Trump inventa «expediente bomba» para culpar a China del COVID-19 y ganar reelección

La Corporación Australiana de Radiodifusión informó que el documento original era un informe de investigación de antecedentes compilados y distribuido por el Departamento de Estado

Donald Trump está desesperado por tratar de revertir los resultados de las encuestas que lo alejan de sus ambiciones de reelección, y busca la manera de desviar la atención y culpar a China por la crisis social y económica que atraviesa Estados Unidos, producto de su mal manejo de la pandemia del coronavirus.

Según reveló el portal británico The Guardian, el Presidente norteamericano se apoyó en el magnate de medios Rupert Murdoch para promocionar un “expediente bomba” que supuestamente revela cómo Pekín estaba encubriendo el verdadero origen del COVID-19.

Murdorch dueño de Murdoch News Corporation, conocido por el escándalo de grabaciones ilegales a las fuentes de sus periódicos, publicó en su diario sensacionalista Daily Telegraph, de Australia, un reportaje de seis páginas relacionado con «un supuesto expediente preparado por gobiernos de países occidentales» sobre el avance de la pandemia.

El Daily Telegraph, propiedad de Murdoch, publicó el artículo creado para culpar a China del surgimiento de la pandemia del COVID-19. Imagen: The Guardian.

¿Dossier bomba?

El artículo escrito por la periodista Sharri Markson hace mención a la exclusiva de un “dossier bomba” relacionado con el “virus del murciélago chino”.

En el texto se recopilan supuestas pruebas del encubrimiento chino en los primeros compases de la pandemia, así como indicios de la fuga del virus de un laboratorio.

Según Markson, China suprimió o destruyó deliberadamente la evidencia del brote de coronavirus en un «asalto a la transparencia internacional» que costó decenas de miles de vidas, de acuerdo con un expediente preparado por potencias occidentales preocupados ante el contagio COVID-19.

Esta historia fue rápidamente divulgada y exagerada por los medios al servicio de Trump en los Estados Unidos, como The New York Post y Fox News, cuyo accionista mayoritario es Murdoch, quien nació en Australia y se nacionalizó norteamericano.

The New York Post lo calificó como «un expediente condenatorio filtrado de la alianza de inteligencia ‘Five Eyes’ (cinco ojos)«, formada por las principales potencias angloparlantes: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda; países que comparten entre sí la información sensible que recopilan y que se han comprometido a no espiarse entre ellos.

A su vez, Tucker Carlson, presentador de Fox News, preguntó por qué era tan difícil para algunas personas aceptar objetivamente que la evidencia sugiere que el coronavirus proviene de un laboratorio en Wuhan, China.

Carlson elogió que el «dossier fue compilado por agencias de inteligencia de los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda», reseñó The Guardian.

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Asimismo, el periodista declaró que «esta es la confirmación más sustancial de lo que sospechamos que hemos tenido hasta ahora, y debido a que es un esfuerzo multinacional, creo que sería difícil descartarlo como un documento político”.

De este modo, trató de darle peso a las teorías de Trump y de su secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes afirman que hay «una enorme evidencia» de que el coronavirus proviene de un laboratorio chino. Una hipótesis rechazada por la comunidad científica internacional, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El «expediente bomba» fue escrito por el Departamento de Estado y no por la alianza de inteligencia ‘Five Eyes’. Imagen: Web.

Informe del Departamento de Estado

Sin embargo, el documento no contiene información genuina, no presenta evidencia alguna sobre la teoría de que el virus se fugó del laboratorio en Wuhan, ni mucho menos que el dossier fuera extraído de los servicios de inteligencia de cinco países. La realidad es que el material fue escrito por el Departamento de Estado y no por la alianza de inteligencia ‘Five Eyes’

“Era un cronograma y un resumen del material disponible al público. Una fuente lo comparó con una lista de lectura o un documento de referencia”, indicó el portal británico. Luego, agregó que el documento no tiene información sobre quién fue el autor y tampoco contiene marcadores de clasificación.

The Guardian reveló que una fuente que leyó el documento de 15 páginas explicó que las menciones a la teoría de fuga del virus del laboratorio de Wuhan constituyen solo una pequeña parte del archivo, y no se incluye ningún hallazgo concluyente.

La Corporación Australiana de Radiodifusión informó que el documento original era un informe de investigación de antecedentes compilados y distribuido por el Departamento de Estado.

En tanto, el diario ABC de España informó que tiene el estado de un «documento no oficial» que sirve de informe para generar debates con gobiernos extranjeros.

Peter Jennings, director ejecutivo del Instituto de Política Estratégica de Australia y ex subsecretario de Estrategia del Departamento de Defensa, explicó que generalmente un «documento no oficial» no tiene «peso político».

“Parece muy claro que este no es un producto de inteligencia clasificado. Parece haber sido un resumen sobre el brote del virus. A menudo, estas cosas se compilan como listas de lectura para altos funcionarios”, subrayó.

Mientras que Allan Behm, jefe del programa de Asuntos Internacionales y de Seguridad del Instituto de Australia, apuntó que  “no le atribuiría ningún significado, ya que es solo una lista”.

 La crisis del coronavirus será determinante en la campaña electoral de Estados Unidos. Imagen: El Independiente.

Campaña «antichina» de Trump

El ex primer ministro australiano Kevin Rudd, crítico de larga data del imperio de Murdoch, afirmó que  «estas revelaciones deberían ser completamente humillantes para los medios de Murdoch, excepto que los medios de Murdoch no tienen vergüenza«.

Para Rudd, el daño ya está hecho y considera que el documento se filtró en Australia con la clara intención de que se replicara en medios estadounidenses, y para hacer creer que los investigadores australianos respaldan las afirmaciones de Trump, cuando la realidad es que «los funcionarios de inteligencia australianos no creen en absoluto” en el magnate.

Para el expremier australiano, la intención del “expediente bomba” no fue presionar a China para que ofreciera información sobre el origen del coronavirus, sino contribuir con la campaña de reelección de Trump.

El objetivo era servir de distracción a los fracasos de Mandatario y su mal manejo de la emergencia sanitaria causada por el COVID-19 en Estados Unidos, epicentro de la pandemia con más de 1,7 millones de casos positivos y más de 100 mil muertos.

«Si bien podría haber ayudado a Trump, la extralimitación del Daily Telegraph solo ha ayudado a los esfuerzos de China para librarse de las preguntas que realmente debe responder, incluido el papel de los mercados de animales, las fallas en el control temprano del virus y las negociaciones con la OMS», afirmó Rudd, citado por The Guardian.

El Mandatario republicano cada día tiene más difícil su camino a la relección. Mientras miles de norteamericanos se contagian diariamente de COVID-19 y millones pierden sus empleos, el ultraderechista solo busca la manera de responsabilizar a China para tapar su incompetencia.

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