¿Por qué EEUU puede tener 250 millones de infectados por COVID-19?

Lógica: «modo o manera particular de pensar, de ver, de razonar o de actuar que se considera coherente, racional o de sentido común»

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Lógica: «modo o manera particular de pensar, de ver, de razonar o de actuar que se considera coherente, racional o de sentido común». Con base en esa definición, bien puede afirmarse sin duda alguna, ni tampoco discusión y con precisión de cirujano, que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue un hombre «razonablemente lógico» cuando le tocó hablar sobre el COVID-19.

¿Argumentos? Basta recordar una frase de un mitin político que ofreció en junio en Tulsa, Oklahoma, referente a las pruebas de detección del COVID-19: «Las pruebas son una espada de doble filo (…) Cuando haces muchas pruebas, vas a encontrar muchos casos. Por eso le dije a mi equipo: vayan más lento con las pruebas por favor».

Semanas antes ya había presentado un aperitivo de entrada: «Si no haces pruebas, no tienes ningún caso. Si dejáramos de hacer pruebas ahora mismo, tendríamos muy pocos casos». ¿Lo ven? Lógica pura.

Ahora, sus palabras podrían hacer reír desaforadamente, en lugar de provocar risas nerviosas, si no hubieran sido pronunciadas en medio de la pandemia mundial más peligrosa en 50 años y cuyo epicentro es Estados Unidos, país que hasta este 9 de febrero reportaba más de 27 millones de casos positivos y de 467 mil fallecidos.

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El mapa de casos positivos acumulados de COVID-19 en Estados Unidos, elaborado por la Universidad Johns Hopkins

Los 250 millones de infectados

Esa actitud de Trump durante su último año de mandato resulta más preocupante después de escuchar a Robert Ray R. Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), máxima autoridad en materia sanitaria en la nación norteamericana. Meses atrás, en conferencia de prensa telefónica, lanzó una advertencia que encendió las alarmas.

«Es probable que la cantidad de personas que han sido infectadas con el coronavirus en Estados Unidos sea 10 veces más alta que los millones de casos confirmados«, alertó el también administrador de la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, según reseñaron medios de su país.

Los periodistas, al pedirle confirmación de sus palabras, obtuvieron como respuesta: «Nuestra mejor estimación en este momento es que por cada caso que se informa, en realidad hay otras diez infecciones». En aquel entonces se trataba de un total de 25 millones de casos positivos. Pero, tomando como ciertas sus palabras, actualmente EE. UU. podría haber sobrepasado los 25o millones de casos positivos. Eso, aunque más del 90% aún no hayan sido detectados y alrededor de la mitad sean totalmente asintomáticos.

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En vez de detectar propiamente al virus, la prueba serológica detecta la respuesta inmunológica de la persona contra el patógeno. Foto: Web

Pruebas serológicas

Pero, ¿cómo llegó el director de los CDC a esa conclusión tan alarmante? Indicó que la proyección se extrajo tras examinar muestras de sangre en todo el país en busca de la presencia de anticuerpos del virus SARS-CoV-2.

En ese sentido, explicó que las pruebas examinan la sangre de una persona en busca de indicadores de que el sistema inmunológico activó una respuesta a la infección. De allí, se determinó que al menos 8% de la población lo hizo y, por ende, estuvo estado expuesta al virus.

Sin embargo, un riesgo de estas pruebas es que si se hacen en la primera semana del contagio hay una alta probabilidad de que el resultado sea negativo, ya que el organismo puede tardar hasta 10 días en liberar los anticuerpos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En medio de la pandemia, Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, había explicado a los medios que «cuando una persona se contagia de COVID-19 desarrolla anticuerpos y despliega parte de una respuesta inmune entre una y tres semanas después de la infección». No obstante, aunque el ente aún no ha comprobado que esa respuesta del sistema inmune quiera decir que tiene inmunidad, sí tiene claro que esa persona podría infectar a otras.

Ante ello, expertos virólogos de los CDC defienden que la pandemia permanece en sus primeras etapas y el deber de las personas es continuar tratando de limitar la propagación viral.

Las palabras de Redfield llegaron justo cuando el recuento de casos continúa aumentando a niveles récord en muchos estados, durante los meses de clima cálido en los que se esperaba que se registrara una pausa en la pandemia.

Estados Unidos
Estados Unidos es el país más afectado del mundo

No importa la fecha en el calendario

El director de los CDC informó a finales de 2020 que aunque se creía que las personas mayores de 65 años enfrentaban un mayor riesgo, se eliminó ese marcador, porque aunque el riesgo sí aumenta constantemente con la edad, hoy son los más jóvenes la vanguardia de la transmisión.

«Los jóvenes, muchos de ellos recientemente en movilización después de meses de confinamiento, se han sometido a pruebas con más frecuencia en las últimas semanas y han impulsado el aumento en los casos en el sur y el oeste» del país, manifestó.

Por ello, instó a la ciudadanía a sopesar sus riesgos individuales a medida que avanzan en sus vidas. «Cuando debes salir a la comunidad, estar en contacto con pocas personas es mejor que muchas, y los períodos más cortos son mejores que los más largos». Asimismo, recordó lo esencial que resulta para la salud el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y cubrirse bien la cara.

«Este virus causa muchas infecciones asintomáticas. El enfoque tradicional de buscar enfermedades sintomáticas y diagnosticarlas obviamente subestima la cantidad total de infecciones», argumentó, para luego recordar que cerca de la mitad de los casos no presentan síntomas.

Hablan más expertos

En junio pasado se sumó al llamado de alerta el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, quien advirtió que el número de casos diarios podría elevarse a 100.000, si las autoridades no logran contener la propagación de la pandemia.

