/2009

Publicado en

Política / Pueblos

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Se trata de la primera publicación chilena sobre violencia política peruana, e inicia una serie de investigaciones que el Instituto de Estudios Internacionales (IEI) pretende realizar sobre varios países de América Latina.

El pasado 8 de julio se lanzó el libro “Del regreso del Inca a Sendero Luminoso. Violencia y política mesiánica en Perú” (RIL editores, 254 páginas), de los autores Gilberto Aranda, Miguel Ángel López y Sergio Salinas, quienes pertenecen al IEI de la Universidad de Chile.

El objetivo general de este ensayo es analizar, de una forma descriptiva y multidisciplinaria, la relación que se da entre cuatro conceptos presentes en la historia política peruana: liderazgo, mesianismo, influencia de lo mítico (caracterizado por la «utopía andina») y el uso de la violencia.

Las etapas históricas escogidas son momentos claves que permiten analizar la importancia y el grado de presencia de cada uno de estos conceptos y entregar, así, elementos esenciales de análisis para comprender la actualidad política en el Perú.

Los períodos que se analizan son -La utopía andina: el mito y la resistencia de la Colonia al siglo XIX; la Experiencia Nacional Popular y la década de los partidos; las guerrillas en el Perú de 1965 a 1980, y el sistema de Partidos en el Perú, desde 1980 a 2006.

El profesor Gilberto Aranda explicó que las ideologías de redención social no solamente permean movimientos de protesta política actual, sino que «están presentes en la clase dirigente peruana». A su juicio, tanto en el siglo XX como a inicios del siglo XXI es posible detectar que la clase dirigente peruana se siente cautivada por la idea de actualizar algunas coordenadas del pasado. Por ello, agregó, éste «es un libro que habla acerca del presente».

«Tratamos de hacer un esfuerzo por comprender este ‘vecino desconocido’. Creemos que es importante, no solamente en las actuales circunstancias coyunturales, sino que permanentemente. No vamos a poder escapar a esta vecindad, y por lo tanto creo que es hora y es tiempo de hacer una reflexión seria desde Chile hacia lo que significa Perú. Creemos modestamente que este libro es un esfuerzo en este sentido», agregó Aranda.


El cientista político Sergio Salinas, sostuvo que los estudios que se están haciendo con respecto a los países vecinos, «tanto en los estudios internacionales como en la ciencia política de la cual yo provengo, generalmente siempre miran más hacia los estudios de Europa o Estados Unidos, pero han estado ausentes en el último tiempo los estudios más bien de perspectiva regional o incluso de perspectiva vecinal».

«Hay características, pese a las diferentes historias, a las diferentes situaciones políticas que han vivido los países, que en el largo tiempo pasan a ser comunes y pueden significarnos a nosotros aprender cómo también la historia vivida en el Perú puede al mismo tiempo mejorar aprendiendo de las situaciones que nosotros hemos ido viviendo. El tema de las convivencias para el futuro resulta fundamental», aseguró Salinas.

Miguel Ángel López, destacó la noción de que un estudio de caso, «como puede ser el del Perú, tiene una serie de ramificaciones para poder entender una serie de realidades latinoamericanas y para poder entender que la democracia no es solamente algo que se construye en el corto plazo, sino que es una idea general y que va desarrollándose en el tiempo».

López escribió  la última parte del libro, relacionada con los partidos políticos y los mecanismos de representación. «En el caso peruano son bastante débiles; ha sido así históricamente», recordó, destacando que a menudo Perú se ha analizado en estudios comparados de América Latina, pero que éste es un estudio específico sobre el caso de ese país.

El lanzamiento de la obra incluyó también los comentarios de Eduardo Cavieres, Premio Nacional de Historia 2008; Juan Pablo Toro, Director de El Mercurio de Valparaíso, y de la Profesora del IEI Paz Millet.

El profesor Eduardo Cavieres, agradeció la posibilidad de prologar el libro y sostuvo que su temática central es la historia del Perú en el siglo pasado, no sólo desde una presentación descriptiva, sino «desde lo interpretativo».

Reflexionó sobre la importancia de hacer este tipo de estudios, pues una mirada latinoamericana debiera apuntar a que Chile, Perú, Bolivia y Argentina se conozcan mutuamente.

