El Perú se está moviendo

La experiencia de la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANdP) y el menos visible Movimiento Cumbre de los Pueblos (MCdP) representan para el Perú un punto de encuentro, de quiebre, de tensión y de posibilidades para articular las fuerzas sociales, políticas y culturales en procesos de construcción de alternativas al modelo neoliberal que represivamente impone […]

Por seba

03/03/2009

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Portada / Pueblos

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La experiencia de la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANdP) y el menos visible Movimiento Cumbre de los Pueblos (MCdP) representan para el Perú un punto de encuentro, de quiebre, de tensión y de posibilidades para articular las fuerzas sociales, políticas y culturales en procesos de construcción de alternativas al modelo neoliberal que represivamente impone el gobierno aprista de Alan García.

Desde fines de 2007 hasta mayo de 2008 se organizó en Perú la llamada Cumbre de los Pueblos-Enlazando Alternativas 3 (CDP)1 aunque su principal objetivo era responder a la Cumbre de presidentes AL-CUE, que se realizaba en paralelo. La cumbre alternativa abrió un proceso de reconocimiento y articulación de algunas importantes fuerzas políticas y sociales del escenario nacional. Su organización, caracterizada por la convocatoria de una amplia diversidad de organizaciones, de aspiración horizontal, democrática y representativa de las fuerzas progresistas vendría a ser un referente que busca continuarse en espacios como la hoy llamada Asamblea Nacional de los Pueblos (ANdP) y las Asambleas del Movimientos Cumbre de los Pueblos (MCdP).
La ANdP fue convocada por el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Mario Huamán, en el mitín final de la CDP, y aunque en un inicio se creyó que iba a  ser un evento respuesta al Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), terminó siendo una convocatoria de la Coordinadora Político Social (CPS) que entre sus principales objetivos busca generar una alternativa electoral al 2011. Vale decir que la CPS reúne a la mayoría de los partidos de izquierda, las principales confederaciones de trabajadores y algunas organizaciones de izquierda que se han ido sumando en el transcurso del último año.
El 8 de noviembre realizó su sesión de instalación en una Asamblea en la cual alrededor de 800 representantes nacionales y provinciales de organizaciones sindicales, partidarias, feministas, campesinas e indígenas, juveniles, de prensa alternativa, de estudiantes y personas independientes se reunieron a discutir la Declaración de Principios, los lineamientos organizativos, las bases programáticas y a elegir una comisión organizadora.
Aunque la dinámica colectiva de su desarrollo expresó la urgente necesidad de metodologías que hagan posible vivir la horizontalidad, la empatía, la rigurosidad y la eficiencia en la toma de decisiones, también evidenciaron la potencialidad de la resistencia cotidiana que vienen realizando las organizaciones en sus diferentes sectores, ya sea desde la reivindicación de sus derechos hasta la propuesta de los trabajadores del arte y la cultura. Vale mencionar que las organizaciones de mujeres y jóvenes consiguieron una cuota de 30% de representación mínima en todas las instancias de la asamblea como forma de garantizar su participación efectiva.
Su declaración de principios parte del reconocimiento de la aguda crisis de los países capitalistas del norte hemisférico, de la crisis moral en la política nacional y se asume como un espacio de “genuina expresión de los peruanos y peruanas que apuestan por una Patria libre, soberana, democrática y popular, descentralista y plurinacional, justa y progresista y están  dispuestos a establecer un nuevo régimen político, económico y social, que se integre al proceso liberador y soberano que –confrontado con el neoliberalismo entreguista- forjan diferentes pueblos de la América Latina desde sus propias historias y experiencia”.
MOVIMIENTO CUMBRE DE LOS PUEBLOS
El MCdeP constituye otro conjunto de actores indispensables en este aprendizaje por la integración y la articulación. Busca darle continuidad a un proceso de integración (la cumbre de mayo) en donde sus organizaciones indígenas2 tuvieron un lugar política y organizativamente protagónico y ofrecer una respuesta de representatividad política indígena a una coyuntura nacional interpelada por la resistencia de las comunidades afectadas por la minería y las exitosas luchas amazónicas que pusieron en jaque al gobierno central para conseguir la derogación de los decretos que atentaban contra sus derechos territoriales.
La segunda semana de octubre se realizó su primera asamblea nacional. Llegaron delegaciones de las bases provinciales, distritales y comunales del ande, representantes de Aidesep3, la organización que dirigió las luchas amazónicas antes mencionadas y  organizaciones políticas no indígenas locales, como prensa alternativa, centros de investigación, organizaciones estudiantiles y de jóvenes, de mujeres, artísticas y culturales.
Las denuncias a las empresas que violentan los derechos no sólo ambientales, sino políticos y económicos de las comunidades, las manifestaciones de adhesión y la consigna: “Para liberar a la Pachamama y construir el Estado Plurinacional” se hicieron oír. Tras declarar la ilegitimidad del gobierno aprista acordaron el levantamiento de los pueblos, la construcción de un nuevo marco constitucional con un nuevo sistema económico social y una propuesta de estado plurinacional comunitario; construir un instrumento político para la participación autónoma del poder y la convocatoria a las demás organizaciones a sumarse a este proceso.
Es necesario enfatizar que la construcción de frentes de lucha es sumamente difícil en un país en el cual las fuerzas anti capitalistas están aún en un proceso inicial de reconocimiento mutuo a nivel ideológico, de las prácticas políticas y de los roles generacionales. Sin embargo, vienen construyendo a la par formas de resistencia propositivas desde sus respectivos sectores. Estos cimientos sectoriales les han permitido también forjar sus propios criterios de integración para que las asambleas de los pueblos no sean saco roto donde todo entra y sale sin resultados. La esperanza y urgencia es que a través de una crítica empática y estratégica para que esos criterios se afirmen incorporando demandas, sentidos y perspectivas diversas y representativas en momentos unitarios y distintos si fueran necesarios, pero articulados. En este reto están estas iniciativas.

TESTIMONIOS

La revista Alerta 4 recogió los testimonios de dos representantes de estos espacios: Mario Palacios del MCdP afirma: “las comunidades, desde su ancestralidad, tienen mucho que aportar, el movimiento indígena no es concebido un movimiento sólo sectorial, sino un movimiento que integre una propuesta del Perú con un fuerte componente indígena”. Y Pilar Roca, por la AndP dice: “…La esperanza es lograr la unidad, porque, en caso contrario no vamos a avanzar. Pero la unidad debe ser en base a un programa concreto de 5 ó 6 puntos. Ha habido durante muchos años una fobia entre grupos políticos y hay personas con afán protagónico y no es fácil deponer eso”.

por Diana Flores
El Ciudadano

Notas:
1 + Info en: http://www.enlazandoalternativas.org, http://lacumbredelospueblos.blogspot.com/
2 Con las organizaciones: CAOI-Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CONACAMI-Confederación Nacional de comunidades indígenas afectadas por la minería.
3 Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana(http://www.aidesep.org.pe/)
4 Producida por Forum Solidaridad Perú – www.psf.org.pe

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