El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, reveló este lunes lo que era un secreto a voces, el verdadero interés de Estados Unidos en Venezuela es tomar el control de la explotación de petróleo de la nación suramericana.
En en una entrevista con Fox Business afirmó que «haría una gran diferencia» si petroleras estadounidenses pudieran acceder a los pozos de crudo de Venezuela.
«Estamos conversando con las principales compañías estadounidenses ahora», apuntó Bolton, y añadió que su objetivo es que esas empresas «produzcan el petróleo en Venezuela«.
«Sería bueno para el pueblo de Venezuela y el pueblo de los Estados Unidos”, dijo, citado por Sputnik.
Estas declaraciones fueron ofrecidas horas después que el propio Bolton anunciara la imposición de sanciones contra Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Las medidas adoptadas por el Departamento del Tesoro implican la congelación de los activos de la estatal venezolana en Estados Unidos, incluida Citgo su filial en este país, así como de los ingresos que se produzcan por la venta de petróleo.
Asimismo, Washington prohibió a las empresas norteamericanas que tengan negocios con la petrolera venezolana.
«Esperamos que las medidas bloqueen 7.000 millones de dólares en activos además de más de 11.000 millones por exportaciones perdidas a lo largo del próximo año», dijo Bolton.
El funcionario norteamericano reconoció ante las cámaras que si el presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, resultara derrocado, eso implicaría un “gran avance” para crear “oportunidades de negocio” en la región.
Asimismo, amenazó que EE.UU. está preparado para actuar contra aquellos que hagan negocios relacionados con el oro o el petróleo venezolano.
My advice to bankers, brokers, traders, facilitators, and other businesses: don’t deal in gold, oil, or other Venezuelan commodities being stolen from the Venezuelan people by the Maduro mafia. We stand ready to continue to take action.
— John Bolton (@AmbJohnBolton) January 30, 2019
“Mi consejo a los banqueros, brokers, operadores (bursátiles), intermediarios y otras empresas: no negocien en oro, petróleo u otras materias primas venezolanas (…)Estamos preparados para seguir tomando medidas”, expresó en su cuenta en Twitter.
Hambre por el petróleo
Las declaraciones de Bolton confirman el objetivo de Washington de apoderarse de las riquezas energéticas de otros países para impulsar su desarrollo.
Incluso, el propio Donald Trump se ha manifestado abiertamente sobre este tema.
«Estoy interesado en Libia si tomamos el petróleo. Si no tomamos el petróleo, no hay interés«, dijo 2012, antes de ser elegido presidente de EE.UU.
Asimismo, declaró en esa oportunidad que se podría «ayudar» al Estado libio si a cambio entregaba el 50% de su crudo.
En el historial reciente de invasiones militares a países petroleros, bajo la excusa de razones humanitarias, figuran países como : Afganistán (2001), Irak (2003), Libia (2011) y Siria (2014).
El próximo objetivo sin duda es Venezuela, ya que este país cuenta con la reserva certificadas de petróleo más grande del mundo, calculada en más de 300 mil millones de barriles. Un hecho que ha sido reconocido incluso por propia Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
Asfixiar la economía
Aunado a las agresiones políticas y el reconocimiento del gobierno ilegítimo del diputado de la Asamblea Nacional (AN) en desacato, Juan Guaidó, quien se auto proclamó “presidente interino” , Estados Unidos ha orientado su ataque hacia Venezuela en el área económica.
Con las sanciones a Pdvsa , el gobierno de Donald Trump busca asfixiar la economía venezolana, mermando sus ingresos provenientes de las exportaciones petroleras, que aportan a la nación caribeña casi más de 70% de sus recursos.
Por los 500.000 barriles diarios que exporta Venezuela a Estados Unidos a un promedio de 55 dólares por barril, recibe un monto de 27,5 millones de dólares por día, que al año se traducen en más de 10.000 millones.
El economista y experto en petróleo, Rafael Quiroz, recordó que las sanciones contra PDVSA involucran las tres refinerías que tiene Citgo en territorio estadounidense.
La más grande en Louisiana, produce un estimado de 425 mil barriles diarios, la refinería en Illinois, con un estimado de 167 mil barriles diarios, y la de Texas alcanza un rango de 157 mil barriles.
«Al congelar los ingresos de las tres refinerías en los Estados Unidos, estamos hablando de 11 mil millones de dólares, por otra parte congelaron unos activos de 7 mil millones de dólares», destacó en una entrevista televisiva.
La idea es lograr que Nicolás Maduro no cuente con recursos para pagar la nómina estatal ni cubrir los servicios públicos, las misiones, programas y beneficios sociales; lo que según Estados Unidos puede desencadenar en un clima de ingobernabilidad que haga más fácil el respaldo internacional a una invasión militar con la excusa de “recuperar la democracia” en ese país.
Las medidas contra la petrolera venezolana también persiguen otorgarle una fuente de financiamiento al “gobierno “ ilegítimo e inconstitucional de Juan Guaidó.
Cando el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, anunció que las ganancias por la venta de petróleo venezolano a Estados Unidos se le retendrán al gobierno de Maduro, aseguró que PDVSA podría evitar las sanciones si reconoce a Guaidó.
«El camino hacia el alivio de las sanciones para PDVSA es a través de la transferencia expedita del control al presidente interino o un gobierno posterior», dijo Mnuchin.