A su juicio, en esta región del continente «pareciera que todos los proyectos han pasado y terminado en nuevas frustraciones, nuevas esperanzas perdidas», de modo que «en el balance queda pensar si valió la pena haber pasado por todo aquello», sobre todo cuando se trata de movimientos que han irrumpido con violencia.

Por eso, apuntó: «no leemos lo que ha sucedido en Perú para percatarnos del dato, sino para saber lo que ha pasado con todo esto», recordando que el grupo Sendero Luminoso no ha dejado de existir.

Consideró que el problema esencial es «de qué manera la institucionalidad política puede preservar problemas profundos sin dejar espacio para que surjan estos movimientos» que recurren a las armas para instituir un gobierno diferente. Y en ese sentido preguntó si podemos estar seguros de que en las próximas décadas no van a existir situaciones semejantes.

Recordando la reciente situación en Honduras, el profesor Cavieres sostuvo que «la democracia hay que defenderla cuando está en funcionamiento», y no cuando se pierde. Afirmó que este sistema de gobierno tiene que funcionar «mirando hacia el largo plazo» y que debemos tener conciencia de cómo han venido sucediendo las cosas.

Pensando en el futuro, valoró la existencia de instituciones con capacidad operatoria, para evitar con ellas «que sigamos teniendo cada cierto tiempo estos capítulos muchas veces trágicos», que quiebran las sociedades y los proyectos personales.

Juan Pablo Toro, por su parte, apuntó que el libro identifica constantes de la política peruana, como por ejemplo las ideas de: Utopía Andina, liderazgo carismático y violencia política. «Estas tres constantes parecieran conjugarse siempre en algún momento en la historia de Perú para dar expresión a cierta radicalidad que está latente o manifiesta» en ese país, sostuvo.

Agregó  que «Sendero Luminoso, como guerrilla, no puede ser entendido a la luz de otras guerrillas latinoamericanas, como pueden haber sido las FARC, el M-19, o el FMLN en distintas circunstancias históricas», porque es un grupo armado que no surge de condiciones de exclusión o pobreza, sino que más bien retoma cierta tradición andina autoritaria y colectivista, que a partir de 1980, con el retorno de la democracia, hace la guerra al Estado peruano y llega a ponerlo «de alguna manera en jaque», sin tomarse el poder efectivamente.

Explicó que tras su nacimiento, Sendero Luminoso pasó a la guerra de guerrillas. Para seguir escalando, buscó luego pasar a la guerra de movimientos, sin resultados, «en parte porque fue tan radical su planteamiento, que no generó beneficios concretos para los campesinos; no constituyó bases de apoyo» y también porque ese paso suponía transformar el grupo en un ejército regular y ocupar grandes unidades como columnas guerrilleras para conseguir objetivos, lo que tampoco logró efectuar.

Y en este sentido, «Sendero hoy día se está tratando de rearticular en zonas cocaleras, tal vez subsanando un problema que le impidió crecer en su época, que fue no tener una economía de guerra, o sea, no tener los fondos que se necesitan para hacer crecer a una insurgencia», destacó.

A su turno, la profesora Paz Millet recordó un texto de Flores Galindo, autor que los responsables del libro analizan, llamado «Para situar a Mariátegui», que es parte del libro «El pensamiento político peruano». Allí se plantea, afirmó, que cuando Mariátegui tiene interés por abordar la realidad peruana, piensa en plantear una teoría, pero luego se dio cuenta de que la realidad de ese país “llama, más bien, a elaborar un mito».

Con el tiempo, Mariátegui dirá -sostuvo la académica-, que este mito «requiere una construcción imaginaria colectiva, y esto se opone a cualquier liderazgo individual, a cualquier propuesta mesiánica que gira en torno a un líder individual, que aglutine a un partido o ilumine a la sociedad».

A su juicio, se trata de una constante en la vida política peruana: la lucha entre la generación de una cohesión política común versus la búsqueda de un Mesías.

Sostuvo que «la violencia política es una constante en la historia política peruana, con componentes muy amplios y sólo puede cambiarse con un proceso de reconstrucción profundo, de reconstrucción de confianzas y de generación de una cohesión que aún falta mucho por alcanzar dentro de la sociedad del Perú».

«El libro da muchas señales, un camino muy importante para recorrer en este sentido y que rescata en esencia elementos muy importantes para entender a un vecino que para todos es un eterno desconocido», concluyó la profesora Millet.

Marco Antonio Braghetto

El Ciudadano

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