Universitarios chilenos y de América Latina se suman a ola mundial contra el genocidio en Palestina

Los estudiantes de las universidades de Chile y Católica se sumaron este jueves a las protestas a nivel global contra el genocidio en Palestina. A la protesta que lleva meses en los campus de Estados Unidos se adhirieron en las semanas recientes universitarios de la UNAM (México), la Universidad de São Paulo (Brasil) y la Universidad de Buenos Aires (UBA). También hay ocupaciones en Francia, Alemania y España. En Bélgica y Estados Unidos se ha logrado que universidades corten vínculos con Israel.

Por Mauricio Becerra

09/05/2024

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Actualidad / Portada / Pueblos

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Esta mañana estudiantes del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, realizaron un pasacampus (marcha interna) para solidarizar con la población palestina que está siendo atacada desde el 7 de Octubre por Israel.

En la actividad participaron estudiantes, profesores e integrantes del Comité por Palestina de la Universidad de Chile, quienes exigen que la principal casa de estudios pública rompa todo vínculo académico con instituciones israelíes y exigen al gobierno de Gabriel Boric, la ruptura de relaciones económicas, militares y diplomáticas con el Estado de Israel.

Poco antes del mediodía, los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) también se sumaron a las protestas contra el genocidio en Gaza, realizando una manifestación en las afueras de la casa central, en Alameda.

La manifestación fue convocada por la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (FEUC), quienes exigen al rector de dicha institución cortar las relaciones con universidades directamente implicadas en crímenes de guerra y violaciones a DD.HH.

Los gritos demandaban romper relaciones diplomáticas con Israel.

En el comunicado de la FEUC destacan el caso de Nadera Shalhoub-Kevorkian, académica chilena palestina y ciudadana de Israel que fue suspendida de la Universidad Hebrea de Jerusalén y posteriormente encarcelada.

Destacan también al Instituto Israelí de Tecnología, en donde se desarrolla tecnología para drones militares y excavadoras remotas para demoler viviendas palestinas; y la Universidad de Tel Avia, en donde fue desarrollada la doctrina Dahiya, que permite el uso desproporcionado de la fuerza contra poblaciones civiles.

El 21 de enero de este año, a casi cuatro meses de iniciarse el genocidio en Gaza y cuando se contabilizaban ya más de 20 mil muertes por las bombas israelíes, el embajador de dicha entidad, Gil Artyeli, participó de un conversatorio en el Centro de Estudios Internacionales UC (CEIUC), en donde fue recibido por el rector UC, Ignacio Sánchez.

LA CAUSA PALESTINA PRENDE EN AMÉRICA LATINA

Desde el 2 de Mayo comenzó el campamento de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coordinado por la Asamblea Interuniversitaria y Popular en Solidaridad con Palestina, que definió su iniciativa como un «campamento antisionista mas no antisemita» para exigir el “alto al genocidio y fin de la ocupación en Gaza”, además de la ruptura de las relaciones diplomáticas de México con Israel.

Durante la jornada de hoy, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en la UNAM no iba a ocurrir un desalojo, como ha ocurrido en las universidades norteamericanas, defendiendo la “libertad» de los estudiantes.

Obrador sostuvo que “es la libertad, esto está sucediendo en todos los países, sobre todo en Estados Unidos, aquí nada más decir que nosotros no reprimimos. Además la UNAM es autónoma, no vamos a violar la autonomía de la universidad, esa es nuestra opinión”.

También este jueves, los estudiantes mexicanos recibieron en el auditorio FCPyS al embajador de Palestina en México, en una actividad que estuvo a lleno total.

En Brasil desde el martes 7 de mayo estudiantes de la Universidad de São Paulo (USP) iniciaron una acampada en el patio central de la Facultad de Historia y Geografía, ocupación que se mantenía hasta el día de hoy.

La actividad es organizada por el Comitê de Estudantes em Solidariedade ao Povo Palestino (ESPP-USP), en donde participan también estudiantes de origen judío que rechazan el sionismo. Sus demandas, al igual que los universitarios en Estados Unidos y Europa, son además de la exigencia de un cese al fuego inmediato en la Franja de Gaza, el fin de las relaciones académicas de las universidades brasileñas con programas estudiantiles israelíes.

En Argentina también los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires se han sumado realizando acciones a favor de la causa palestina.

