Nace el primer bebé de una paciente sobreviviente del cáncer

Una mujer que se volvió infértil por tratamiento contra el cáncer dio a luz después de que uno de sus óvulos inmaduros fue madurado, congelado y luego, cinco años después, descongelado y fertilizado.

La cuestión de la Preservación de la Fertilidad (PF) en pacientes jóvenes con cáncer se ha convertido en un problema importante para la ciencia, aunque los avances en materia oncológica son alentadores.

Recientemente, una mujer que se volvió infértil por tratamiento contra el cáncer dio a luz después de que uno de sus óvulos inmaduros fue madurado, congelado y luego,  cinco años después,  descongelado y fertilizado.

Se trata del bebé de una mujer francesa nulligravida de 34 años que había sido diagnosticada con carcinoma ductal invasivo izquierdo de grado III, que posteriormente fue tratada con quimioterapia para el cáncer de mama.

Antes de comenzar el tratamiento, los médicos extrajeron siete óvulos inmaduros de sus ovarios y utilizaron una técnica llamada maduración in vitro (MIV) para permitir que los óvulos se desarrollen más en el laboratorio.

Lo novedoso de este tratamiento es que hasta ahora no ha habido embarazos exitosos en pacientes con cáncer con óvulos que se hayan sometido a MIV y congelación.

La mujer es de nacionalidad francesa, de 34 años de edad, y había sido diagnosticada con carcinoma ductal invasivo izquierdo de grado III, que posteriormente fue tratada con quimioterapia para el cáncer de mama.

Opciones y alternativas

La PF en pacientes con cáncer y la vitrificación de ovocitos fertilizados o no fertilizados recuperados después de la estimulación ovárica controlada antes de la terapia contra el cáncer representa actualmente el método más establecido y eficiente para preservar la fertilidad femenina.

Los expertos explican que cuando la estimulación ovárica no es factible o está contraindicada, la criopreservación de tejido ovárico o la vitrificación de ovocitos / embriones después de la maduración in vitro (MIV) de los ovocitos recuperados de pequeños folículos antrales pueden constituir opciones alternativas.

Michael Grynberg, jefe del Departamento de Medicina Reproductiva y Preservación de la Fertilidad en el Hospital Universitario Antoine Beclere, cerca de París, recordó haberse enterado del caso de la paciente cuando ésta tenía 29 años.

«Le ofrecí la opción de congelar los óvulos después de la MIV y también congelar el tejido ovárico», dijo.

Contó que la paciente rechazó la segunda opción por ser demasiado invasiva solo unos días después del diagnóstico de cáncer, esto debido a que el uso de hormonas para estimular los ovarios para que maduren los óvulos hubiera tomado demasiado tiempo y podría haber empeorado su cáncer, dejando la recuperación de los óvulos inmaduros y la congelación como la mejor opción.

Cuando la paciente se realizó la ecografía, había 17 sacos pequeños llenos de líquido que contenían óvulos inmaduros en sus ovarios.

«La técnica de preservación mediante congelación sin estimulación (hormonal) funciona menos bien, pero en este caso realmente no teníamos otra opción», dijo Grynberg a la AFP.

Este es un paso positivo muy bienvenido. Este avance es particularmente importante para los pacientes con cáncer, pero también es un paso hacia una fertilización in vitro (FIV) más fácil y menos invasiva.

No hay quinto malo

Después de cinco años, la paciente se recuperó del cáncer de mama, pero no pudo concebir de forma natural, ya que la quimioterapia la había vuelto infértil.

Los científicos explican que después de los 40 años, alrededor del 40 por ciento de las pacientes con cáncer de seno hacen la transición a la menopausia debido a su tratamiento. A los 30 años, la tasa es del 15 al 20 por ciento.

Sin embargo, en el caso de la paciente francesa, seis de los huevos que habían sido congelados cinco años antes sobrevivieron al proceso de descongelación, y cinco fueron fertilizados con éxito. Uno de estos óvulos fertilizados fue transferido al útero de la paciente, y ella dio a luz a un bebé sano, llamado Jules, el 6 de julio de 2019.

Los médicos involucrados en esta hazaña  confían en que si se puede mejorar el método  se podría lograr que las mujeres en esta situación tengan hijos.

“Este es un paso positivo muy bienvenido. Este avance es particularmente importante para los pacientes con cáncer, pero también es un paso hacia una fertilización in vitro (FIV) más fácil y menos invasiva», dijo Richard Anderson, jefe de obstetricia y ginecología del Centro de Salud Reproductiva del MRC de la Universidad de Edimburgo.

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