Para comprender a Corea del Norte: Diálogo con el profesor Han S. Park

La República Popular Democrática de Corea, o más frecuentemente llamada Corea del Norte, es un país del cual cada cierto tiempo se habla mucho, principalmente sobre su programa nuclear, pero del cual por lo general se sabe muy poco

Por Wari

13/03/2011

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La República Popular Democrática de Corea, o más frecuentemente llamada Corea del Norte, es un país del cual cada cierto tiempo se habla mucho, principalmente sobre su programa nuclear, pero del cual por lo general se sabe muy poco.

Este desconocimiento es, la mayoría de las veces deliberado: las agencias de prensa internacionales basan sus informaciones en propaganda de Corea del Sur, la cual es casi siempre exagerada, cuando no completamente falta de cualquier sustancia.

Estas noticias distorsionan lo que realmente está en juego con el programa nuclear norcoreano o en los continuos enfrentamientos con el Sur, que nos recuerdan que en la península coreana existe un conflicto fosilizado desde la Guerra Fría al cual no se le ha querido dar solución por parte de las grandes potencias. La actitud reclusiva de Corea del Norte tampoco ayuda a que se sepa más de este país que se encuentra en el centro del “Eje del Mal” según la caracterización de George W. Bush.

Más recientemente, la crisis desatada después de los bombardeos en Yeonpyeong, el 23 de noviembre último, hicieron pensar que la península coreana estaría nuevamente al borde de la guerra. La comunidad internacional, entre ellos varios presidentes latinoamericanos con apenas conocimiento de la realidad coreana, se apresuraron a las condenas de rigor, en lugar de entender la complejidad de una de las zonas más volátiles del globo.

Pocas personas tienen el privilegio de estar familiarizados con Corea del Norte y con el mundo occidental a la vez. Una de esas pocas personas, es el doctor Han S. Park, quien en toda su vida se ha movido entre las dos Coreas, China y los EEUU, conociendo muy bien todos esos países y, consecuentemente, teniendo una comprensión única de las complejidades de la cuestión coreana. Él ha podido visitar Corea del Norte, en su calidad de mediador, más de 40 veces desde 1981.

Su labor ha sido fundamental para generar un espacio para el diálogo en medio de repetidas crisis: en 1994 jugó un rol muy importante en asegurar la visita del ex presidente de EEUU Jimmy Carter a Pyongyang, con lo cual empezó un largo proceso diplomático y de negociaciones en torno a la paz, el programa nuclear de Pyongyang y la normalización de relaciones con los EEUU y Corea del Sur. Desde entonces, en más de una ocasión ha logrado con éxito generar espacios para aliviar tensiones y para retomar los diálogos en estas negociaciones.

Pero su labor no se ha limitado al terreno de lo diplomático: ha liderado por décadas un proyecto para reunir a familias divididas por el conflicto coreano así como ha facilitado intercambios entre técnicos y científicos agrícolas de los EEUU y de Corea del Norte para el aprendizaje mutuo. Además, es un académico comprometido con la paz y la construcción de una cultura de diálogo global y, particularmente, entre EEUU y Corea del Norte.

Sus libros son lectura obligatoria para cualquier persona interesada en entender realmente al sistema norcoreano: entre ellos están: “Corea del Norte, Ideología, Política, Economía” (North Korea, Ideology, Politics, Economy, Ed. Prentice Hall, 1996) y “Corea del Norte: la Política de la Sabiduría No Convencional” (North Korea: the Politics of Unconventional Wisdom, Ed. Lynne Riener Publishers, 2002). Actualmente, él es profesor de Asuntos Internacionales y director del Centro para el Estudio de Asuntos Globales (Globis) de la Universidad de Georgia, EEUU.

