Roxana Miranda: «Estamos recién calentando motores»

Llegamos hasta la casa de Roxana Miranda en San Bernardo. En el pasaje de la población unos niños juegan una pichanga. Tocamos en la reja y ella detiene sus labores en el hogar, para las que ahora tiene poco tiempo en la recta final de su candidatura presidencial. “Pasen Chiquillos”, nos dice atentamente mientras nos invita a tomar asiento. Se enciende la grabadora y conversamos.

Por Wari

09/04/2014

Publicado en

Chile / Elecciones / Entrevistas / Política

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-Cuéntanos qué evaluación puedes hacer, a grandes rasgos o resumidamente, de este período de campaña presidencial ¿Cómo lo has enfrentado tú y qué respuestas has recibido?

-Tengo una evaluación súper positiva; porque sin nada llegamos a esta coyuntura electoral y las pocas intervenciones que hemos tenido han sido favorables.

La simplicidad de nuestro mensaje, caló profundamente en la base social de muchos lugares. Y eso trajo una suerte de esperanza a la gente. Eso siento yo con las llamadas por teléfono, con los correos, por lo que ha significado la repercusión de cómo se comenzó a mover una masa sin tener carteles en la calle y sin nada. Sólo con las intervenciones que tuvimos en los medios que permitió que mucha gente nos viera. Hoy hemos crecido y sumado.

-Y esa respuesta, particularmente en este último período, a propósito de esta mayor visibilidad que has tenido, y que es un trabajo que has venido realizando desde hace mucho tiempo. Cuéntanos un poquito de eso, de cómo llegas, como pobladora, a esta instancia de ser candidata a la presidencia de la república.

-Bueno, tiene que ver con el Andha más que nada, porque yo, antes del Andha era una pobladora sin ninguna posibilidad de haber llegado a este espacio. El Andha es el trampolín que a mí me permite, no solamente en lo social, sino que también en lo político. Porque yo ingresé ahí a fines del 2005, principios del 2006 y fue al calor de la lucha como yo me fui perfilando como una dirigente social y en lo político fue al calor de muchos compañeros que forman parte del partido Igualdad. Algunos son sociólogos que tuvieron militancia en distintas iniciativas y la mirada que tienen ellos de la política, a mí me permitió armar y mejorar ese cuadro que yo ya traía de crítica al modelo. Me llevaron a muchas reuniones, me hicieron participar como dirigente social, me invitaron a muchas reuniones políticas y así fue como fui aprendiendo lo social y lo político. Pero fue al calor de la pelea. Así me fui curtiendo. Y después, con la poca respuesta de la autoridad a nuestras demandas, nos dimos cuenta de que había que iniciar un camino. Y eso nos permitió ver más claramente que nosotros necesitábamos nuestra propia herramienta política que nos permitiera autonomía y fue ese el paraguas que impidiera la instrumentalización de nuestro movimiento. Así fue. Y en enero de este año, son los compañeros del partido Igualdad y sus organizaciones las que desfilan y definen en votación, esta candidatura presidencial. Y ahí sale mi nombre, dentro de los compañeros que estaban como candidatos.

-¿Y cómo se produce ese proceso, esa nominación de tu persona como candidata a la presidencia, adentro de Igualdad?

-Ese día se escogió, como era nuestro primer congreso, y en un congreso tú pones todos los cargos a disposición. Todos.

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Nosotros ya habíamos tenido incluso algo más grave, habían criminalizado al Lautaro Guanca, presidente del Partido Igualdad y el próximo alcalde de Peñalolén y ellos sabían que nosotros estábamos avanzando muy rápidamente. Se envió hasta un plano regulador en Peñalolén, producto de la organización de los pobladores. Se llama un plebiscito, el plebiscito se gana y Lautaro era ya el próximo alcalde. Entonces ahí los votos eran una herramienta y él era uno de los dirigentes principales y no solamente como dirigente social, sino que hasta ese momento él era nuestro presidente. Y nos botan esa carta y yo creo que ahí fue cuando nosotros nos miramos y dijimos «Estos vienen por nosotros. No solamente por Lautaro sino también por todos los que estábamos detrás en el Partido Igualdad» y yo creo que eso, sin darnos cuenta, nos hizo decir: «¿Sabes qué? Hagamos algo, y no sólo eso, sino que empujemos». Y siento yo que, en ese congreso, empujamos la candidatura. En el partido ya teníamos el perfil de gente popular, de revoluciones sociales de base, entonces el presidente no podía ser otro que un dirigente social y bueno, como a Lautaro lo inhabilitan, nosotros dijimos, bueno, hay que escoger a otro presidente y son los compañeros los que dicen, que sea la Roxana. Y después, en el mismo congreso es cuando se define ya la candidatura presidencial y ahí viene la segunda nominación que fue, para mí, impresionante al ver la confianza de los compañeros. Y yo, en la semana me di cuenta de la responsabilidad que tenía.

