Héctor Llaitul tras ser declarado culpable: «Este juicio fue absolutamente politizado»

El Ciudadano conversó en exclusiva con Héctor Llaitul, quien decidió hablar por primera vez sobre sus impresiones del proceso judicial por el que estaría arriesgando 25 años de presidio efectivo.

Héctor Llaitul tras ser declarado culpable: «Este juicio fue absolutamente politizado»

Autor: Josefa Barraza

El pasado lunes 22 de abril, y en el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco se efectuó la audiencia contra el werken de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, por delitos contemplados bajo la Ley de Seguridad del Estado. En esta instancia, fue declarado culpable de todos los cargos que se le imputan: hurto de madera, usurpación, y atentado contra la autoridad .

Sin embargo, dos días después de lo ocurrido, El Ciudadano conversó en exclusiva con Héctor Llaitul -tras una gestión con su defensa-, quien decidió hablar por primera vez sobre sus impresiones del proceso judicial por el que estaría arriesgando 25 años de presidio efectivo.

-Accedo a dar esta entrevista por la necesidad que sentimos como mapuche de dar importancia y sentido profundo a lo que significa la libertad de expresión , el principio de la libertad de expresión, y que trasciende mucho más allá de las fronteras, porque cuando existen conflictos entre pueblos de esta naturaleza debieran escucharse todas las voces, porque debe buscarse una salida con diálogo a un conflicto histórico , comenzó diciendo Llaitul.

Respecto a lo anterior, el líder de la CAM continuó afirmando que por este motivo se emplaza a los medios de comunicación para retratar lo más objetivamente un conflicto, ya que, la reivindicación territorial y política del pueblo Nación Mapuche es un conflicto histórico, por lo tanto tienen todo el derecho a expresarse, a denunciar y reclamar frente a tanta injusticia.

Ya fue declarado culpable, pero en su opinión ¿Qué irregularidades hubo en su juicio?

-Efectivamente, hubo una serie de irregularidades o vicios procesales en este juicio y que la misma prensa burguesa ha llamado «juicio histórico». En primer lugar, porque esto parte por una denuncia, una querella del gobierno de derecha de Piñera y después fue ampliada por el gobierno de Boric. Se involucraron o se asignaron otro tipo de ilícitos para poder hacer una suerte mezcla que pudiera argumentar o legitimar, la persecución política que era el fondo del enjuiciamiento y el proceso en mi contra (…) los otros ilícitos son todos relacionados con los procesos de recuperación territorial y política que llevamos adelante como organización, como expresión dentro del movimiento mapuche, particularmente del movimiento mapuche autonomista que confronta con los intereses de gran capital en el territorio ancestral mapuche. Entonces, en ese marco se pudo observar claramente vicios procesales.

Usted menciona vicios procesales, ¿A cuáles se refiere?

-Por ejemplo, la participación de los testigos sin rostro, lo que significó también la salida de una jueza garantista para imponer la presencia de estos testigos con reserva de identidad como estándar de prueba, los que son cuestionados no solamente por la jurisprudencia en el ordenamiento internacional, sino también por el mismo Estado chileno a la hora de establecer una condena por la utilización de este tipo de testigo o prueba. Lo otro es que toda la argumentación, toda la prueba que se presentó responde a la subjetividad de la persecución penal de la Fiscalía, y del Ministerio del Interior, la cual tiene relación con perseguir a una expresión, a un liderazgo, a una vocería. Por lo tanto, se persigue en estricto rigor no solamente una retórica en específico, sino a una propuesta política. Que es la que nosotros venimos sosteniendo como organización o como parte del movimiento mapuche que lucha por la recuperación de las tierras. Además, debe quedar muy claro que detrás de esta condena estuvieron las forestales, quienes de hecho participaron como querellantes.

En ese sentido, Llaitul comentó la existencia de una policía que se utilizó en su caso, y que corresponde a una unidad (supuestamente de élite) dependiente de la Brigada de Inteligencia de la Policía de Investigaciones, que tenía las mismas prerrogativas de la Unidad de Inteligencia en el Caso Huracán.

-Sin embargo hay un refinamiento en el proceder de la policía para poder incluso instalar pruebas falsas y para poder georreferenciar a aquellos que somos perseguidos y así involucrarnos, en ilícitos que en los que no necesariamente estamos comprometidos. A nuestro entender se requiere un poco más de estándar probatorio, porque no es suficiente el accionar de la policía cuando se trata de persecución política direccionada (…) Además, la tecnología que se utilizó es de procedencia de origen israelí, y está basada en la persecución de los pueblos movilizados-, sostuvo el líder de la CAM.