El día 12 de enero tuvimos el placer de sostener una interesante y reveladora entrevista con el professor Park. En ella, nos entregó su visión de la actual crisis, de la complejidad del problema del desarme nuclear no solamente en Corea del Norte sino que en el mundo, así como también tuvimos la oportunidad de conversar con él sobre la naturaleza del régimen de Pyongyang, donde subyace su capacidad para resistir las condiciones más adversas sin quebrarse y sobre las perspectivas políticas, sociales y económicas de Corea del Norte.

Esperamos que esta entrevista permita a los lectores conocer más en profundidad la realidad norcoreana y tener elementos para juzgar críticamente las noticias que, sin lugar a dudas, seguiremos recibiendo de ese rincón del mundo en los próximos meses.

-Uno de los presupuestos del actual gobierno de Corea del Sur, y podríamos decir también del de Obama, pareciera ser que esperan el colapso interno del régimen de Corea del Norte en cualquier momento. Solamente habría que hacer suficiente presión y endurecer las sanciones. Sin embargo, el régimen ha logrado sobrevivir en las circunstancias más adversas imaginables durante los últimos veinte años… ¿cree usted que es realista esperar que el régimen colapse?

-No, no es realista. Cuando Kim Il Sung murió en 1994, la mayoría de la gente, incluídos los expertos, pronosticaban el inminente colapso de Corea del Norte. Debido a ese pronóstico de un derrumbe de Corea del Norte, tanto los EEUU como Corea del Sur acordaron proveer reactores de agua ligera como parte de los Acuerdos de 1994 sobre la negociación nuclear, cuando en realidad no tenían recursos para ello.

Lo que quiero decir es que todos esperaban el colapso de Corea del Norte, pero incluso hoy en día, si Kim Jong Il muriera, el régimen no colapsaría. Un sistema político colapsa solamente cuando experimenta una crisis de legitimidad, y la legitimidad tiene su orígen en el apoyo popular. Es posible afirmar que, por diversos factores, sean de carácter político, por la educación, por el adoctrinamiento, por lo que sea, los líderes de Corea del Norte gozan de un apoyo sustancial del pueblo.

Muchos expertos en todo el mundo basan su análisis de un eventual colapso de Corea del Norte en información suministrada por desertores de Corea del Norte. Esta información, empero, es muy poco fiable; primero que nada, porque los desertores no conocen Corea del Norte, aún cuando sean norcoreanos, pero no conocen más que una zona limitada que es de donde provienen. En segundo lugar, porque tienen toda clase de razones para ser muy críticos del régimen y tienen esperanzas bastante optimistas de que colapse.

El punto que estoy argumentando es que las razones económicas no bastan para que un régimen colapse… problemas relativos a la seguridad o la economía pueden, a veces, incluso fortalecer a un régimen, sin importar que sea dictatorial. El sistema en Corea del Norte goza de legitimidad; existe un amplio apoyo del pueblo al gobierno, por lo cual no colapsará.

-Existe una cierta visión de la comunidad internacional y de Corea del Sur de que el Norte es un lugar congelado en el tiempo… si bien difícilmente puede ser considerada una sociedad donde el cambio sea vertiginoso, ha habido cambios, sin embargo. ¿Cómo ve usted la evolución del régimen en las últimas décadas?

-Bueno, en cuanto al tema político, no ha habido ningún cambio significativo, pero en lo ideológico, en términos de la doctrina de la auto suficiencia o Juche, ésta ha evolucionado en Corea del Norte, aislándola y apartándola, con lo cual se hace más difícil una apertura para que se incorpore al sistema de mercado y comercio internacional. Si me pides que mida la cantidad de cambio que ha ocurrido en Corea del Norte en los últimos cincuenta años, es mínimo.

No puede discutirse sobre Corea del Norte sin entender que hay también una Corea del Sur la cual es vista por el Norte como una amenaza a su seguridad nacional y aún a su misma supervivencia. Corea del Sur se ha desarrollado, en términos económicos de una manera bastante exitosa, y es una fuerte aliada de los EEUU, por lo cual, desde el punto de vista de Corea del Norte, ha habido poco margen para maniobrar.

