Venezuela avanza en la protección del único oso autóctono suramericano que está en riesgo de extinción

Venezuela acaba de dar un paso importante en la preservación del hábitat del único oso autóctono suramericano, el Frontino o Jukumari, luego que las autoridades gubernamentales decretaran como Parque Nacional al «Ramal de Calderas», zona andina del país que ahora pasará a estar bajo protección del Estado

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Venezuela acaba de dar un paso importante en la preservación del hábitat del único oso autóctono suramericano, el Frontino o Jukumari, luego que las autoridades gubernamentales decretaran como Parque Nacional al «Ramal de Calderas», zona andina del país que ahora pasará a estar bajo protección del Estado.


El Parque Nacional Ramal de Calderas, que también lleva el nombre del beato venezolano José Gregorio Hernández, está ubicado entre los estados Trujillo, Barinas y Mérida, y es uno de los corredores ecológicos más importantes del país donde habita el ‘Tremarctos ornatus’, nombre científico por el que se conoce al oso de anteojos, una especie que se encuentra en estado vulnerable en Suramérica y en peligro de extinción en Venezuela.

El anuncio lo hizo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, este fin de semana, quien informó que esta zona se integrará a las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) junto a otros espacios de los estados Nueva Esparta, Sucre y Falcón. «A proteger todas las áreas y espacios naturales del país», dijo.

La Organización No Gubernamental Proyecto Oso Andino Guaramacal, fundada en 2016 en Boconó, estado Trujillo, por el ecologista Marcos Hidalgo, y que en junio pasado confirmó el hallazgo de dos cachorros jukumari junto a su madre, celebró la declaratoria del Ramal de Calderas como Parque Nacional y destacó —a través de un comunicado— que «representa un logro muy importante» obtenido por la lucha de distintos actores, que tienen como «objetivo fundamental la protección integral del territorio del Oso Andino», reseña RT.

En su publicación destacaron haber recibido la noticia «con mucha alegría y satisfacción», pues la zona en cuestión, que contempla «una superficie que supera los 500 kilómetros cuadrados», forma parte del «Área de Estudio» del proyecto. Además, felicitaron «a todos los científicos» y a las autoridades gubernamentales que se involucraron en el proceso para materializar el decreto.

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Venezuela protege la diversidad biológica

El Ramal de Calderas, que se ha convertido en el Parque Nacional número 44 de Venezuela, según destaca la ONG, «alberga territorios extensos y muy bien conservados de bosques nublados y páramos andinos, que aseguran la conectividad entre el Parque Nacional Guaramacal y el resto de la Cordillera de Mérida».

Además, este extenso territorio es una zona montañosa que supera los 2.000 metros de altitud y que posee una importante diversidad biológica, en la que viven al menos 14 osos que comparten su hábitat con otras 17 especies, entre mamíferos como pumas, coatíes, picures, lapas (en vulnerabilidad) y aves como el paují (en reducción).

«Si se conserva todo este territorio, también se estará asegurando un mejor porvenir para la región y su diversidad biológica», dice parte del comunicado de la ONG que tiene como primer objetivo sacar al jukumari del estado peligro de extinción y llevarlo, al menos, al estado de «vulnerable».

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Los integrantes de esta organización, que ejecutan continuas actividades para generar conciencia, también esperan que estas acciones concretas sirvan para acercar más a las personas a la conservación de esta especie única. En el mundo existen otros siete tipos de osos: Polar, Pardo, Negro americano, Panda, Bezudo, Malayo y Negro asiático.

El oso también es conocido en Suramérica como ‘el salvaje’, gran oso decorado u oso de anteojos, por su particulares rasgos en el rostro. Tiene presencia en la Cordillera de los Andes, en las montañas frías de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; y se habla de posibles avistamientos al norte de Argentina y en el Darién de Panamá.

Su mayor amenaza es el ser humano y la cacería furtiva, actividad que representa un revés para la conservación de este mítico animal. También afectan la expansión de la frontera agropecuaria y las actividades productivas sin regulación, que generan fragmentación de los territorios y pérdida de hábitat.

Es una especie solitaria que no representa peligro para los humanos y adapta su alimentación de acuerdo al lugar donde se encuentre. Tiene una estatura entre 1,30 y 1,90 metros, y puede pesar entre 80 y 125 kilos. Es de pelo áspero y de color uniforme, entre negro y café oscuro, tiene un hocico corto, de color café claro o blanco con manchas blanquecinas alrededor de los ojos y la nariz, marcas que bajan por el cuello hasta el pecho.

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