¿Uribe a prisión? Expresidente deberá responder ante Corte Suprema por fraude y soborno

El expresidente colombiano puede ser llevado a juicio

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En septiembre de 2014, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), autor de numerosos y sonados casos de falsos positivos y con estrechos vínculos al narcoparamilitarismo desde la época de Pablo Escobar Gaviria, denunció al senador Iván Cepeda porque, según él, estaba manipulando testigos en su contra.


Casi tres años después, en febrero de 2017, la Sala Penal de la Corte Suprema cerró la investigación contra Cepeda y, en sentido contrario de lo que pretendía Uribe, consideró que había elementos suficientes para vincular al expresidente por una supuesta manipulación de testimonios para perjudicar a Cepeda.

Como respuesta, de acuerdo con el expediente, Uribe buscó acercarse a Juan Guillermo Monsalve para que se retractara de sus señalamientos. El 24 de julio de 2018, el entonces magistrado José Luis Barceló, de la Sala Penal, le abrió un proceso por las supuestas presiones a Monsalve, y por este motivo fue llevado ante la Corte Suprema de Colombia.

Desde entonces, los procesos vinculados a Uribe Vélez han estado ensombrecidos por la impunidad y por el retraso procesal. Pero, este martes 8 de octubre se dio un paso adelante en el proceso que realiza la Corte Suprema contra el expresidente.

Uribe llegó al máximo tribunal antes de las ocho de la mañana y salió después de las cinco de la tarde. Durante esas horas el actual senador del Centro Democrático, fue indagado sobre el referido caso y durante ese tiempo estuvo en compañía de su abogado, Jaime Granados.

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Al salir, Uribe no declaró a los medios y trató de no llamar la atención. Lo que había sucedido dentro de la sala era una sentencia clara del alto tribunal, que lo llamó para responder por los delitos de soborno y fraude procesal, y decidió de forma categórica que el extitular de la Casa de Nariño quedaba “formalmente vinculado al proceso”, es decir, el caso continúa.

Ahora, la Corte debe comenzará un proceso de recolección de pruebas para tomar una decisión sobre si archiva el caso o determina que sí hay suficientes elementos para llevar a juicio al expresidente.

Detalles del procedimiento contra Uribe

Luego de la llegada de Uribe, la primera sesión de la Corte duró cuatro horas seguidas, al mediodía hubo un receso de dos horas para almorzar y se reanudó sobre las dos de la tarde, cuando Uribe volvió a ingresar al Palacio de Justicia para dirigirse a la Sala Principal de la Corte Suprema.

Según los medios colombianos, el magistrado César Augusto Reyes Medina le hizo todas las preguntas que tenía elaboradas a Uribe en un despacho acondicionado en la sede de la Corte, en la Plaza de Bolívar.

Mientras, en las afueras manifestantes a favor y en contra se expresaban con consignas, gritos y coros. Los que estaban en contra le gritaban «asesino», «paraco», «narco», «terrorista». La tensión era visible en el ambiente, pero no trascendió de allí. Sin embargo, las reacciones en redes sociales fueron más directas y con más odio entre las partes.

Precisamente, en redes sociales uno que soltó su veneno fue el actual embajador del Gobierno de Iván Duque en Estados Unidos, Francisco Santos, quien dijo que la mañana del martes había amanecido “con dolor de patria” por el proceso que adelanta la Corte contra Uribe, instancia a la que criticó por ese proceso con mensajes que borró posteriormente.

A Uribe lo investigan por manipulación de testigos, lo que implica dos violaciones a la ley: soborno y fraude procesal. De acuerdo con el expediente, Uribe habría intentado presionar al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve para que se retractara de los señalamientos en los que lo vincula con el nacimiento de los grupos paramilitares en Antioquia.

Por su lado, Uribe asegura que siempre combatió esas bandas criminales y que fue su gobierno el que las desmovilizó, entre 2003 y 2006. Pero, justamente en ese periodo fue cuando salió el escándalo de los falsos positivos: civiles que eran asesinados por el Ejército y posteriormente identificados como supuestos paramilitares y/o guerrilleros, para justificar masacres que luego fueron descubiertas en fosas comunes.

Uribe también ha dicho que fue Monsalve quien lo buscó porque quería retractarse de “sus falsas acusaciones”, razón por la que asegura que es inocente.

Por ahora, no queda claro cómo seguirá el proceso, pues la Corte tiene tres opciones: 1.- archivar la investigación tras considerar que no hay elementos para acusar a Uribe; 2.- seguir adelante con el proceso y llevar a juicio al expresidente por uno o por los dos delitos, pero le permitirían defenderse en libertad; y 3.- seguir el proceso en su contra y ordenar su detención, la cual parece ser la menos probable.

Dentro de las pruebas que investiga la Corte Suprema, están una serie de audios que ponen en entredicho el accionar de Uribe y sus vínculos con los grupos irregulares y cómo se gestó una red para manipular y sobornar a los que participaron en el proceso contra el senador Cepeda.

Las claves del caso Uribe

El diario El País de Colombia realizó un resumen sobre el caso de Uribe Vélez por un supuesto caso de fraude procesal y soborno de testigos, pese a los graves señalamientos en su contra relacionados con ‘falsos positivos’ y otras denuncias por sus presuntos vínculos con el paramilitarismo.