Ningún país puede darse el lujo de ignorar su seguridad nacional, por lo cual Corea del Norte se ha orientado más hacia la seguridad y se ha vuelto más militarizado, y ahora es un Estado nuclear de facto. Lo han sacrificado para llegar a este callejón sin salida, por lo cual, si tuviera que describir su evolución reciente en pocas palabras, diría que ha sido hacia convertirse en una potencia nuclear.

-Desde un comienzo, tanto Corea del Norte como del Sur, han estado enfrentadas en una carrera económica, que hasta los ’70, el Norte iba claramente ganando. Pero luego la economía del Norte se deterioró de manera sostenida hasta llegar a un punto crítico en los ’90. ¿Cree usted que aún están dispuestos a entrar a la carrera económica con el Sur?

-En realidad ellos están tratando de desarrollar una economía cualitativamente diferente a la del Sur, enfatizando el desarrollo sustentable, por lo cual tienen varios proyectos para desarrollar energía eólica y solar, y otros por el estilo. Están tratando de construir complejos de viviendas con un enfoque sustentable, y esto los ha llevado a interesarse cada vez más por los países de la Europa septentrional, como Suecia, Dinamarca y otros.

Así que recientemente, probablemente por razones de corte ideológico, están tratando de desarrollarse de una manera diferente a Corea del Sur. Ellos no quieren ser ni más pobres ni más pequeños que Corea del Sur, lo que quieren es ser cualitativamente diferentes.

-¿Cuál ha sido el rol de las sanciones de la comunidad internacional ante estas dificultades económicas? ¿Han funcionado?

-Las sanciones han funcionado. Corea del Norte es incapaz de atraer inversiones desde el extranjero, salvo inversiones muy limitadas de China. Las sanciones han funcionado, pero solamente en el sentido de que Corea del Norte se ha visto incapacitada para desarrollarse económicamente de manera significativa. Esto no significa, sin embargo, que hayan debilitado a la dirigencia de Corea del Norte, sino que solamente han logrado hacer la vida del pueblo más difícil.

-Hay quienes plantean que el presunto sucesor del regimen norcoreano, Kim Jong Un, representa un cierto retorno a la ortodoxia de Juche… ¿usted cree que Corea del Norte radicalice su doctrina de auto suficiencia Juche?

-Bueno, eso es un desafío para los dirigentes y académicos norcoreanos ahora mismo. Cuando Kim Il Sung murió, el liderazgo de Kim Jong Il recibió un importante grado de legitimidad al presentarlo como alguien que desarrollaría la ideología de Juche. De hecho, él hizo una contribución, con el componente de la política de supremacía de lo militar. Yo esperaría que la dirigencia de y en torno a Kim Jong Un necesite alguna base de orden ideológico para justificar su liderazgo, pero esto es algo que aún no sabemos.

Este año se preparan para el centenario del nacimiento de Kim Il Sung, fundador de la república, entonces este año el principal objetivo nacional es promover el crecimiento económico y tratarán de tener una cierta apertura, en un sentido muy limitado, y atraer así inversión, principalmente de China. Tratarán de emular el modelo chino, como ellos dicen, con características coreanas.

-Corea del Norte es frecuentemente vista como un niño por parte de los EEUU y de sus aliados –se dice que es “problemático”, se dice también que negociar con ellos es “recompensar mal comportamiento” a un “niño malcriado”. En mi opinión, esto refleja una visión paternalista fruto de una mentalidad colonialista de las potencias occidentales, ¿cree usted que esto es así?

-Yo creo que tú eres más directo que yo en este sentido. El presentar al régimen de Corea del Norte como un niño mimado, malcriado, que se comporta de manera irracional, impredecible, perversa, es el tipo de actitudes que han tenido los EEUU, especialmente el gobierno de Bush, pero también Obama y los aliados de EEUU… esta clase de actitud es muy contraproducente para la paz. Los EEUU tienen muchas actitudes hacia Corea del Norte, pero carecen de una política consistente. Es hora de elaborar esa política.

