Una de las frases más conocidas por todas las generaciones es: «Los chicos amables siempre terminan de último», pues hoy en día las mujeres prefieren a un hombre «malo».
Sin embargo, lo cierto es que se ha demostrado que este tipo de actividades hace que los hombres se vuelvan más deseables para las mujeres.
“Tanto hombres como mujeres se sienten atraídos por lo que es culturalmente atractivo. Nuestros deseos sexuales se encuentran moldeados por las sociedades en las cuales crecemos. No todas las sociedades en el mundo consideran los besos, el sexo oral o cualquier número de prácticas sexuales como algo deseable. Si nuestros deseos sexuales fueran algo biológico, ¿entonces no tendrían que ser las mujeres con hombros y caderas amplias la más deseadas?”.
Asimismo, se indica que también se debe tener en cuenta otros factores, como la inteligencia, el atractivo físico o la situación económica.