Los vínculos de Joaquín Lavín con la Universidad del Desarrollo

Información comercial y la propia Declaración de Intereses del ministro de Educación sindican a Lavín como principal accionista de la sociedad Estudios Económicos Limitada

Por Mauricio Becerra

24/06/2011

Publicado en

Educación / Política / Portada

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Información comercial y la propia Declaración de Intereses del ministro de Educación sindican a Lavín como principal accionista de la sociedad Estudios Económicos Limitada. Esta es dueña de un 18 por ciento de la Inmobiliaria Ainavillo, la que le arrienda los espacios a la Universidad del Desarrollo. Este es el lado oculto de un ministro que sabe todas las triquiñuelas para disfrazar un buen negocio como un proyecto educativo. Los vínculos también salpican al segpres  Cristián Larroulet.

Cada vez que algún periodista le pregunta al ministro de Educación, Joaquín Lavín, sobre su vínculo con la Universidad del Desarrollo (UDD), guarda silencio y se escabulle. Las dudas pesan cada vez más sobre su imagen, sobre todo después de que Fernando Villegas le preguntara si es que tuvo ganancias con su inversión en dicha casa de estudios y Lavín respondiera que sí.

En las últimas décadas el ministro se desvinculó de otras sociedades. Pero la universidad que fundó junto a un grupo de amigos en 1990 en Concepción ha sido su regalona. Ha sido profesor, decano y era su vicepresidente del Consejo Directivo cuando fue nombrado  ministro en febrero del 2011.

Para espantar las dudas el jueves 11 de febrero de ese año 2010, Lavín hizo una dramática declaración anunciando que “voy a ser más estricto aún conmigo mismo que lo que dice la propia ley y he decidido no tener vinculación con ninguna institución educacional en particular. El día de ayer firmé mi renuncia a la Universidad del Desarrollo”.

Claro que fue sólo una renuncia a sus roles académicos porque, según la información que aparece en su Declaración de Intereses firmada el 9 de abril de 2010 contrastada con información comercial, Lavín aún es dueño de un 85% del capital de Estudios Económicos Ltda., sociedad que resulta ser una de las fachadas para obtener lucro de la Universidad del Desarrollo sin infringir la ley.

LA UDD Y EL EQUIPO CLAVE DE LAS PRIVATIZACIONES

Faltaba poco para que Pinochet se fuera de La Moneda y sus asesores afinaban el máximo de ajustes para que la institucionalidad neoliberal funcionara bajo los próximos gobiernos concertacionistas. El 14 de febrero de 1990 el último ministro de Educación de la dictadura, Hugo Rosende, aprobaba los estatutos de la Universidad del Desarrollo.

La periodista María Olivia Mönckeberg, en el libro ‘La privatización de las universidades. Una historia de dinero, poder e influencias’, cuenta que pese a que la sede de la universidad estaba en Concepción, las escrituras y estatutos fueron registraron en Santiago por jóvenes profesionales de la UDI: Federico Carlos Valdés Lafontaine, ingeniero civil industrial; su padre, el ingeniero civil Alfredo Federico Valdés Herrera; y los ingenieros comerciales Luis Ernesto Silva Bafalluy, Cristián Larroulet Vignau y Joaquín Lavín Infante.

Con Larroulet lo une una larga relación comercial. En diciembre de 1976 constituyeron la sociedad Difusión Estudios Economía Finanzas Limitada y ambos hicieron su carrera a la sombra de Pinochet en Odeplan con Miguel Kast, uno de los artífices del modelo privatizador.

Con tan sólo 26 años, Lavín fue nombrado Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Concepción, puesto que lo introduce en la gestión universitaria y que lo entrena para la próxima Ley General de Universidades promulgada por Pinochet en 1981 y que abre el espacio a las universidades privadas.

Larroulet, por su parte, sumó experiencia siendo jefe de gabinete del ministro de Hacienda de Pinochet, Hernán Büchi entre 1985 y 1989. Así el actual Secretario General de la Presidencia fue  el brazo derecho de las privatizaciones de las empresas estatales.

El primer consejo de la UDD lo presidió Larroulet y Lavín quedó de vicepresidente. En 1992 llega al Consejo Directivo, Carlos Alberto Délano Abbot, socio del  grupo Penta y posterior financista de las campañas de Lavín.

En 1999 se suma al negocio Büchi, quien queda con un 10 por ciento de participación. Con los años pasaría a ser presidente del Consejo Directivo.

Por la fecha el boliche educativo se expande y compran la cartera de alumnos de la Universidad de Las Condes, que estaba al borde de la quiebra. Con la plata que puso Penta se edificó un moderno edificio en San Carlos de Apoquindo.

La universidad sirve de núcleo a ex funcionarios de la dictadura y personeros de la extrema derecha. Como Decano de Derecho aparece el abogado Pablo Rodríguez Grez y el ex ministro de Hacienda y de Interior de Pinochet, Carlos Cáceres, desembarca en la casa de estudios como presidente de su Consejo Empresarial.

El negocio sigue viento en popa en momentos en que una carrera universitaria fácil cuesta unos 3 millones de pesos anuales. El 2004 tienen una matrícula de más de 6 mil alumnos y compran el Instituto Profesional Providencia.