La razón por la cual los EEUU necesitan mantener la imagen de una Corea del Norte diabólica es para justificar su industria militar. Debes tener en cuenta que Corea del Sur es, actualmente, el mayor importador de armamento norteamericano, y la industria militar es de gran importancia para la economía de los EEUU. Los EEUU y Corea del Sur siguen justificando, con Corea del Norte, su continuo gasto militar, particularmente en el área de sistemas de misiles de defensa. Pero desde un punto de vista objetivo, es incorrecto mostrar a Corea del Norte como un país perverso.

-Volviendo al mismo asunto, ¿cree usted que esas opinions paternalistas sobre Corea del Norte reflejan una manera colonialista de ver a todos los coreanos? Lo pregunto porque en 1995 el ex secretario de Estado de los EEUU, George Schultz, afirmaba que los coreanos no estaba preparados para la democracia…

-Esto es complicado. Bajo la superficie, tanto Corea del Norte como del Sur son sociedades bastante confucianistas. El confucianismo se basa en la sumisión a la autoridad, por lo que creo que esta clase de civilización ha sido de gran ayuda para que el régimen de Corea del Norte consolide su sistema autoritario. Y pese a que Corea del Sur es generalmente vista como una democracia, la autoridad presidencial es bastante más absoluta que en otros regímenes presidencialistas.

En este sentido, el comentario de George Schultz puede ser interpretado en referencia a la democracia en un sentido norteamericano de democracia liberal, pero esto nos lleva a otro punto y es que hay diferentes tipos de democracia, y tenemos entonces que desarrollar tolerancia hacia formas diferentes de democracia.

-¿Qué es lo que usted cree que está en juego con la actual crisis, iniciada con las revelaciones del programa nuclear norcoreano en noviembre?

-Creo que hay dos cosas en juego. Una, es el hecho de que Corea del Norte desarrolle armamento nuclear es potencialmente un muy mal precedente desde la perspective del desarme nuclear en el mundo. En mi opinión, el programa nuclear de Corea del Norte debería ser desmantelado, y en la medida en que Corea del Norte pueda convertirse en un Estado nuclear, habrá otros países haciendo fila para seguir su ejemplo, lo que afectará los esfuerzos para lograr un mundo sin armas nucleares.

Pakistán, India e Israel, junto a Corea del Norte, son países que se supone que tienen armas nucleares. Deberían trabajar conjuntamente para reducir y desmantelar sus programas de armamento nuclear. Yo soy un amante de la paz y creo que no deberíamos tolerar que en el mundo haya un puñado de países con asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU a los cuales se les permitan ciertos privilegios que a otros se les niegan. Y entre esos privilegios, está el derecho a tener armas nucleares. Creo que esta es otra manera en que se perpetúa un orden mundial de tipo colonial.

Corea del Norte debe ser persuadida para que abandone su programa nuclear, pero no sólo Corea del Norte debiera ser presionada en este sentido, sino que también los EEUU, que también tiene que abandonar su programa nuclear.

Este es un desafío para la comunidad internacional… y un desafío muy complejo.

En segundo lugar, ningún Estado soberano debería ser forzado a tener que renunciar a su existencia. Todo país en el mundo tiene derecho a existir, y ese derecho incluye a Corea del Norte y a Irán, siempre y cuando se trate de regímenes legítimos, miembros de la ONU y con aceptación entre su propia población. Este es el caso tanto de Corea del Sur como del Norte, ambas tienen asiento en la ONU… pero toda esta retórica de “bueno, el régimen de Kim Jong Il no está cooperando, debemos forzarlo a cambiar, necesitamos prepararnos para un cambio de régimen, para un ejercicio de construcción de nacionalidad, tal cual lo estamos haciendo en Afganistán”, no es sino una continuación del colonialismo.