En una comparecencia ante el Senado, refirió las proyecciones de los CDC y agregó como una causa del auge de la incidencia del COVID-19 en EE. UU. el “desprecio de la población por el distanciamiento social”.

El epidemiólogo más respetado en el país hizo énfasis en ese último punto: “Si miran lo que está sucediendo (…) reuniones multitudinarias de personas, a menudo sin máscaras, que ignoran las pautas que elaboramos con mucho cuidado (…) son una receta para el desastre”.

Por su parte, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, también alertó aquella vez que «la ventana se está cerrando» para que EE. UU. tomara medidas para frenar la pandemia. Sin embargo, reconoció que para tener éxito era fundamental que la ciudadanía actuara de manera responsable, respetara el distanciamiento social y el uso de tapabocas.

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Muchos jóvenes seguidores del presidente Donald Trump asisten a las fiestas Covid para contagiarse y creerse luego invencibles.

Las fiestas Covid

Autoridades sanitarias de varios estados reportaron en esos meses de pandemia la realización de «fiestas BYOC» (Bring Your Own COVID-19 o “Trae Tu Propio COVID-19”). En ellas, personas no infectadas se mezclaban con casos positivos porque creían que si contraían el virus intencionalmente podían hacerse inmunes.

De acuerdo con versiones oficiales, los asistentes a estas reuniones eran principalmente jóvenes, una población que se muestra más reacia a practicar el distanciamiento social.

Esa actitud supremacista puede vincularse con una teoría conocida como “inmunidad de rebaño”, que propone el “contagio controlado” para acelerar la generación de anticuerpos y de una barrera inmunológica. No obstante, uno de los gobiernos que aplicó esta “estrategia” fue Suecia y el resultado actual es: casi 600 mil infectados y más de 12 mil fallecidos, ubicándose en el puesto 29 entre los países más afectados.

Nueva York
Una fosa común cavada para ser usada como cementerio de fallecidos por COVID-19 en Nueva York. Foto: Reuters

¿Hay también más muertes por COVID-19?

Una investigación desarrollada por la agencia BBC concluyó que cuando el mundo registraba 440 mil muertes — el 19 de junio — en realidad había otras 130 mil no contabilizadas como producto del COVID-19.

Los periodistas Becky Dale y Nassos Stylianou revisaron los datos de mortalidad preliminares de 27 países y detectaron que la cifra general de defunciones durante la pandemia, sea cual sea la causa, ha sido superior al promedio registrado en el mismo periodo en años anteriores.

“El llamado ‘exceso de muertes’ o ‘exceso de mortalidad’, que muestra el número de muertes por encima del promedio, sugiere que el impacto humano de la pandemia excede los datos oficiales publicados por los diferentes gobiernos del mundo”, destacó la agencia británica.

En el caso de Estados Unidos, el estudio concluyó que entre el 16 de febrero y el 2 de mayo «la cifra de muertes fue 16% más alta que el promedio, con un total de 97.300 defunciones más que lo habitual».

Entonces, si para el 2 de mayo la cifra de fallecidos era de 70.266, significa que en el periodo de estudio el “exceso de muertes” fue de 26.986, y muchas de ellas pueden atribuirse al COVID-19, bien sea porque eran personas que no se realizaron la prueba o se la hicieron pero fallecieron antes de obtener los resultados.

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Las autoridades recomiendan no descuidar las medidas de protección contra el virus

Qué dicen estudios más novedosos y actuales

Joe Biden asumió la presidencia el pasado 20 de enero y de inmediato todo algunas medidas sanitarias y revirtió decisiones polémicas de Trump. Sin embargo, un año después de haberse propagado la pandemia el daño estaba hecho.

Desde marzo de 2020, los funcionarios han medido la gravedad de la propagación mediante el seguimiento de una medida en particular: cuántos casos nuevos se confirman mediante pruebas cada día. Sin embargo, ha estado claro todo el tiempo que este número es un eufemismo debido a las deficiencias en las pruebas.

Este mes, un equipo de investigación de la Universidad de Columbia creó un modelo matemático que ofrece una imagen mucho más completa y aterradora de la cantidad de virus que circula en Estados Unidos. Asimismo, calcula cuántas personas nunca se cuentan porque nunca se hacen la prueba.

Además, responde una segunda pregunta que posiblemente sea aún más crucial, pero que hasta ahora no se estima de manera confiable: en un día cualquiera, ¿cuál es el número total de personas que son activamente infecciosas? Esto incluye a aquellos que pueden haber sido infectados en días anteriores pero aún están diseminando el virus y son capaces de propagar la enfermedad.

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La conclusión del modelo: en un día cualquiera, la cantidad real de casos activos (personas que están infectadas recientemente o que aún están infectadas) es probablemente 10 veces mayor que la cantidad oficial de casos reportados ese día. El modelo aún no se ha publicado ni revisado por pares, pero el investigador principal, Jeffrey Shaman, especialista en enfermedades infecciosas, compartió los datos exclusivamente con NPR.

Desde que la pandemia llegó a ese país, ha pasado casi un año y la situación sigue empeorando cada día. De ser ciertas esas afirmaciones y teorías, un país con casi 330 millones de habitantes -según la Oficina del Censo de Estados Unidos- tendría más de 250 millones de infectados o alrededor del 75% de su población.

¿Cuántas muertes en Estados Unidos habrán sido causadas por el coronavirus? El tiempo pasará y lo revelará, ya con Donald Trump expulsado de la Casa Blanca y de regreso y con buena salud en una de sus lujosas mansiones. Al final, ¿podrá Biden impedir que la propagación siga o ya es muy tarde para ello?

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