Brexit: lucha de poderes amenaza con terminar de quebrar a la UE

Ante la salida de Reino Unido, países como Francia y Alemania buscan imponer a toda costa su liderazgo dentro del bloque de naciones europeas

El Brexit ha supuesto en estruendoso golpe en el seno de la Unión Europea (UE). Uno de los países más potentes del grupo, Reino Unido, se marchó, por lo que  los Estados miembros ya se encuentran rearmando el tablero político y económico, y repartiendo los liderazgos en medio de la tensión.

Las pérdidas para la UE son significativas. Se ha ido el 13 % de la población, que ahora queda por debajo de los 500 millones de habitantes, así como el 14 % de su Producto Interno Bruto (PIB). También se va un socio con estatus de potencia, con armamento nuclear y asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que ahora sólo tiene Francia.

Las graves consecuencias del abandono de Reino Unido han sido advertidas por los líderes del euro grupo. La canciller alemana, Angela Merkel, la describió como “una ruptura para Europa” y el nacimiento de un competidor con el que habrá que negociar.

Arancha González, la ministra española de Asuntos Exteriores, fue más allá y afirmó que no será una negociación entre amigos. “En negociaciones comerciales no hay amigos, hay intereses que defender”, alertó.

En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, lo considera “una señal de alarma histórica” que debe conducir a la indispensable reflexión y reacción dentro la UE, para impulsar reformas que permitan que el grupo siga unido, a pesar de las notables diferencias entre sus miembros.

Con el Brexit, Reino Unido dejó de ser un socio de la UE y se convirtió en un rival económico. Imagen: web.

Conflicto con Reino Unido

Como primer paso, una mermada Unión Europea deberá negociar la relación con Reino Unido en un escaso margen de tiempo de apenas once meses, hasta final de año.

Asimismo, tendrá que hacer frente a las políticas del premier británico, Boris Johnson, quien adelantó que promoverá un modelo de bajos impuestos y una economía escasamente regulada para competir con la Eurozona.

La UE propuso un acuerdo «inédito», con «cero tarifas y cero cuotas», a condición de aceptar las reglas europeas en numerosos sectores, pero el conflicto parece ser inevitable.

De hecho, los roces entre Londres y Bruselas comenzaron a las 72 horas siguientes a la entrada en vigor el Brexit.

Johnson indicó que su país no hará “ninguna competencia desleal, ya sea en materia comercial, económica o medioambiental», pero advirtió que «no se alineará con las normas europeas como precio para lograr un acuerdo de libre comercio«.

«No veo ninguna necesidad de limitarnos con un acuerdo con la UE. Vamos a restaurar nuestra plena soberanía en nuestras fronteras, en inmigración, competencia, reglas sobre subvenciones, aprovisionamientos y protección de datos», señaló. Asimismo, adelantó que la cooperación con los europeos en materia de defensa y política extranjera «no requeriría necesariamente un tratado».

Estas declaraciones no fueron del agrado de los miembros de la UE, quienes amenazaron con implantar tarifas aduaneras y cuotas a Reino Unido.

El jefe de negociadores del bloque, Michel Barnier, advirtió que Reino Unido solo podrá evitar la aplicación de estas medidas si compite lealmente con la UE, su principal mercado de exportación.

«¿Gran Bretaña seguirá adhiriendo al modelo regulatorio y social europeo en el futuro o tratará de divergir? La respuesta del Reino Unido a esta cuestión será fundamental para definir el nivel de ambición de nuestra relación futura. Y Londres debe tenerlo muy en cuenta», señaló Barnier.

Emmanuel Macron busca bloquear la adhesión de Albania y Macedonia del Norte a la Unión Europea. Imagen: Orden Mundial.

Lucha de poderes

A raíz del Brexit, las divergencias entre los miembros de la UE no se han hecho esperar. Alemania y Francia están ejerciendo su liderazgo y tratando de imponer sus políticas, algo que incomoda a parte del resto.

París insiste en bloquear las puertas de acceso a Albania y Macedonia del Norte, argumentado que estos Estados no están preparados para la apertura de negociaciones y que necesitan más reformas.

Esa posición ha ocasionado que varios líderes de la UE calificaran como un «error histórico» la decisión de París, entre los que se encuentran Angela Merkel, quien apoya el ingreso de ambas naciones.

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Ante este escenario, la Comisión Europea (CE) decidió presentar una propuesta de metodología para el proceso de Ampliación de la UE que le da un mayor papel a los 27 miembros para revertir las negociaciones de acceso al grupo, si el país candidato no avanza en las reformas que se le exigen.

El comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, indicó que la CE ha examinado «las causas del fracaso» de que los Estados miembros rechazaran en octubre abrir negociaciones de ampliación con Albania y Macedonia del Norte, al considerar que esos países no estaban preparados para ello, pese al informe favorable de la UE.

Bajo el nuevo esquema, la CE quiere involucrar en el proceso de ampliación a los países miembros a través de una cumbre anual de líderes y expertos del grupo, en la que se revise el estado de las negociaciones de adhesión.

De esta forma, los integrantes de la UE tendrán la capacidad de paralizar negociaciones e, incluso, reabrir capítulos de negociación ya cerrados, en el caso de que el país candidato dé marcha atrás en sus reformas.