-¿Y hoy día están oficializados como partido en cuántas regiones?

-En ocho regiones: Decimoquinta, Primera, Segunda, la Cuarta, la Quinta, la Región Metropolitana, la Octava y ahí está. Esas son las que tenemos legalizadas. Ahora seguimos legalizando el partido. La idea nuestra es que durante los cuatro años logremos tener el partido legalizado a nivel nacional. En todas las regiones y para allá apuntamos, para que en la próxima coyuntura electoral, podamos presentar candidatos de todo Chile, tanto en las municipales, parlamentarias y también en las próximas presidenciales.

-Se ve claramente que tú te diferencias de todos los otros candidatos porque eres la única pobladora propiamente tal, que vive y sufre lo mismo que miles de chilenos, lo mismo que el pueblo de Chile y eso es una característica distinta de la candidatura. Cuéntanos un poco de eso y de cómo se traduce en el discurso y en la forma de enfrentar los debates y la candidatura misma.

-Es que yo les perdí el respeto, porque si yo no hubiese hecho todo ese proceso de lucha, todos los años de reunirnos con ellos, de que nos escuchaban y no había resultados, de todas las veces que nos dijeron: sí, va a haber soluciones y era mentira. Sí, yo es perdí el respeto. Yo y todos mis compañeros, entonces eso a mí me permite la tranquilidad de enfrentarme de igual a igual a ellos. Porque si yo, este proceso no lo hubiese hecho, y yo estando al lado de Michelle Bachelet, como ex Presidenta de la República, a lo mejor estaría, hasta atemorizada porque es una ex presidenta. Para mí ella no es nada. Ni ella ni la gente de sus bloques porque son los mismos los que están ahí. Son gente común y corriente como nosotros que, todo lo contrario, es gracias a nosotros que están ahí, gracias a nosotros se visten, gracias a nosotros comen. Por eso es que me permite a mí de igual a igual y aunque ellos hablen mal de mí en términos académicos, yo sólo me acuerdo de lo que a mí me ha pasado cuando yo la escucho hablar a ella. Hablaba más bonito y nosotros creíamos de que porque hablaba más bonito, pero qué sacaba con hablar más bonito si nosotros sabemos que lo que habla no lo van a cumplir, entonces eso y nosotros también dijimos: «nosotros no vamos a disfrazarnos ni en vestimenta ni en términos que nosotros no vamos a poder hacer entender a nuestra gente». Entonces con la simplicidad que nos caracteriza y como hablamos en la calle. Así entonces ¿Quiénes son los sinvergüenza? y como nos han perjudicado, como nos pagan una mugre de sueldo y aplicamos la misma experiencia de siempre. Cuando hablamos de salud yo les digo a ellos, te digo algo tan simple, tan simple porque ellos hablan de cuántos recursos le van a inyectar, cuántos hospitales, ellos saben incluso hasta el color de la tarjeta. No tienen idea. Ellos no tienen idea de cuánto se espera ni de cómo te tratan y quieren gobernar. Quieren ser las autoridades que sigan haciendo política, pero haciendo política desde las nubes.

-Roxana, y ahí, justamente cuando te hacen la crítica diciendo que vino aquí a plantear sus temas, a plantear sus críticas pero que quieren oír sus propuestas. Yo entiendo que sus propuestas son una Asamblea Constituyente y la nacionalización de los recursos naturales, pero cómo tomas tú eso cuando te dicen ¿dónde están las propuestas de Roxana Miranda, dónde está el programa del Partido Igualdad?

