Caos y mentiras en Ecuador: ¿Por qué no debemos creer las cifras de Lenín Moreno sobre Covid-19?

El total de fallecidos que ofrece el Gobierno -incluyendo los "probables"- es de 9.407. Sin embargo, esos números ni siquiera alcanzan las 10.000 víctimas atípicas que registra Guayas

Ecuador

La situación de la pandemia generada por la COVID-19 en el planeta ha mostrado las costuras de los sistemas de salud en distintos países. También ha dejado en evidencia a los gobiernos que pretenden esconder el impacto real que va dejando el nuevo coronavirus en su población. Ese es el caso de Ecuador, en manos del régimen de Lenín Moreno.


Actualmente, Ecuador se puede considerar un régimen que erradicó el Estado de derecho y cercenó la libertad de prensa y el libre acceso a la información, con cierre de medios de comunicación no alineados a la línea editorial gubernamental. Además, se promueven persecuciones contra periodistas que buscan informar sobre la realidad que sufre un país envuelto en una crisis política, económica, social y sanitaria.

La agudización de la situación crítica recrudeció con la llegada de la pandemia del coronavirus, dejando en evidencia la inacción del Estado y un silencio sepulcral del Gobierno con respecto a los balances diarios sobre contagios y muertes por COVID-19.

La manipulación de los datos sobre el comportamiento de la pandemia ha sido denunciada desde que comenzó el masivo descontrol de las infecciones, situación reflejada cuando comenzaron a aparecer centenares de cadáveres en las calles de Guayaquil, ciudad que hasta estuvo tomada por aves de rapiña, debido a la pestilencia que alcanzó a la urbe.

Ecuador no presenta cifras exactas

Periodistas ecuatorianos han denunciado que las cifras oficiales de muertes por COVID-19 en Ecuador no son exactas, pues sólo la provincia de Guayas presenta al menos 10.000 decesos que no fueron verificados y que son atípicos en el promedio de muertes que presenta esa región anualmente.

Hasta el 6 de agosto, el saldo oficial de muertes que manejaba el Ministerio de Salud de Ecuador era de 5.877, pero -en letras pequeñas- colocan que a esa cifra podrían sumarse otros 3.530 decesos «probables».

Así, el total de fallecidos manejado por el régimen de Moreno -incluyendo los «probables»- es de 9.407. Sin embargo, los números «oficiales» ni siquiera alcanzan las 10.000 víctimas atípicas que registra Guayas.

La manipulación de la información sobre el comportamiento de la COVID-19 llega a tal punto que, incluso, el Ministerio de Salud informa o actualiza las cifras haciendo hincapié en el supuesto porcentaje de personas recuperadas, algo que incluso admiten, no representa si el país realiza una gestión exitosa o no.

De hecho, el Registro Civil ecuatoriano presenta cifras de exceso en cantidad de fallecidos, y el número está a punto de alcanzar la cifra de 30.000, con un promedio de 100 diarios. Todos esos casos se reportaron desde que comenzó la pandemia. Además, en el caso de los pacientes positivos, se afirma que existe un subregistro por las pocas pruebas que realiza el Gobierno, algo parecido a lo que ocurre en Colombia, El Salvador, entre otros países.

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Jair Bolsonaro, Lenín Moreno e Iván Duque, presidentes que han mostrado un mal manejo de la pandemia. Foto. Agencias

¿Qué dice el Gobierno?

El más reciente comunicado del Ministerio de Salud habla sobre la supuesta «mejora continua» de indicadores que reflejen el comportamiento de la COVID-19.

«Ecuador registra 86.527 casos acumulados confirmados de coronavirus, de los cuales 77.568 fueron detectados mediante una prueba RT-PCR. De estos, 59.344 (77 %) corresponden a casos recuperados definidos como aquellos que han sido ingresados al sistema de vigilancia con al menos una prueba RT-PCR positiva, cumplieron 29 días desde la fecha de inicio de síntomas. Este indicador se mostrará acumulado semanalmente, cada domingo».

Agrega que «el indicador ‘Recuperados’ se empezó a reportar desde el 27 de abril e inició con 1.103 casos. Estos casos se reportaron con dos pruebas moleculares negativas y después de 14 días de iniciados los síntomas. Al 31 de mayo se acumuló 3900. Del 1 al 30 de junio hubo 12 días con información de incremento de pacientes recuperados, con un promedio de 69 pacientes por día».

En ese sentido, el Ministerio resalta que «la nueva metodología del indicador ‘Recuperados’ tiene como objetivo mostrar la cantidad de personas que, habiendo tenido la enfermedad COVID-19, ya sea leve, moderada o grave, han superado clínicamente el tiempo para no transmitir el virus. Este indicador, por sí solo no puede ser usado como el éxito de un país en el combate a la pandemia, sino que forma parte de los diversos indicadores de procesos y resultados de la mitigación de la pandemia».

Esta misma información publicada en el portal web del Ministerio de Salud fue divulgada en su cuenta Twitter. la acompañan con una serie de infografías que más allá de presentar cifras sobre la pandemia, muestran cómo se ocultan las cifras diarias de contagios y fallecidos, y la manipulación de la crisis sanitaria en el país suramericano.

Una comparación con Venezuela

En un país que supera, según cifras oficiales, los 86.000 casos, entre las publicaciones de los días 1 y 2 de agosto -al hacer una comparación- apenas se reportan 295 casos nuevos y 14 defunciones, números totalmente atípicos en relación con el promedio presentado por otros países que guardan comportamientos virulentos semejantes.

Al hacer una comparación con uno de los países que más se ha cuidado en mantener frenada la masificación de los contagios, como es el caso de Venezuela, país que el pasado domingo -2 de agosto- apenas sobrepasó la marca de 20.000 personas positivas al COVID-19, y que enfrenta una situación particular al tener una de las más altas migraciones de connacionales retornados; muestra una manera bastante amplia y clara sobre la información diaria y detallada sobre como afecta la pandemia a su población.

De los más de 20.000 contagios que presenta Venezuela, al menos unos 5.000 son casos importados, es decir, extranjeros o connacionales que han llegado al país infectados provenientes de países como Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Chile, entre otros; y buscan un refugio debido a la vulnerabilidad y miseria a la que quedaron totalmente expuestos -sin trabajo ni vivienda- en medio de la pandemia.

Además, Venezuela contabiliza cerca de 200 fallecidos desde el pasado 13 de marzo, pero la situación en el país suramericano se ha agravado debido al descontrol masivo de las pandemias en sus países vecinos: Brasil -segundo con más casos positivos del mundo- y Colombia, también entre los diez primeros en ese mismo ránking negativo-.

A pesar de todo esto, las autoridades venezolanas siguen siendo claras al presentar los balances diarios sobre la COVID-19, pues son bastante detallados e, incluso, personalizados cuando se refieren al renglón de fallecidos.

Venezuela contabilizaba hasta el miércoles 5 de agosto, 22.299 casos confirmados de coronavirus. De ese total, 12.146 son pacientes que ya se recuperaron. Además, 7.876 son casos asintomáticos y apenas 195 personas han fallecido.


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