Sale un nuevo Sol en la Tierra

En junio los árboles dejan caer sus hojas para dar paso a los brotes nuevos


Autor: Sebastian Saá


En junio los árboles dejan caer sus hojas para dar paso a los brotes nuevos. Acaba un ciclo y comienza otro. El invierno es tiempo de reflexión y reposo en las comunidades, ritmo semejante al de la Pachamama cuando se esconde para renovar la vida.

El investigador rumano Mircea Eliade habla de la “regeneración del tiempo” para explicar los múltiples ritos de las sociedades tradicionales que marcan los ciclos de la naturaleza.
“Los cortes del tiempo son ordenados por los rituales que rigen la renovación de las reservas alimenticias, es decir, los rituales que aseguran la continuidad de la vida de la comunidad entera”, señala Eliade en “El Mito del Eterno Retorno” (EMECÉ, 2001).

En todas las culturas antiguas, incluso la egipcia hasta cierta época, los ciclos del tiempo se ordenaron combinando calendarios lunares y solares que regían los períodos de siembra y cosecha.

Pese a las diversas formas de establecer la duración de los meses, los pueblos antiguos daban importancia “al fin de un período de tiempo y el principio de uno nuevo”, explica Eliade.

“Lo esencial es que en todas partes existe una concepción del fin y del comienzo de un período temporal, fundado en la observación de los ritmos biocósmicos, que se encuadran en un sistema más vasto, el de las purificaciones periódicas y de la regeneración periódica de la vida”. Y agrega: “La regeneración es, como lo indica su nombre, un nuevo nacimiento”.

Por su parte, el pensador francés René Guénon dice que “la verdadera representación del tiempo es la que se aporta en la concepción tradicional de los ciclos, concepción que, por supuesto, es esencialmente la de un tiempo cualificado” (“El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos”, CS Ediciones, 1995).

En América del Sur los pueblos indígenas viven el paso de un ciclo viejo a otro nuevo con la ceremonia del Inti Raymi en la zona andina y el We Xipantv mapuche. Son celebraciones comunitarias que marcan un nuevo comienzo tanto en el orden cósmico como humano.

La fiesta del Sol

Los pueblos indígenas mantienen su conexión profunda con la Tierra y las fuerzas cósmicas del universo. Esa cualidad asimismo existió en las culturas antiguas de Europa, pero se perdió con el racionalismo moderno.

Como señala el escritor e investigador Raúl Encina Tapia, “la unidad armoniosa originaria del universo es uno de los contenidos esenciales de las tradiciones espirituales de la Humanidad. El quiebre dicotómico de este universo perceptual aparece como la ruptura del hombre con su trascendencia, del sujeto con el objeto.” (“El Tao de la Cibernética”, Revista “Ecovisiones”, Nº 1).
En su “Mensaje al Mundo Occidental” los iroqueses de América del Norte enseñan que “en el comienzo, nos fue dicho que los seres humanos que caminan sobre la Tierra han sido provistos con todas las cosas necesarias para la vida. Se nos instruyó para portar amor del uno al otro, y para demostrar un gran respeto por todos los seres de esta Tierra… en nuestras maneras, la conciencia espiritual es la forma política más elevada”.

Para los pueblos andinos se renueva ese vínculo cuando celebran el Inti Raymi o Fiesta del Sol, que en junio se celebra entre los Aymara, Quechua, Diaguita, Coya y los Guajiros de la Amazonía.

Consultado José Segovia (Patara) -de ascendencia Aymara- afirma que “durante esta celebración al Sol y la Tierra agradecemos todo lo que nos han dado en el año, y pedimos que el ciclo venidero sea mejor”.

El español Garcilaso de la Vega describió cómo los Incas “hacían esta fiesta al Sol en reconocimiento de tenerle por sumo, solo y universal dios, que con su luz y virtud criaba y sustentaba todas las cosas de la tierra (…). Por estas causas, como ellos dicen, era solemnísima esta fiesta” (“El Inti Raymi Inkaico”, Juan José Vega. Revista “Runapacha”).

José Segovia, miembro del Consejo Nacional Indianista (CONACIN), cuenta que el Inti Raymi “es una celebración donde la gente termina un ciclo. Por ejemplo, en muchas comunidades las ropas antiguas se queman y se visten con ropa nueva. Hay ofrendas, sacrificios de animales, comida y música”.

Para las comunidades representa la mitad del invierno. “Empieza la época de las lluvias que se llevan las hojas de los árboles, y se comienza a dar espacio a los brotes nuevos. Es el inicio del comienzo de la vida, un cambio de energía”, explica Patara.

El músico Eduardo Lecaros, del conjunto Machaqmara, explica que “en esencia el Inti Raymi es el encuentro con la cosmovisión, con la naturaleza y con nosotros mismos. Es una noche de reflexión”. Eduardo cuenta que la ceremonia la dirige el Yatiri, el guía espiritual y sanador de la comunidad. Antes del amanecer se hace un recuento de los sucesos importantes que acontecieron en el ciclo anterior.

We Xipan Antv o Wvñol Xipantu

La Nueva Salida del Sol o We Xipan Antv del pueblo mapuche se celebra entre el 21 y 24 de junio. “Significa la renovación de la tierra en todas sus expresiones. Y en esencia, es una fiesta familiar”, explica Néstor Kaxileufv, peñi (hermano) descendiente de una familia de Fuxa Logko.

Según el comunicador social José Paillal, para el mapuche la tierra (Mapu) “está llena de poder, pensamiento, energía. Esta concepción del mundo crea una vinculación especial entre las personas y las fuerzas y espíritus de la naturaleza presentes en el Mapu” (“Celebración del Wiñol Xipantu: Inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza”, 2003).

Para Néstor Kaxileufv, “el piso, la base de sustentación del mapuche es la espiritualidad. Sin ella el mapuche no existe. Hay un sentido y ese sentido lo da la divinidad, lo que trasciende más allá y abarca todas las energías existentes”. El mapuche reconoce que el hombre no está solo en la tierra.

“La tierra, en cuanto espacio de vida, es el lugar donde habitan las personas y todos los seres vivientes visibles e invisibles, materiales e inmateriales. La tierra es un espacio compartido, donde vive el hombre junto a otros seres en comunión y armonía”, explica José Paillal.

Kaxileufv señala que toda la familia y parientes cercanos se preparan con antelación para la festividad, que siempre se realizaba cerca de un río o un estero. “Antiguamente todos los mapuche iban a lugares donde está el agua, porque el agua da vida y te purifica”.
En un instante preciso, y, tras realizar una oración especial, los mapuche se bañan y purifican el kalvl (cuerpo) y espíritu (pvjv). “Se sale del agua y hay una purificación de todo el Ser. Así la familia está protegida e integrada al nuevo ciclo de la naturaleza”, explica Néstor.

Luego se comparte todo lo que se llevó para el We Xipan Antv y se hace un Gijatun encabezado por la Machi, que dura hasta antes de aparecer el sol. También hay Lakatun, una ceremonia social y religiosa donde el abuelo paterno le entrega su nombre a su nieto.
El sentido del Gijatun es agradecer “a la Divinidad por todo lo que da. Por la vida, los alimentos, por lo que tienes. Nada queda ausente”, agrega Kaxileufv.

“Mapuce ñi ixo fij kimvn feyentun nukuley we Xipantv egvn” (El año nuevo es parte intrínseca del mundo y de la vida mapuche).

por Rocio Munizaga

El Ciudadano


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