Yo soy una persona liberal, y creo por consiguiente que el caso norcoreano es un caso que pone a prueba a la comunidad internacional y su capacidad de detener esta perpetuación del colonialismo a escala global. Debemos trabajar y dialogar con Corea del Norte: ellos quieren seguridad y debemos garantizarles esa seguridad, ellos deben sentirse seguros, de otra manera, no abandonarán su arsenal, y en realidad, nadie lo haría en circunstancias como las que enfrenta Corea del Norte, en términos de su propia existencia insegura y bajo constante amenaza.

Corea del Norte quiere mejorar sus relaciones con los EEUU y con Occidente. Ellos saben que si no mejoran estas relaciones, la economía no puede prosperar, porque el sistema financiero está controlado por Occidente, especialmente por los EEUU, con lo cual no pueden obtener crédito ni préstamos, etcétera. Este es un deseo muy sincero de parte de ellos, pero al mismo tiempo ellos no pueden aceptar condiciones que consideran esencialmente dañinas para su seguridad nacional.

Si queremos que abandonen su arsenal a cambio de nada, podrían terminar convirtiéndose en otro país pobre y débil y ellos no quieren que eso ocurra. Debemos trabajar directamente con ellos, tomar en serio sus preocupaciones de seguridad nacional y luego todo lo demás, debería darse sin mayores dificultades.

Pero muchos países con intereses en Corea, prefieren el status quo… China, los EEUU, aún ciertos elementos en Corea del Sur, no son muchos los gobiernos que realmente quieren la unificación de Corea. Esto es así porque si ambas Coreas eliminaran el enorme gasto en defensa en sus respectivos presupuestos, Corea se convertiría en una potencia global, mucho más de lo que ya es Corea del Sur. Se convertiría en una entidad muy competitiva, especialmente cuando vemos que poseen incluso capacidades para desarrollar armamento nuclear como en el Norte…

Cuando Alemania estaba dividida, las potencias no querían su unificación por temor a que se convirtiera en una potencia muy poderosa, muy difícil de controlar… creo que ocurre algo semejante en este caso. Las grandes potencias no tienen intereses en la unificación coreana.

-¿Qué es tan importante, desde la perspectiva norcoreana, en el actual programa nuclear?

-Corea del Norte se ha convertido en lo que es hoy gracias a su programa nuclear. Sin él, Corea del Norte no sería más que otro pequeño país tercermundista al cual nadie le presta atención. Creo que es importante entender todos los antecedentes que llevaron a Corea del Norte a buscar armamento nuclear. Todo comenzó durante el período colonial japonés, en la primera mitad del siglo XX. Los japoneses tenían una política colonial bastante brutal hacia Corea y también hacia China, y el poderío militar de Japón era considerado por muchos coreanos como la base de su poder.

Kim Il Sung, entonces, era un líder guerrillero en un grupo de combate antijaponés en el noroeste de China, lucha en la cual enfrentaba una fuerza militar tremendamente superior por parte de la policía japonesa. Por consiguiente, se impactó e impresionó mucho con la rendición japonesa ante las armas nucleares, después de que las bombas cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki. Al leer los discursos y la biografía de Kim Il Sung, he llegado a la conclusión de que él desarrolló una gran admiración por las armas nucleares desde aquel entonces, en 1945.

Luego siguieron las ocupaciones soviética y norteamericana de Corea. Esto lo convenció de que sin un enorme poderío militar, el riesgo de ser manipulado por una potencia militarmente superior era inevitable, por lo cual él estaba decidido a desarrollar a Corea del Norte como una potencia militar, lo cual incluía, desde luego, un arsenal nuclear… él tenía decidido desarrollar una capacidad nuclear desde hace mucho tiempo.