Venezuela se defiende
Venezuela defenderá ante tribunales de Estados Unidos la propiedad y riquezas de la empresa filial de Petróleos de Venezuela en suelo norteamericano, Citgo, tras las nuevas sanciones unilaterales anunciadas por Washington.
Asimismo, el presidente de la estatal petrolera venezolana, Manuel Quevedo informó que para enfrentar este nuevo ataque a la soberanía nacional, el gobierno analiza la posibilidad de efectuar la declaratoria de Fuerza Mayor Parcial.
«Tenemos toda la voluntad de mantener la operatividad con las empresas que tienen nuestros contratos de suministro, pero a la vez queremos proteger a nuestros proveedores de insumos, materiales, que tienen contratos con Pdvsa y que pueden verse afectados”, explicó.
Indicó además que ya fueron tomadas las primeras medidas contra las sanciones unilaterales de Washington, entre las que destaca: “barco que salga de un puerto venezolano con el crudo que corresponde a los recursos de nuestro pueblo debe ser cancelado antes de dejar el puerto”.
Consecuencias para EE. UU.
Estados Unidos es el país que más consume energía en el mundo, diariamente requiere de 20 millones barriles diarios de crudo y produce nada más que la mitad, por lo que necesita importar 10 millones de barriles.
Según datos de la Agencia Internacional de Energía, Venezuela es el cuarto país que más petróleo exporta a Estados Unidos.
El primer lugar lo ocupa Canadá, que según cifras de septiembre pasado envió 3,9 millones de barriles diarios, seguido de Arabia Saudita (980 mil barriles) y México (700.000 barriles).
Está claro que el gobierno de Nicolás Maduro no enviará petróleo a Estados Unidos bajo las condiciones impuestas por Trump y aunque la nación norteamericana puede reemplazar el petróleo venezolano con uno de otro país no será una tarea sencilla.
La red de refinerías del Golfo y la Costa Este invirtieron miles de millones de dólares para adecuar su patrón de refinación al crudo pesado proveniente de Venezuela para fabricar productos de alto margen como el diésel.
Si estas refinerías no pueden encontrar cantidades asequibles de crudo para sustituir al venezolano, podrían verse obligados a reducir las tasas de producción, lo que podría a su vez provocar un incremento en los precios del combustible, algo a lo que el presidente de Estados Unidos ha sido especialmente sensible.
«Yo me imagino que Estados Unidos está preparado para sustituir esas importaciones, no podría darse el lujo de no hacerlo, porque inmediatamente el precio de la gasolina se dispararía. Yo creo que van a hacer uso de los inventarios comerciales y hasta sus reservas estratégicas, tanto en crudo como derivado», aseguró el economista Rafael Quiroz.
Aunque el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin aseguró que “muchos de nuestros amigos en Oriente Medio estarán felices de recuperar el suministro”, los analistas están menos seguros.
Aunque Arabia Saudita para aportar los 500.000 barriles diarios faltantes de Venezuela, se comprometió a recortar la producción en un intento por absorber el exceso de oferta que ocasiona la baja del precio del crudo.
Incluso Riad advirtió a los refinadores de petróleo con sede en Estados Unidos que esperaran envios mucho más bajos a partir de enero de 2019, de acuerdo con los planes de la petrolera estatal Saudí Aramco y en cumplimiento con el recorte de producción acordado por todos los miembros de la Opep.
Asimismo, adquirir el petróleo de Oriente Medio que debe atravesar el estrecho Bab al-Mandeb en el mar Rojo es mucho más costoso que comprar el proveniente de Venezuela, que es enviado por el Mar Caribe.
Este aumento de los costos reducirá los márgenes de ganancia para las refinerías.
Otra de las posibilidades es adquirir crudo pesado de una nación vecina como Canadá o México, pero tampoco es un asunto sencillo.
En el caso de México, la estatal Pemex no tiene capacidad de aumentar su producción petrolera, y por lo tanto tampoco podría subir, por ahora, el nivel de exportación al mercado estadounidense.
“La producción mexicana está al límite.El país no puede cubrir la caída de los hidrocarburos venezolanos”, dijo a BBC Mundo el economista Fabio Barbosa, vocero del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por su parte, la zona oeste de Canadá está produciendo más petróleo del que puede manejar
Según un reporte publicado por el Consejo Nacional de Energía esta región canadiense está produciendo 4,30 millones de barriles diarios de crudo, mientras que la capacidad de sus oleoductos es de solo 3,95 millones.
Por tal motivo, se aplicó una reducción obligatoria de 325.000 barriles diarios a la producción de petróleo que estará vigente hasta que no desaparezca el exceso, lo que significa que no podrá enviar más crudo a Estados Unidos.
Mientras Washington consigue los 500.000 barriles de crudo pesado para sus refinerías, el mercado petrolero se ve afectado por las sanciones a Pdvsa.
Aunque Steven Mnuchin indicó que no esperaba “que la gente vea un impacto en las bombas de gasolina”, la realidad es que desde que el Departamento del Tesoro anunció la nueva medida contra Venezuela el precio del crudo se ha incrementado en más de 3%, las inventarios de combustible cayeron desde niveles récord a medida que los refinadores desaceleraron la producción.
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