Manifestaciones en Francia contra la destrucción del modelo social

Movimientos comunitarios y la clase trabajadora francesa manifestaron contra el presidente Emmanuel Macron, por su pretensión de echar para atrás el modelo social que beneficia a las mayorías, en pro de una austeridad para equilibrar las cuentas públicas.

La intención del Presidente de imponer reformas neoliberales chocó con la determinación de la población para defender sus reivindicaciones que los moderados llaman Estado de bienestar.

Las principales ciudades francesas han sido de nuevo escenario de manifestaciones, entre ellas París (capital), para denunciar el desmantelamiento por parte del Gobierno del llamado modelo social francés que garantiza a todos los ciudadanos un nivel de bienestar que hoy está desapareciendo.

Trabajadores del sector público y privado acompañan a los estudiantes, pensionistas y desempleados. Hombres y mujeres que salieron a la calle son contrarios a la política de Macron, denunciando que este último busca negar la democracia social y la negociación. Tampoco aceptan la reducción del servicio público ni la reducción de los derechos colectivos en una Francia que se empobrece.

Hombres y mujeres salieron a la calle porque Francia se empobrece

La sociedad francesa vive la subida de las desigualdades desde 2017, cuando los grandes grupos de la Bolsa francesa repartieron entre sus accionistas 44 mil millones de euros de dividendos. La creación de empleo está estancada, las ayudas sociales reducidas, como también las libertades individuales, al mismo tiempo que aumenta la represión contra inmigrantes y movimientos sociales.

La confianza de los franceses en la situación económica de su país se ha deteriorado, alcanzando en junio su nivel más bajo desde agosto de 2016. De la misma manera que el Instituto Nacional de Estadística constata que son cada vez más los franceses que afirman que su nivel de vida ha bajado.

Además, denuncian que, en un año del gobierno de Macron, se ha producido un empobrecimiento de la población, una grave reducción de los servicios públicos y un recorte en los derechos colectivos.