Todo comenzó en 2012, cuando Uribe denunció por presunta manipulación de testigos al senador Iván Cepeda. El parlamentario preparaba entonces una denuncia en el Senado contra el expresidente por vínculos con el paramilitarismo, y para ello se entrevistó en cárceles con antiguos líderes de esos grupos armados desmovilizados en 2006 que cumplen condenas de prisión.

Acusación búmeran

Uribe acusó a Cepeda de haber manipulado a testigos para montar la acusación en su contra. Los testimonios fueron expuestos en dos debates parlamentarios, uno en 2012 y otro en 2014 que supusieron para el antiguo mandatario su hora más oscura en el Senado.

Sin embargo, en 2018 la Corte Suprema de Justicia no encontró méritos, cerró la acusación contra Cepeda y decidió iniciarla contra Uribe pues consideró que las pruebas eran suficientes para abrir una investigación formal.

La decisión del alto tribunal mencionaba que gracias a varias llamadas interceptadas quedó «al descubierto que Juan Guillermo Villegas Uribe», hombre cercano al expresidente y otras personas, «han intervenido testigos para involucrar al doctor Iván Cepeda en la conformación de un supuesto cartel de falsos testigos».

Un exparamilitar en el centro de la polémica

El antiguo paramilitar Juan Guillermo Monsalve, actualmente preso, es hijo de Óscar Monsalve, que fue administrador de la finca «Guacharacas», la hacienda familiar de los Uribe en el departamento de Antioquia.

Monsalve declaró a Cepeda que tanto Uribe como su hermano Santiago impulsaron en su finca la creación del Bloque Metro de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, y posteriormente se retractó.

Según afirmó, cambió su testimonio por presiones de Diego Cadena, un polémico abogado del exmandatario. La principal prueba de esa supuesta presión es una grabación que hizo el mismo Monsalve a Cadena en uno de sus encuentros.

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El abogado de los escándalos

Diego Cadena se dedicó a recorrer la cárceles del país en busca de testimonios en favor de Uribe, lo que según sus abogados principales no fue autorizado por el expresidente.

Además de la acusación de Monsalve, el también exparamilitar Carlos Enrique Vélez dijo a los magistrados que Cadena le había pagado para que testificara en el caso. Sin embargo, el abogado negó la acusación y dijo que solo le dio un dinero para atender a un familiar enfermo.

De un modo similar, la ex jefa política de las AUC, Eurídice Cortés, afirmó haber recibido dinero de Cadena para recorrer al país en busca de exparamilitares que respaldaran a Uribe.

Otro gran escándalo de Cadena estalló hace menos de dos semanas, cuando el periodista y director de noticias de Univisión, Daniel Coronell, publicó en su columna de la revista Semana una información según la cual la Corte Suprema y la Fiscalía tienen en su poder la grabación de una comprometedora llamada telefónica del abogado con su hermano Álvaro, referente a él.

En la grabación se escucha cómo le dice a su hermano que hay que «hacerle una fiesta» a Coronell, que «tiene un fetiche (…) con Uribe», por sus constantes denuncias sobre el expresidente.

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Iván Cepeda, de investigado a víctima

El senador Iván Cepeda, del partido Polo Democrático Alternativo, PDA, y encarnizado opositor de Uribe, le hizo pasar en 2014 la peor hora parlamentaria, lo que no ha servido hasta el momento para que sus denuncias por nexos del expresidente con el paramilitarismo prosperen.

Sus acusaciones, sin embargo, han llevado a Uribe a responder ante la Corte Suprema por la supuesta manipulación de testigos y fraude procesal, delitos por los que puede ser condenado a entre seis y ocho años de prisión.

Un caso sin precedentes

Esta es la primera ocasión en que un expresidente colombiano responde ante la justicia ordinaria en una indagatoria, pues aunque a los presidentes y expresidentes los juzga la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, el caso de Uribe, por ser senador, lo ve la Corte Suprema.

Tras prestar su testimonio, la Sala de Instrucción de la Corte decidirá la situación jurídica de Uribe, lo que puede tardar días o semanas.

Eso significa que después de reunir todos los testimonios y observar todas las pruebas, los magistrados tendrán que decidir si continúan investigando o si archivan el caso.

Además, si el caso sigue adelante, tendrán que decidir si es necesario decretar prisión preventiva.

paraco

Interceptaciones cuestionadas

La defensa de Uribe considera que todo es un montaje y cuestiona que la Corte se sirva de «grabaciones ilegales», puesto que la Fiscalía tuvo acceso a numerosas conversaciones de Uribe, supuestamente por equivocación cuando investigaban el caso de un excongresista.

La excusa presentada es que el número que querían interceptar lo tenían erróneamente registrado como el del excongresista Nilton Córdoba y por eso terminaron escuchando a Uribe, lo que hicieron de manera reiterada.

Pero los abogados del expresidente aseguran que se trató de una maniobra ilegal, porque los investigadores afirman que solo se dieron cuenta de que la persona interceptada era Uribe después de un mes escuchando sus conversaciones.

De allí extrajeron información para el proceso en su contra, pero la defensa argumenta que es imposible no reconocer de entrada la voz de Uribe y más si sus interlocutores le llaman «presidente».

Un país dividido

En medio de un ambiente político polarizado desde hace años, la figura del exmandatario es tal vez la que más odios y amores desata en Colombia.

Lo que está claro es que, independientemente de la decisión que tome la Corte, una parte de la opinión pública nacional quedará contenta y la otra descontenta.

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