Presidentes exigen fuertes cambios en la OEA

Hace tiempo que se vienen instalando fuertes cuestionamientos al funcionamiento y estructuración a la antigua Organización de Estados Americanos (OEA) , sobre todo por sus posturas conservadoras, de dependencia de la política exterior de Estados Unidos, de ataques a gobiernos progresistas y de izquierda y la exclusión que hizo de la República de Cuba

Por Mauricio Becerra

05/06/2012

Publicado en

Latinoamérica / Política / Pueblos

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Hace tiempo que se vienen instalando fuertes cuestionamientos al funcionamiento y estructuración a la antigua Organización de Estados Americanos (OEA) , sobre todo por sus posturas conservadoras, de dependencia de la política exterior de Estados Unidos, de ataques a gobiernos progresistas y de izquierda y la exclusión que hizo de la República de Cuba.

Es por ello que no llamó del todo la atención el llamado que hicieron estos días varios Jefes de Estado en Bolivia, en plena realización de una asamblea de la OEA, a modificar organismos y metodologías claves de la entidad continental.

En particular, los presidentes Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador), respaldados por los gobiernos de Venezuela y Nicaragua, plantearon terminar con las acciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIODH) o al menos que ésta incluya también investigaciones y juicios a la realidad que se vive en Estados Unidos.

Así también, se exigió clausurar los trabajos y la existencia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que privilegia la estrategia militar estadounidense y políticas de intervención y control en las naciones latinoamericanas.

Correa indicó que esos pasos son imprescindibles para retomar la eficacia y representatividad de la OEA. Evo sostuvo que “para la OEA hay dos caminos: o muere al servicio del imperio, o renace para servir a los pueblos de América.

Estas posiciones fueron compartidas por las delegaciones de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba).

El Mandatario de Bolivia habló de refundar a la OEA y que para ello es imprescindible la reorganización de la jurisdicción de la CIDH para la supervisión de los derechos humanos, no sólo en la región, sino en Estados Unidos también, planteó. “Si no quiere velar las garantías individuales en Estados Unidos, mejor que desaparezca la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”- enfatizó.

Rafael Correa planteó que “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está totalmente influenciada por países hegemónicos, por el oenegeísmo (por las ONG) y por los intereses del gran capital”.

El Presidente de Ecuador fue más lejos y ligó el papel de la OEA a lo que deben ser los procesos transformadores en la Región: “Si no podemos corregir los últimos vestigios de neoliberalismo y neocolonialismo en nuestra América, debemos buscar algo nuevo, mejor y verdaderamente nuestro”.

Estas propuestas ya están en la agenda de la OEA y en los propósitos de la mayoría de administraciones regionales, por lo que todo indica que las tensiones por cambios en el organismo seguirán presentes.

El Ciudadano

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