-Me da pena porque nos acostumbraron a los mall y a los ofertones. Para ellos esa es la política. Ofertones. Cuál ofrece más. Cuál llena más la mesa, cuál ofrece más bonos, para ellos ese es un programa. Pero para nosotros no. Nosotros estamos cambiando el paradigma de esto, el negocio de la vivienda. ¿Le van a seguir inyectando plata al negocio? La vivienda es un derecho. La salud es un derecho. Eso es cambiar el paradigma y eso sí que es programa y ellos no lo quieren entender y quieren que la otra gente piense que nosotros no tenemos programa y ese es el mejor programa, si eso es. Cambiar el foco de cómo se han hecho las cosas hoy en día y entonces a mí me da lo mismo porque yo sé que tenemos el tremendo programa y que es a largo plazo y que va a costar porque es empoderar a la gente y que la gente vaya cambiando y que entienda que eso es un derecho y que nosotros no lo tenemos. El derecho primitivo a educarte, el derecho primitivo de vivir en una casa. El programa completo lo pueden ver en partidoigualdad.cl

-Para la gente que no te conoce y que va a leer esta entrevista, ¿cuáles son los puntos centrales del programa?

-A ver, tiene ejes programáticos. Lo primero, es la sociedad del buen vivir. Y en esos derechos están lo más básico que es lo que uno necesita que es la casa, la salud, que es la educación, eso es el cambio.

-¿Han robado mucho la Concertación y la Alianza?

-Demasiado. Demasiado, demasiado. Y por distintas vías. Mira, cuando Bachelet se reunió con el empresariado y ella habla hoy día de reforma tributaria y que el empresariado no diga ni pío es porque no le va a tocar eso. Va a hacer cualquier cambio pero el fundo no se los toca, porque es de ahí de donde están sacando millones y millones de dólares.

-Y cuéntanos, en relación a los recursos naturales y por otro lado también, relacionado a ello el cuidado del medio ambiente ¿cuáles son las propuestas en ese sentido?

-Mira, nosotros decimos que hay que vivir en armonía con la naturaleza. Y eso significa detener todos los proyectos que están hoy día contaminando: hidroeléctricas y termoeléctricas. Todos los proyectos que están, supuestamente en la formalidad y que hicieron las consultas ciudadanas, que sabemos que no las hicieron, pues en el papel está la consulta ciudadana, pero en la consulta ciudadana pegaron los papeles dos días después de que se hizo la consulta y ahí convocaron cuando resulta que la cuestión ya había pasado.

Ese es el punto número uno. Cada proyecto que se levante, ya sea de minería o de lo que sea, necesariamente tiene que estar consensuado por las organizaciones sociales y cómo va a quedar parte de esa ganancia en la región. Eso significa distribuir inmediatamente los recursos en la región. No podís estar haciendo tanto daño porque en el fondo nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Los ríos están quedando secos y a nosotros nos tienen comprando agua y tienen a las termoeléctricas para ir haciendo todo ese negocio macabro, entonces cómo no dejas el tiempo necesario y a la tierra respirar, al mar respirar para que se vuelva a renovar. Hay recursos que no son eternos y si tú no le das el tiempo, vamos a perderlo todo y nos van a dejar mal. Van a dejar a nuestros nietos sin comida si nosotros no detenemos esto ahora.

-¿Y la explotación de los recursos naturales debiera pasar 100% al Estado o también debiera participar la empresa privada? ¿Qué cambios hay que hacer ahí?

Roxana-Miranda-3-La empresa privada va a estar, pero tiene que estar con la intervención de los trabajadores. Los trabajadores debieran ser parte de cómo eso se va elaborando, y parte también de la definición de cómo se van haciendo los proyectos. Por muy privados que sean los trabajadores tienen que tener una participación importante.

Debemos entender y valorar nuestro territorio. La empresa privada llegó ahí, a poner su tecnología y trajo todo su avance, pero nosotros le estamos pasando, mi parcelita, mi pedacito para que ellos hagan su negocio. Por lo tanto me corresponde parte del control o de lo que signifique ese proyecto y eso es obvio.

La tecnología no la tenemos, por lo tanto no podemos hacernos los tontos y decir que nos haremos cargo de todo, no.

-Roxana, hay mucha gente que dice que esta ya es una carrera ganada. Que Bachelet ya ganó y que segunda va a salir Matthei. Si tú le pudieses decir a la gente que abra los ojos y vea quién es realmente la señora Bachelet, Matthei , ¿qué le dirías?