Al ser consultado sobre si esta iniciativa obedece a un intento de levantar el veto francés, Várhelyi se limitó a decir que «no es solo un tema de Francia, es un tema de Europa y así lo tratamos nosotros para que el proceso funcione de manera más creíble”.

Para molestia de Macron, el funcionario dejó claro la intención de la Comisión es que se desbloquee el inicio de negociaciones con Albania y Macedonia del Norte, dos países que Bruselas considera que cumplen las condiciones para empezar a tramitar su entrada.

El comisario indicó que, si los países de los Balcanes avanzan en sus reformas proeuropeas, la UE “responderá de manera acorde y fijará incentivos claros y tangibles”.

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Macron busca que Polonia, un Estado con un gobierno de ultraderecha y euroescéptico, ocupe un lugar más preponderante en el bloque. Foto: France 24.

Macron busca aliados

Emmanuel Macron está jugando sus cartas para asegurar que Francia ejerza el papel de líder de la Unión Europea, motivo por el cual busca aliados dentro del grupo.

El Mandatario francés está empeñado en que Polonia, un Estado con un gobierno de ultraderecha y más bien euroescéptico, ocupe un lugar más preponderante dentro del grupo.

Por tal motivo, convocó a una cumbre del llamado «Triángulo de Weimar», conformado por Francia, Alemania y Polonia, que se celebraría en marzo próximo, en un lugar y día por definir.

En una reunión que sostuvo en Varsovia con su colega polaco, Andrzej Duda, Macron afirmó  que los países miembros del Triángulo de Weimar deben asumir la “responsabilidad del futuro de la Unión Europea”.

Con estas declaraciones, el Presidente francés dejó claro que, a su juicio, países como España e Italia ya no son tanto trascendentes dentro de la UE, algo que generó molestias en Madrid y en Roma, ante el temor de ser desplazados en la toma de decisiones. 

De hecho, tras la salida de Reino Unido, Polonia pasa a ser el quinto país europeo más grande en cuanto a población y el sexto en PIB, un poder que el Gobierno polaco quiere que se le reconozca, más allá de las marcadas diferencias que mantiene con Bruselas, especialmente en materia de justicia, política migratoria y cuestiones climáticas.

Esta nación cuenta con una economía muy centrada en el carbón, por lo que se niega a cumplir el Pacto Verde impulsado por Bruselas.

Francia busca en Polonia un aliado para reafirmar su liderazgo continental en materia de seguridad. Foto: Actualidad RT.

Interés militar

Consumado el Brexit, Macron aspira reafirmar el  liderazgo continental de Francia en materia de seguridad y busca en la Polonia conservadora de Andrzej Duda su más cercano aliado.

La visita del francés a Varsovia sirvió para que ambos países suscribieran una declaración conjunta en el ámbito militar.

“Francia y Polonia son dos actores esenciales en materia de seguridad, como aliados miembros de la OTAN y como aliados privilegiados en el seno de la UE. Juntas, Polonia y Francia reforzarán las sinergía de la OTAN con iniciativas europeas en el terreno de seguridad y defensa, apoyándose en la fuerza y credibilidad de sus fuerzas armadas”, indicó el texto.

La declaración franco-polaca produjo un efecto inmediato en Berlín. Johann Wadephul, vicepresidente del grupo parlamentario de la CDU alemana, próximo a Angela Merkel, advirtió sobre el peligro de que Polonia y Francia, la primera potencia nuclear europea, tengan una relación militar privilegiada.

«El presidente Macron nos ha pedido muchas veces más a Europa. Ahora podría demostrar que está dispuesto a dar un paso capital: poner el arsenal atómico francés bajo responsabilidad de la Unión Europea», señaló.

La UE propone que cada uno de los 27 miembros aporte un 1,11 % de su PIB para llenar el vacío dejado por Reino Unido en  las arcas comunitarias. Foto: Economía Simple.

¿Veto al presupuesto de la UE?

La salida de Reino Unido reduce el presupuesto de la UE. Ante este escenario, Bruselas propuso, en el llamado Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2021-2027, que cada uno de los 27 miembros aporte 1,11 % de su PIB para llenar el vacío en las arcas comunitarias.

Esta propuesta causó molestias en algunos socios, y en rueda de prensa conjunta celebrada Berlín, Merkel y su homólogo austriaco, Sebastian Kurz, amenazaron con un posible veto a la aprobación del presupuesto 2021-2027, si -este no es renegociado a la baja.

Alemania y Austria rechazan pagar más en el nuevo presupuesto de la UE. Foto: La Vanguardia.

Kurz dijo que para Austria y Alemania esa aportación resulta “demasiado elevada”, y dejó claro que quieren que la aportación del PIB no sea mayor al 1 %, propuesta a la que también se suscribiría los Países Bajos.

Además, Merkel admitió que la salida de Reino Unido conduce a un incremento de exigencias a los países con mayor poder económico, pero añadió que estas naciones también tienen “restricciones”.

Asimismo, afirmó que la disponibilidad de aportar más al presupuesto “depende mucho de en qué se gastará el dinero”. También señaló que los 27 países deberán reforzar su competitividad.

Por lo pronto, el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, decidió convocar una cumbre extraordinaria de jefes de Estado para el 20 de febrero, para debatir el Marco Financiero Plurianual 2021-2027, y evitar que se produzca un veto al presupuesto comunitario, ya que ello debilitaría aún más a la UE tras el Brexit.

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