Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical

Irrumpe el CIUS: Una nueva fuerza sindical clasista en la movilización y en el debate

Son 15 las organizaciones que forman parte del CIUS. Son confederaciones, federaciones, sindicatos nacionales y de base, agrupaciones de trabajadores y de funcionarios fiscales, privados de servicios y de la producción que reivindican un sindicalismo de clase y de lucha contra el poder del capital y sus instituciones. Es el nuevo sindicalismo.

Por paulwalder

26/10/2015

Publicado en

Portada / Sindical / Trabajo

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ciusEl Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical (CIUS) organizó el martes pasado 6 de octubre su segundo encuentro ampliado de dirigentes y dirigentas sindicales para debatir acerca de las perspectivas de la organización.

 

 

El CIUS es una organización que forma parte del movimiento sindical de los trabajadores chilenos. El Comité de sindicalistas se inscribe en la continuidad del ciclo de luchas que comenzó el 2005-2006 con las combativas huelgas obreras en las empresas forestales del grupo Angelini y de los subcontratistas del cobre junto con las movilizaciones de los secundarios (el movimiento pingüino) por la desmunicipalización, la gratuidad, la educación pública con calidad y, contra la LOCE, el lucro empresarial y el endeudamiento de los hogares asalariados.

 

 

De esas luchas y movilizaciones salió el gran impulso desde abajo que logró sacudir y restarle legitimidad al sistema político y al duopolio que lo hegemoniza y cuyos efectos se hacen sentir todavía. Con el agravante que hoy significa el estallido de los escándalos de corrupción en PENTA, CAVAL, SOQUIMICH, SAIEH, CORPESCA, BANCARD-Piñera, etc, en los cuales está implicada la casta político-empresarial y de los cuales los medios tradicionales están obligados de informar.

 

 

Antiguos y nuevos debates se dieron en esta asamblea de dirigentes sindicales del CIUS del martes pasado. Como el desarrollo de una táctica de construcción de un movimiento sindical que movilice a las mayorías asalariadas y recupere derechos sindicales conculcados. Además de nuevas reflexiones que tienen que ver en cómo hacerle frente a las formas y métodos que la estrategia neoliberal utiliza para explotar a la fuerza de trabajo (o a aumentar la “productividad” que es lo mismo) ya sea mediante la “subcontratación”, la “flexibilización” o la “polifuncionalidad”. Nuevos métodos del capital y del “management” neoliberal que tienden a precarizar y a debilitar a la clase trabajadora.

 

 

Quedó también en evidencia, en los intercambios de los dirigentes sindicales, que bajo el capitalismo neoliberal los derechos de los trabajadores y sus conquistas obtenidas no están nunca definitivamente garantizadas. Como se ha visto, los gobiernos neoliberales de turno y las centrales sindicales dirigidas por los militantes de los partidos de la Nueva Mayoría están siempre dispuestas a someterse a los dictados de la patronal.

 

 

Fue el 12 de febrero del 2015 que un grupo de organizaciones sindicales crearon esta nueva instancia de reagrupación sindical de la clase trabajadora con el objetivo de hacer un trabajo de análisis y de construcción de un “instrumento que eduque, promueva la organización y que haga parte de la lucha de todos y todas las que quieren cambios”. Así lo expresa la primera declaración de principios del CIUS.

 

 

El CIUS se define como una organización que se compromete con la lucha por la defensa irrestricta de los derechos de los trabajadores contra una sociedad capitalista y neoliberal como la chilena. Y asume la tarea de “trabajar por la unidad de los mismos, la creación y el fortalecimiento de la consciencia de clase” de ellos y ellas para superar la actual sociedad capitalista dividida en clases antagónicas y “reemplazarla por una sociedad con un gobierno de las y los trabajadores en función de sus intereses”. Que no son otros que los intereses de las grandes mayorías asalariadas del país.

 

 

 

Son 15 las organizaciones que hacen parte del CIUS. Son confederaciones, federaciones, sindicatos nacionales y de base, agrupaciones de trabajadores y de funcionarios fiscales, privados de servicios y de la producción que reivindican un sindicalismo de clase y de lucha contra el poder del capital y sus instituciones. Con la convicción de que es necesaria una profunda transformación social.

 

 

Es evidente que el CIUS busca llenar un espacio; un vacío en el sindicalismo chileno. Para ello el CIUS retoma la senda de un organizador sindical y luchador proletario como Clotario Blest, cuyas concepciones acerca de la autonomía de la organización sindical ante los partidos y de la necesidad de dotarse de un proyecto que permita a los trabajadores ser una fuerza política transformadora, son un aliciente y un ejemplo para los trabajadores y trabajadoras.

 

 

Sobre todo en momentos en que la cúpula de la CUT se ha supeditado completamente a la política de la Nueva Mayoría y practica junto con ella una clara política de colaboración con la clase patronal. Política que perjudica a los trabajadores y que tiene como resultados una mal llamada Reforma Laboral que el CIUS “rechaza” por ser un retroceso para los trabajadores.