Entonces, ¿usted cree que su juicio fue de carácter político?

-Nosotros argumentamos con toda la fuerza de que esta fue una condena esencialmente, estrictamente política, porque no tiene el basamento jurídico. No se ajusta a derecho, no está en correspondencia con lo que es la jurisprudencia o el sistema procesal en sí. Contraviene todo el debido proceso. Es una condena hacia la expresión de las ideas. Es una condena, en la que que no se pudo probar ni siquiera la vinculación con ilícitos que se suponía se me asignaban como responsabilidad. En ese sentido estamos claros de que hay una presión de tipo empresarial, de la clase política dirigente, muy incrustada con los intereses del gran capital. Está la ultraderecha detrás de esto. Se puede entender que el Ministerio Público, con los querellantes, tanto del gobierno de turno como los representantes de las empresas privadas, estaban al unísono en este sentido. Este juicio fue absolutamente politizado, con características ideológicas y políticas.

Sin embargo, Héctor Llaitul también es enfático en precisar el rol de los medios de comunicación en la cobertura de su caso, puesto que, para el vocero de la CAM «existe un conglomerado empresarial que involucró a la prensa oficial (hegemónica) para brindar una visión con un discurso oficial, con una verdad instalada e impuesta, y que no es la verdad definitiva «. Incluso, cree que posterior a su condena, continuará la campaña de legitimar el juicio y la postura del Estado, lo que arremete permanente con los intereses y derechos del pueblo Nación Mapuche.

¿Qué piensa de la postura del gobierno de Gabriel Boric en su caso?

Pienso que la ofensiva en contra del movimiento autonomista, es por la posición que ha tomado este gobierno en particular en contra del pueblo Nación Mapuche movilizado. Ellos son los titulares, ellos son los que están en en el gobierno a cargo de la gobernanza, que a nuestro juicio es de continuidad de los gobiernos anteriores en el sentido de mantener un tipo de administración neoliberal, con un programa burgués, con un programa que está al servicio de los poderosos, y no de los oprimidos o de los movimientos sociales que han sido golpeados por el sistema, y menos del pueblo Nación Mapuche que está en proceso de reivindicación territorial y política. Los hechos hablan por sí solos. Primero, se observa la militarización exacerbada de los territorios y las zonas en conflicto en el Wallmapu. Segundo, el aumento de la criminalización de la causa Mapuche, es decir, los procesos de reivindicación territorial y política, lo cual no debieran tener una solución por la vía de la justicia represiva, del acto punitivo o persecutorio, sino que debiera ser sobre la base de diálogo, de acercamiento de posiciones, y eso no ha ocurrido con este gobierno.

Incluso, el Presidente Boric inició su primer discurso en mapuzungun…

-Las condenas más altas y la mayor cantidad de presos políticos las evidenciamos con este gobierno. Nosotros podemos basar nuestra crítica, nuestra posición encontrada con el gobierno de Boric basada en hechos muy concretos. Militarización, persecución, criminalización, prisión política y condiciones carcelarias indignas. Tenemos una posición muy crítica y de antagonismo con el actual gobierno. No solamente por dar continuidad al modelo neoliberal que se desarrolla a sangre y fuego en Wallmapu, con un régimen de ocupación, sino que también por cómo le da tratamiento a la causa mapuche no basada en el diálogo, sino basada en la bota militar. De hecho si nos remitimos a la comisión que designó el mismo Boric, su representación política es una comisión de paz y entendimiento que no tiene nada de representativa a la hora de pedirnos una opinión o la palabra. No se habla con los actores del conflicto, no habla con los actores del movimiento mapuche autonomista. Y sin embargo, ahí está funcionando y resultara un fracaso.

Según Llaitul, este gobierno no ha asumido una posición de justicia para el pueblo mapuche, ya que, lo ven «salvaguardando los intereses del gran capital», mientras que considera que las autoridades se pusieron del lado de los poderosos y no del lado de la causa legítima del pueblo Nación Mapuche.

Finalmente, la sentencia en contra de Héctor Llaitul se revelará el próximo 7 de mayo, arriesgando una condena de 25 años.

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