-A ver. Primero, ambas representan y son un instrumento del capitalismo. Ambas son las principales representantes del capitalismo en Chile. Ellas son el comodín perfecto que le sirve al empresariado que les sirve a la Concertación y que le sirve a la derecha. A ambas. Ellas no representan sólo a su bloque sino que también se intercambian. Son las representantes las inmobiliarias, las clínicas, constructoras, mineras. Son ellos. Los mismos. Y son ellas las que le están limpiando, supuestamente la cara a esa misma gente que vive detrás de ellas.

-¿Y crees que puedas ganarle a ese poder?

-Mira, yo no creo lo de la carrera corrida. Nunca hablaron de la expresidenta o de la candidata. Ellos la llegaron instalando como la presidenta Bachelet. Entonces eso hace que el común de la gente apueste al ganador. Denante me llamaron de Concepción diciendo que hay mucha gente que dice: si, está bien, me encanta la Roxana pero que dicen que ella no va a ganar. ¿Y quién dijo que no? ¿Quién dijo que no? Así, nosotros mismos nos estamos quitando la posibilidad. Nosotros mismos nos estamos poniendo las amarras y diciendo no, que no vamos a poder. Pero lo demostramos, llegamos aquí con las patas y el buche, sin ni uno, sin ninguna preparación académica, sin nada llegamos y estamos aquí. Entonces ¿se puede o no se puede? ¡Sí se puede! Y lo estamos demostrando.

-Salvador Allende salió elegido después de tres veces. Tú ¿vas a continuar? ¿Vas a seguir su ejemplo, en ese sentido?

-Es que no depende de mí. Depende de cómo nosotros logremos hacer un proceso de unidad en la base social. Si la pega de nosotros viene después de la campaña electoral. Es harto lo que se nos viene porque tenemos que hacer que todo lo que dijimos se convierta en un hecho real. El lograr empoderar a la gente, el seguir levantando asambleas, el cómo iniciamos este proceso constituyente. La Asamblea Constituyente Social, de la que estamos hablando. Si no es solamente un discurso, es el cómo la llevamos a cabo ahora. Ya empezamos, pero es el cómo podemos empoderarnos a nivel nacional. Porque esto hay que hacerlo desde abajo y el gobierno tiene toda su política represiva mientras nosotros trabajamos por una asamblea constituyente y social, porque aquí no van a permitir que se le caigan los billetes. Lo dijo Bachelet. No nos van a hacer soberanos ni van a permitir que la gente llegue al poder. Ahí hay una pega real, ahí viene y va a ser más difícil, porque nosotros no estamos en esos puestos en donde ellos tienen todo copado. Va a ser mucho más difícil, pero no van a impedir que nosotros lo hagamos. Nosotros lo vamos a hacer igual porque nosotros no necesitamos a esa gente ni que nos autoricen, ¡no! Nosotros lo vamos a hacer igual. Estamos recién calentando motores.

-Pero si este movimiento social, este año se levanta, tú ¿Estás dispuesta a seguir?

-Si el movimiento social y mis compañeros del partido Igualdad, si ellos me ratifican, yo no tendría ningún problema, pero es la gente. Eso no depende de mí. Entiende, a mí me puede pasar algo. Si son malditos. A mí me pueden cargar una mochila o me puede llegar una bala loca y justo la bala chocó con la cabeza de la Roxana, pero ¿dónde quedó el proyecto? Eso es lo que a mí me preocupa. Es dónde quedamos nosotros, qué es lo que vamos a hacer nosotros para que esto vaya. No tiene que ver conmigo. Tiene que ver con un proyecto país que vayamos todos juntos.

-Cómo ves tú, o cómo explicas esta unión entre el Partido Comunista con la Concertación y cómo ves también el cómo la Bachelet se apropia del discurso de los estudiantes para renovarse y volver a salir electa. De un discurso que no tenía antes y que ahora, claro, se ha transversalizado. Ya es mucha la gente que demanda educación gratuita y ella lo agarra y ofrece eso.

