Frenan megaproyecto inmobiliario en el Humedal del Lago Villarrica

El jueves 27 de enero la Corte de Apelaciones de Temuco declaró admisible el recurso de protección interpuesto por la ONG Equidad en Protección Ecosistémica y Aguas Libres Lago Villarrica.

Esto luego de una larga espera, que incluía solicitudes de participación ciudadana de distintas organizaciones, las mismas que no fueron tomadas en cuenta por la autoridad ambiental de La Araucanía.

El tribunal decretó la orden de no innovar (Rol 610-2022) respecto de la evaluación del proyecto de Modificación Nueva Puntilla de Villarrica, a cargo de la Comisión de Evaluación Ambiental (COEVA) de la Región de la Araucanía, instancia compuesta por los Seremis y el delegado presidencial, funcionarios del gobierno central.

La importancia de ésta orden de no innovar, es que imposibilita que la COEVA pueda aprobar o rechazar el proyecto hasta que se resuelva el recurso de protección, sin perjuicio de existir aún dos recursos de protección pendientes en su admisibilidad, los cuales son de la misma índole.

Proyecto Nueva Puntilla

El proyecto Nueva Puntilla consiste en la construcción de nueve edificios, 487 departamentos, 738 estacionamientos y 4 piscinas. Para esto, pretende talar 53.000 metros cuadrados de bosque nativo. Nueva Puntilla se emplazaría en el borde lago, sobre el humedal Mallolhafkenh, un lugar de alta congestión vial cercano al nuevo hospital de Villarrica.

Este viernes se oficializó la declaratoria de Humedal Urbano protegido a todo el borde lago del Mallolhafkenh, dificultando aún más la tramitación de este proyecto que cada vez parece más imposible.

El proyecto generó alarmas desde una etapa muy precoz, ya que cuenta con una serie de observaciones negativas de carácter importantes emitidas por parte de la Municipalidad de Villarrica, SERNATUR, Gobierno Regional de La Araucanía y el Consejo de Monumentos Nacionales.

Las comunidades denuncian que las observaciones no han sido escuchadas por parte del Servicio de Evaluación Ambiental de La Araucanía y del responsable del proyecto, el empresario Alfredo Cordero Tabach, quien no plantea soluciones ni compromisos voluntarios ambientales.