Los lazos entre los grupos económicos y centros de estudio es grosero en la UDD. Carlos Eugenio Lavín, Carlos Alberto Délano y Ernesto Silva Bafalluy, principales socios del grupo Penta, integran su directorio y el de la inmobiliaria que les arrienda la sede. El edificio de San Carlos de Apoquindo es propiedad de Penta Seguros.

Hoy el rector de la UDD es Silva Bafalluy, quien administra un negocio que tiene a 10 mil estudiantes en sus facultades de Santiago y Concepción. El Consejo Directivo lo integra como presidente Hernán Büchi y son consejeros, además de Silva Bafalluy; Federico Valdés Lafontaine, Carlos Alberto Délano y Carlos Lavín García-Huidobro.

El grupo Penta, además del negocio de seguros que tiene con ING, participa en la propiedad de Banmédica, Isapre Vida Tres, Clínica Santa María, Clínica Las Condes,  Clínica Dávila y Help.

CÓMO SACAR LA PLATA

Como por ley las universidades no pueden tener utilidades, el mecanismo usado para generar ganancias es a través del arriendo de las instalaciones, subarriendos y leasing.

La Inmobiliaria Ainavillo, que arrienda los espacios físicos a la UDD, fue constituida en agosto de 1991 por los mismos dueños de la universidad. El capital inicial fue de 36 millones 500 mil pesos, de los cuales Lavín figura con un 16,6 por ciento, monto igual al de Silva Bafalluy y Larroulet.

El 5 de enero de 1993 una modificación legal de la Inmobiliaria Ainavillo implicó que cuatro sociedades de papel reemplazaran a las personas naturales. Ernesto Silva, Cristian Larroulet y el mismo Lavín se retiran de la sociedad y dejan paso a Administraciones e Inversiones Penta (16,6%), Inversiones El Estribo (13%), Inversiones El Otoñal (20%), Inversiones Sydarta (22,3%) y a Estudios Económicos Limitada (18%).

Claro que detrás de El Otoñal está Larroulet; de Sydarta, Silvia Bafalluy; de El Estribo,  Federico Valdés Lafontaine y de Estudios Económicos el mismo Lavín.

Esta sociedad la fundó Lavín junto a su hermano, Francisco Javier, el 28 de noviembre de 1988 con un capital suscrito de 1 millón de pesos.  El ministro se quedó con el 90% de la participación, para lo que aportó 900 mil pesos.

Según la Declaración de Intereses firmada por Lavín el 4 de abril del 2010, manejaba un capital de $1.106.914 y tenía el 85% de la participación.

Una escritura realizada el 19 de enero del 2006  de dicha sociedad incluye como accionistas a la esposa del ministro, María Estela León y a su hijo, Joaquín Lavín León, los que habrían ingresado como socios el 27 de enero del 2005 con un 5% de participación cada uno.

Otra sociedad en la que figuró Lavín fue en Inversiones Mobiliarias Trinitarias Limitada, creada junto a Penta, Valdés Lafontaine y el resto de socios de Ainavillo en enero de 1992. Su giro es la adquisición y arriendo de todo tipo de bienes muebles y el nombre también los lleva la sede penquista de la UDD.

Si bien un año después se retiran Larroulet y Lavín de la sociedad, El Otoñal y Estudios Económicos Ltda. continuaron figurando.

EL PROYECTO DE REFORMA DEL MINISTRO

Hace tiempo que los dueños de las universidades privadas necesitan expandir su negocio. El gran tope que tienen son las universidades tradicionales, vistas como competencia en su lógica empresarial, y el costo de la educación en Chile, lo que imposibilita a muchos poder acceder a educarse.

Entre las propuestas de la reforma educacional prometida por Lavín está el ampliar las becas y créditos con aval del Estado a estudiantes de universidades privadas, centros de formación técnica (CFT) e IP (institutos profesionales). Incluso, este jueves anunció a los secundarios movilizados vía carta que contempla entregar un monto de $5.500 millones de dólares a 78 establecimientos técnico profesionales antes de fin de año y la apertura de un fondo de equipamiento por 10 mil millones de pesos.

El horizonte de Lavín es terminar así con el aporte directo a las universidades tradicionales y que éste sea dado vía demanda, lo que en términos educativos es al estudiante, lo que se da hoy a través del Aporte Fiscal Indirecto (AFI), cuyo aporte se calcula en US$ 40 millones anuales.

Datos del Ministerio de Educación (Mineduc) detallan que por cada alumno que obtuvo más de 709,5 puntos promedio en la PSU, las casas de estudios reciben $1.532.671 vía AFI. La UDD ha sido una de las beneficiadas.

Sectores de estudiantes secundarios y la Federación de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Feutem) le pidieron la renuncia durante esta semana al ministro. Incluso, José Piñera, hermano del Presidente y arquitecto de la privatización de las pensiones, dijo a través de Twitter que “si obtuvo utilidades no tendrá legitimidad para liderar este cambio necesario”.

Por mucho menos el ministro de Educación de Bachelet, Martín Zilic, se fue. Quisimos saber la opinión del ministro y si es que había hecho alguna nueva Declaración de Interesas en fecha posterior a la que aún se observa en el sitio web del Mineduc, pero hasta hoy no hemos tenido respuesta.

Por Mauricio Becerra R.
Twitter: @kalidoscop
El Ciudadano

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