-La unión es de cúpulas no de base social. Lo que pasa es que ellos se acostumbraron a estar con la calculadora, entonces están: a ver, si digo esto, son menos tantos. No, lo cambio. Si digo esto es menos costo. Entonces así están, son como un péndulo. Dependen hoy día de cómo la masa se está moviendo, está exigiendo y ellos están acomodando el discurso. Pero no tenemos idea de si es que lo que dicen, lo van a hacer. No se puede confiar en su palabra. A ellos les da lo mismo, incluso, adecuar sus discursos para aparecer más cercanos a la gente, pero no van a cumplir. Ellos no tienen pudor, no tienen asco en engañarte. No tienen asco en matar y luego en aparecer diciendo “no vamos a instalar tal cosa”. No tienen vergüenza, no tienen honor. Yo me acuerdo de los viejos antiguos y de que cuando se comprometían con algo que fuera incluso hasta sus tierras o venderlas, lo que se comprometía era ley. No necesitaban firmar ningún compromiso, ninguna firma. Sólo su palabra y si no cumplía, era una deshonra pa los viejos.

-Roxana, ya que el Partido Comunista dio este paso y todos se corrieron, se desplazaron hacia la derecha. La Democracia Cristiana son como la RN, los socialistas hoy son como la Democracia Cristiana, los Comunistas son los Socialistas, etc. Qué pasa con la construcción de izquierda en este país. Tuvo la oportunidad de hacer un proceso unitario, de haber unido tu candidatura con la de Marcel y no se dio. Nos puedes explicar por qué no se dio y cómo lo ves hacia adelante la unidad de la izquierda chilena.

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-A ver, es que nos dimos cuenta de que la izquierda está más dividida de lo que uno cree. Nos hemos mentido mucho, nos hemos traicionado, nos hemos descalificado. En eso se lo ha llevado la izquierda chilena. En cómo se acomoda. Entonces, esta coyuntura permitió develar ese escenario en el que estamos más divididos de lo que nosotros creíamos y nos comenzamos a dar cuenta cuando había que definir los marcos de alianza en que sabíamos que todos íbamos a comulgar juntos, que íbamos a ir en la misma idea juntos. En eso estamos claros, pero había que definir el marco que nos pudiera permitir desarrollarnos en esta coyuntura en especial y ahí comenzaron a entibiarse, a correrse para atrás, que en primera si, que en segunda no y nosotros siempre fuimos súper claros. Nosotros ni en primera, ni en segunda, ni curaos, íbamos por Bachelet. Ni en primera, ni en segunda, ni curaos, íbamos por Matthei o por el candidato que fuera por la derecha. Entonces ahí, en los grupos que llevaban la convergencia, hubo incómodos. La insistencia nuestra fue que los candidatos de esta coalición anticapitalista pusieran a disposición los cargos del proceso y que fueran las organizaciones sociales de base y la asamblea popular a nivel nacional, que fuera la gente la que decidiera quiénes iban a ser los candidatos del bloque y no. A la tercera semana se baja Claude con el PH y ahí el resto los siguieron. Entonces no hubo intención de poner sus candidaturas a disposición. Nosotros seguimos trabajando en la convergencia. Después, la UNE nos dejó solos, porque la UNE dice: cuando ustedes se pongan de acuerdo, nosotros llegamos. ¿Y no tenís que generar el debate y ver cómo nos arreglamos? No. Nosotros nos salimos y cuando se pongan de acuerdo, nosotros llegamos. Y finalmente apostaron por el que para ellos era más mediático. Una compañera, me dijo una frase que la he ocupado: El pueblo unido jamás será vencido, pero el problema es que el pueblo, vendido, jamás va a ser unido y a nosotros nos vendieron y mientras no tengas la claridad de que a nosotros nos vendieron, entonces jamás vamos a ser unidos. Por eso es que en esta coyuntura, sólo se están midiendo fuerzas. Eso está pasando. Y ya, no importa, si este no va a ser el período, lo tenemos claro, pero para allá vamos. Vamos midiendo fuerzas y vamos viendo cómo cala este proceso, este camino de lucha, de organización, de proceso revolucionario y cómo va calando en la gente. En eso estamos ahora y ya nos encontraremos.

-Y ustedes ¿Qué es lo que querían?, ¿Como una primaria de la izquierda?

-Si poh, queríamos votaciones, que se pusieran mesas en las poblaciones y en las universidades, que fuera a nivel nacional. Si se podía hacer eso. Pero no se atrevieron, se les hizo.

¿Qué opinas de marcas el voto con AC?

-Estoy de acuerdo ¿Y si pierdes el voto, qué? ¿Qué importa más, el perder un voto o la voluntad del pueblo de asamblea constituyente? ¿El proceso o el voto? Eso pesa más, la voluntad de la gente.