COMO LE HA IDO AL MOVIMIENTO EN ESTADOS UNIDOS Y EUROPA

Las manifestaciones estudiantiles en contra del genocidio en Gaza se iniciaron en Estados Unidos. En un primer momento el control de entidades sionistas de dichas casas de estudio provocó autocensura e incluso aceptar la libertad de expresión en los campus le costó el cargo a la rectora de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, presionada por los pro-israelíes.

Sin embargo, desde marzo de 2024 en adelante lo que eran tímidas manifestaciones comenzaron a congregar a cientos y a miles después, como en la Universidad de Columbia (New York), en donde se estableció un campamento y se exige el cese de las relaciones académicas con centros de estudio israelíes, así como también el fin de vínculos financieros con esa entidad.

Un profesor de la Universidad de Stanford, David Palumbo-Liu, describió en Al Jazeera, que estas movilizaciones no son fáciles en Estados Unidos, cuyas principales universidades reciben cuantiosos fondos de sectores pro-israelíes. Comenta que “los estudiantes que apoyan la liberación palestina han sido apuñalados, disparados, atropellados y rociados con productos químicos utilizados por las fuerzas de ocupación israelíes. Han sido suspendidos, arrestados y disciplinados. Han tenido que depender de su propio trabajo y de los limitados fondos que han podido recaudar para sus acciones de protesta”.

Sin embargo, según destacó, el movimiento prendió y ha conseguido acciones concretas. En la Universidad de Davis California, una votación del gobierno estudiantil realizada el 15 de febrero, acordó sumarse a la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel, por lo que se dejarán de gastar unos 20 millones de dólares que antes se invertían en empresas con vínculos con Israel. El mismo día, la Asociación de Estudiantes de Posgrado de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) exigió no invertir más en el estado sionista, consiguiente que cinco días después el gobierno estudiantil decidiera el fin de los recursos estudiantiles derivados del “apartheid, la limpieza étnica y el genocidio”.

Resoluciones similares se fueron tomando los días siguiente en UC Riverside y UC San Diego.

En la Universidad de Stanford se mantuvo durante 120 días el campamento de 24 horas de denuncia del apartheid y genocidio practicado contra los palestinos por Israel, movimiento que se repitió en la Universidad de Texas en Austin.

La respuesta de las autoridades norteamericanas ha sido la represión. Hasta esta semana se habían registrado mas de 2.000 detenidos en los distintos campus universitarios, como ocurrió en Columbia, Stanford, en el Emerson College de Boston, en la Universidad George Washington (Washington), en la Universidad de Nueva York y en la Universidad del Sur de California (USC).

Pese al desalojo de algunos campus universitarios, las protestas persisten. Hoy mismo estudiantes de la Universidad George Washington enarbolaron una gran bandera palestina.

Las manifestaciones también se extendieron a Europa en las semanas recientes, apareciendo ocupaciones de espacios universitarios en Francia, Países Bajos, Alemania y España.

En la Universidad de Ámsterdam el martes 7 cientos de estudiantes fueron desalojados de su acampada en el campus, ocasión en que la policía arrestó a 169 personas. Pese a la represión al día siguiente los estudiantes volvieron a ocupar el espacio.

El martes también la policía francesa desalojó a los estudiantes de la Sorbona (París), deteniendo a 88; además de desalojar la universidad Sciences Po, cuyo hall estaba intervenido por manifestantes estudiantiles.

En Alemania la represión ha sido más fuerte, clausurándose conferencias de apoyo a Palestina y prohibiéndose la entrada de personas que solidarizan con la causa. En la Universidad de Leipzig un grupo de estudiantes ocupó el anfiteatro con pancartas que decían «Ocupación de la universidad contra el genocidio».

También hubo fuerte represión en la Universidad Libre de Berlín cuando la policía llegó a desalojar un campamento de casi un centenar de personas.

En la Universidad Libre de Bruselas (ULB), Bélgica, también se han producido manifestaciones que exigen la anulación de los acuerdos e intercambios con instituciones israelíes. Y, pese a la represión, la rectora anunció recientemente que se hizo una revisión de los acuerdos con instituciones israelíes, decidiéndose el 25 de marzo la suspensión del intercambio con la Universidad de Tel Aviv.

Las acampadas en España se iniciaron el 29 de abril en la Universidad de Valencia, las que fueron seguidas a la semana siguiente por la Universidad del País Vasco. Esta semana, sumándose los estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes iniciaron una acampada el lunes pasado; y los de la Universidad de Barcelona, institución donde el claustro universitario votó este 8 de mayo una resolución de apoyo a Palestina y contra el genocidio israelí, además del fin de las relaciones con universidades y empresas de dicho ente territorial

El Ciudadano

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