De hecho, desde los ’50, para ser más específicos, desde fines de los ’50, él invitó a científicos nucleares soviéticos a Pyongyang y a su vez envió a muchos científicos norcoreanos a Moscú para que aprendieran de las ciencias y de la tecnología nuclear. Con este conocimiento adquirido, desarrollaron independientemente una capacidad nuclear propia; es erróneo afirmar que copiaron o que obtuvieron secretos de Pakistán o de cualquier otra persona. Ellos han desarrollado una ciencia nuclear indígena, por sí mismos, junto a tecnologías para producir armamento nuclear de cualquier clase, incluidas las tecnologías de enriquecimiento de uranio.

Esto es lo que hace muy difícil negociar con Corea del Norte, o aislarla físicamente de la comunidad internacional, pues ellos tienen una ciencia y una tecnología indígena, propia. ¿Qué tan avanzada es? Bueno, nadie lo sabe en realidad. Según la agenda política de cada cual hay quienes sostienen diversas opiniones.

Los halcones en los EEUU parecieran estar exagerando sus capacidades nucleares para justificar un gasto militar elevado. Al mismo tiempo, otras personas de la derecha política, que son conservadoras y bastante críticas de Corea del Norte, no piensan que haya que darle mucha vuelta al asunto… piensan que su tecnología es aún demasiado primitiva, piensan, bueno, quizás tengan conocimiento científico nuclear, pero no pueden usarlo en armamento como son los misiles de largo alcance.

Nadie sabe con certeza qué tan avanzados están, pero yo pienso que ellos ya han realizado pruebas nucleares en un par de ocasiones, tienen aparatos nucleares, quizás puedan tener hasta unas diez ojivas nucleares de plutonio, mas no de uranio. Pero se sabe que en épocas recientes han estado trabajando en energía nuclear mediante el enriquecimiento de uranio y al parecer son capaces de desarrollar bombas nucleares de uranio… si son capaces de manejar cantidades suficientemente pequeñas como para insertar en ojivas, es algo que dudo…

Pero decir, como dicen algunas personas, que Corea del Norte es una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU es una exageración. No tienen ni la capacidad ni el interés de atacar el territorio de los EEUU. ¿Para qué cometerían semejante acto suicida, si pueden atacar a Japón y a Corea del Sur? Ahí hay unas 80.000 tropas norteamericanas al alcance de los golpes militares de Corea del Norte. Sí, Corea del Norte es un asunto importante sobre temas de seguridad, pero sugerir que es una amenaza es una exageración.

¿Abandonará Corea del Norte su pie de fuerza nuclear? Si no lo harían, ¿Por qué seguir negociando con ellos? En mi opinión, ellos están dispuestos a desmantelar todas sus instalaciones nucleares, principalmente, porque ya poseen tecnología indígena, propia. Entonces, aún cuando desmantelaran y abandonaran todo cuanto ahora poseen, el hecho es que su capacidad nuclear seguirá intacta y estarán en condiciones de comenzar de cero, y en cosa de meses volverían a estar en el mismo punto en el que se encuentran ahora.

Ellos están dispuestos a negociarlo todo, gracias a que ellos son un Estado nuclear en potencia y esto es algo sobre lo cual nadie puede hacer nada. Ellos están seguros de ello.

-Recientemente, en una entrevista con el profesor Charles K. Armstrong, él afirmaba que el actual enfoque de los EEUU y de Corea del Sur hacia el programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea es erróneo, ya que insisten en el desmantelamiento del programa nuclear como una pre condición para discutir la paz, mientras que lo correcto según él, sería discutir primero la paz y luego el programa nuclear. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Estoy plenamente de acuerdo con esta visión. Sin la paz, ellos no abandonarán su pie de fuerza nuclear. No es posible que haya paz sin discutir un acuerdo de paz. Yo no sé si los lectores de este periódico están conscientes de que, en estos precisos momentos, la península coreana está en estado de guerra. En 1953 la ONU, con el respaldo de los EEUU, acordó un armisticio, un cese al fuego temporal. Aún este documento está vigente, más de 60 años después, y es hora de deshacerse de él y trabajar por un verdadero acuerdo de paz.