 

 

Con respecto a la Reforma Laboral negociada en el parlamento bajo presión patronal, el CIUS ha declarado que no creen “en un proceso de reformas que no tiene como origen la consulta a los abusados (los trabajadores y trabajadoras)” ni tampoco en dirigentes que no son “confiables” ni democráticamente electos (un miembro un voto).

 

 

Sin nombrar a la dirigencia de la CUT, el CIUS considera que ésta no está en condiciones de representar a los trabajadoras, trabajadores y a luchar por sus derechos y reivindicaciones inmediatas y las de grupos de trabajadores discriminados como los de los homosexuales, las lesbianas y los inmigrantes.

 

 

En la reunión del martes 6 de octubre, la directiva del CIUS presentó un “pliego de demandas básicas para ser integrados en los pliegos de negociación de los diferentes sindicatos”. Además de un plan de lucha para los meses que vienen.

 

 

Esos derechos básicos serán presentados por el CIUS a los trabajadores “como el primer paso en esta lucha por la dignificación y la forma en que se demanden dependerá de los instrumentos que se desarrollen: puede ser vía delegados electos en los sindicatos interempresas o serán los trabajadores mismos que los demandarán de su patrón y que no se guiará por la norma legal”, sostiene el documento.  El CIUS propone la distribución directa de sus documentos a los trabajadores y trabajadoras a la salida de las empresas.

 

 

El Plan de Acción del CIUS para los meses venideros

 

 

Por Leopoldo Lavín Mujica

 

 

Éste se plantea como norte la sindicalización de los no sindicalizados (la gran mayoría de los trabajadores) y la solidaridad con y entre las luchas de la clase trabajadora. Los paros de los trabajadores portuarios son un ejemplo de la práctica concreta de la solidaridad de clase con otros trabajadores, se dijo. Así como la huelga es el ejercicio de la libertad sindical que los capitalistas y sus organizaciones corporativas  y gobiernos buscan limitar y trabar.

 

 

Superar la legalidad que impide la realización de los derechos de los trabajadores como la libertad de huelga efectiva es un método que pertenece a la tradición del movimiento obrero chileno y que conviene rescatar; por “el derecho a una vida digna” expresaron dirigentes en el uso de la palabra en la reunión del pasado martes.

 

 

El CIUS levanta la consigna “Rebélate contra el sistema” este 5 de noviembre y en las actividades que se desarrollen en su PLAN DE LUCHA. El Comité intentará hacer de ella un punto central en medio de la crisis político-institucional, de ofensiva neoliberal y de concesiones de la Nueva Mayoría que afectan a la clase trabajadora

 

 

Hay ahí una clara voluntad de intervenir en los procesos sociales actuales.

 

 

El CIUS emerge para hacer frente a la situación actual y construirse como un referente de acción y defensa de los intereses de la clase trabajadora. En momentos en que se hace necesario una articulación mínima de las luchas y las demandas específicas de los trabajadores con las de los otros movimientos sociales dispersos.

 

 

Lo anterior con el objetivo de construir un eje de acción colectiva y poder social y político transformador.

 

 

Para así darle mayor proyección a la demanda ciudadana de Asamblea Constituyente, renacionalización del cobre, gratuidad en educación y salud pública así como pensiones dignas, que son aún las las grandes demandas insatisfechas que incumben al conjunto de la clase trabajadora y a sus familias (además de afirmar las suyas), para junto con los otros movimientos sociales marcar la agenda política y la tarea de cambios estructurales del país.

 

 

Contribuir de manera creativa a darle una cierta forma programática a esas demandas del pueblo ciudadano y trabajador.

 

 

¿No se trata quizás (nos preguntamos) de trabajar para preparar movilizaciones que retomen y unifiquen esas demandas dispersas con otras nuevas como la lucha por un medioambiente sano, contra el endeudamiento y los altos sueldos de los ejecutivos y las ganancias astronómicas de la banca y contra la corrupción del régimen político actual?

 

 

Debemos felicitar las voluntades de los dirigentes  que impulsan el Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical. Porque el CIUS irrumpe en la escena de la lucha social y también política para hacer escuchar la voz, las demandas y el proyecto político de la clase trabajadora en momentos de crisis política.

 

 

La claridad de su propuesta y su capacidad de convocatoria que está en construcción será una gran aporte al debate de la oposición democrática y de la izquierda antineoliberal y anticapitalista consecuente para presentar un programa y una alternativa de salida del régimen político y del modelo capitalista neoliberal existente.

 

 

Porque no basta con maquillar el modelo con una nueva constitución salida de la cabeza de los constitucionalistas profesionales adictos al legalismo de la casta dirigente, sino de cambiar también el modelo capitalista para hacer realidad los derechos sociales que podrán ser inscritos en esa nueva Constitución salida de una Asamblea Constituyente electa. Que habrá que imponerle a la casta político-empresarial corrupta. Es ahí, en la AC, dónde la presencia de los trabajadores deberá ser más que significativa, por no decir mayoritaria.

 

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