-En el último debate de TV se te increpó bastante por el tema de la violencia. Dicen que tú estás justificando la violencia en las calles, siendo que tú te manifestaste respecto de lo que era la verdadera violencia que veías tú respecto de los poderosos. Cuéntanos un poco cuál es tu visión de esa violencia institucional y de los empresarios, versus la reacción violenta de la gente que reacciona frente a la opresión.

-Si a ti te ponemos una soga en el cuello y te la comienzan a apretar, ¿Qué haces tú? Aleteas ¿cierto? Eso es lo que estamos haciendo todos. Yo estoy haciendo eso. Estamos aleteando, los cabros están aleteando. Cuando yo llegué ese día, mis hijas, las cabras me criticaron porque me dijeron que la respuesta mía no era la que ellas esperaban. Mira las cabras mías. Me dijeron, mamá, si era más simple. Tenías que haberles dicho que ese descontento de los encapuchados, que somos nosotros, se debe a que nosotros no tenemos lo que nosotros necesitamos y que por eso uno patalea y está enojado y que cuando me dicen “y usted, cuando sea gobierno eso, ¿Se va a acabar?” Si poh, se va a acabar porque vamos a estar con la participación de todos, que es lo que necesitamos. Hoy todo es criminalizar y criminalizar, entonces se ataca con la criminalización y no se ataca de dónde viene. ¿Dónde está la cuerda que asfixia? Eso es lo que hay que ver para cortarla.

-Roxana, y en un eventual gobierno, si tú fueses presidenta y tuvieses protestas sociales en las calles, qué harías ahí.

-Lo que yo hubiese esperado cuando yo me organizaba y salía a la calle era que me escucharan. Que se hiciera oído de qué era lo que necesitábamos. Mira, todavía está lo de la lucha estudiantil. Se logró tremendo apoyo ciudadano a nivel nacional y no se movieron ni un centímetro. Nada. No se movió un centímetro el Estado. Ese pataleo que uno tiene ¿De qué te sirve? Si al final ellos lo aplastan con criminalización. La ley Hinzpeter y siguen en la misma. ¿Qué sacai con haber penalizado el tema de la marihuana? ¿Se resolvió? No. ¿Qué sacai con haber penalizado el tema del aborto? ¿Se resolvió? No, hay más abortos.

-Supongamos que sale electa Bachelet. ¿Qué pasa con la movilización social? Ella viene con ciertas medidas, a poner paños fríos, a enfriar la movilización social o el movimiento social crecerá más y se radicalizará más y se organizará de mejor manera para protestar más aún en contra de los abusadores. ¿Qué crees que va a pasar en ese escenario, en el próximo gobierno?

-Ellos vienen con un clientelismo a gran escala. Ellos vienen con mucha plata. Así ellos van a aplacar la lucha social. Plata, plata, plata y plata. Van a inyectar recursos, proyectos por aquí y por acá, pero no van a cambiar el sistema económico. No lo van a mover ni un pelo. Sólo van a tirar el clientelismo a gran escala. Esas cajas de mercadería se verán por containers.

-¿Y eso va a lograr enfriar a la gente, crees tú? O la gente no está tan tonta ya, Chile ha despertado y no se deja comprar.

-No. Por eso yo tengo mucho temor a lo que viene. Por eso, esta oportunidad que tenemos ahora no se nos va a dar dos veces. Durante veinte años lo hicieron. Veinte años en donde ellos ya tienen la táctica de cómo aplacar. Por eso yo tengo mucho temor a lo que viene si Bachelet llega al poder. Porque esa práctica, ellos la mejoraron durante veinte años y hoy día la traen más renovada, con sus discursos más cercanos a la gente, con más plata para que la gente vea, pero el sistema económico, ellos no lo van a cambiar. Este paradigma no lo van a cambiar. Van a seguir exactamente igual, con más plata en la calle y aplacando el movimiento social. Y al que proteste le van a decir “Ah, no, está loco usted. Mire las cosas como están mejorando”. Y ahí está el desafío de organizarnos y de hacer realidad la asamblea constituyente desde abajo y no esperar a que nos vengan a dar permiso para hacerlo. Como te dije, estamos recién calentando motores.

Por Bruno Sommer y Sebastián Larraín

Fotos de David Von Blohn 

El Ciudadano Nº148, noviembre 2013

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