Eso es todo lo que Corea del Norte quiere y lo que los EEUU no están dispuestos a conceder. El armisticio debiera ser reemplazado por este acuerdo de paz y por una normalización gradual de las relaciones entre Corea del Norte y los EEUU y sus aliados, para que así Corea del Norte se convierta, en el sentido pleno del término, un miembro legítimo y aceptado de la comunidad internacional, lo cual facilitaría bastante la solución de todos los problemas actuales.

-Me gustaría preguntarle, en su calidad de partidario de la paz en la península coreana y del diálogo inter coreano, cuál es su opinión sobre el legado de la Política de la Luz mediante la cual se buscó una aproximación de diálogo entre las partes. Esta política, recordemos, ha sido catalogada como un fracaso según el actual gobierno sur coreano…

-En Corea del Norte, todo el mundo está 100% a favor del Acuerdo del 15 de Junio, que era la base sobre la cual se erigió la Política de la Luz. Tras los gobiernos de Kim Dae Jung y de Roh Moo-hyun, que sumaron 10 años de Política de la Luz, podría decir que el sentimiento mayoritario en el Sur es por la resolución pacífica del conflicto coreano, pero el término “Política de la Luz”, fue acuñado por Kim Dae Jung, un político que en muchos círculos políticos no tiene aceptación…

Entonces, aun cuando el término tenga ciertas connotaciones que alienan a algunas personas, la mayoría están, de todos modos, por la paz y la interacción económica con Corea del Norte, para así ir construyendo, gradualmente, una nación con dos gobiernos confederados, y esto es a lo que se reducen tanto el Acuerdo del 15 de Junio como la Política de la Luz. Esta es la única solución, y aun cuando el gobierno de Lee Myung-bak pueda estar en desacuerdo con esto, por lo cual podemos pronosticar dificultades en los próximos años, la Política de la Luz es la política correcta, es una política de interacción pacífica… cualquier clase de confrontación militar es inaceptable, y esta política, sea con otro nombre o con el mismo nombre, volverá a emerger en Corea del Sur, no cabe duda de ello.

-¿Y qué opina usted de la insistencia del regimen de Corea del Norte en retomar el diálogo? Y sobre la condición impuesta por el regimen de Lee de que el diálogo solamente avanzará si antes el Norte se disculpa públicamente por los incidentes de Cheonan (una embarcación que el Sur acusa al Norte de haber hundido, matando a 46 marinos en marzo del 2010) y de Yeonpyeong (el bombardeo del 23 de noviembre)?

-Corea del Norte quiere desarrollarse económicamente, para lo cual las buenas relaciones con el Sur son esenciales. Sin buenas relaciones con el Sur, los EEUU no irán demasiado lejos con ningún compromiso que pueda aliviar las tensiones. Corea del Norte sabe muy bien todo esto. Pero no creo que Corea del Norte se disculpe por el incidente de Cheonan, porque ellos saben que no fueron ellos, ellos no fueron responsables de ese torpedo. Ellos jamás se disculparán de algo que no hicieron.

Pero el bombardeo de Yeonpyeong es algo que sí hicieron. Corea del Sur tendrá que aceptar la manera muy vaga y general en que el Norte ha expresado su pesar por esos incidentes, si quieren trabajar con ellos por la paz… ni Corea del Sur ni los EEUU pueden darse el lujo de otra aventura militar encima de las de Irak y Afganistán. Washington está más a favor de avanzar hacia la paz que Lee Myung-bak, pero eventualmente el gobierno del Sur tendrá que escuchar a Washington, y tendrá que seguirlos si ellos deciden dar pasos en ese sentido…

A la larga, en algún momento, llegará la hora del diálogo. Tomará semanas o meses, pero dentro del año, tengo la esperanza que haya vibrantes diálogos en la península coreana.

Enero 14 de 2011

Por José Antonio Gutiérrez D.

El Ciudadano

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