El tatuaje se define como una modificación en el color de la piel en la que se crea un dibujo, una figura o texto con tinta. Para algunos, un tatuaje representa más que solo un diseño en tinta sobre piel; para muchos significa un logro, un signo de madurez y hasta un separador en lo que sería un capítulo en la vida. La representación puede ser una ventana al pasado del portador, un símbolo de inspiración e incluso como en la antigüedad, un tributo.
Lo interesante de los tatuajes es el momento en que comienzas a conocer a las personas que los llevan. Nunca es resultado de una experiencia inolvidable, ya sea en por un impulso en la playa o por reflexión en el duelo, es una exteriorización de la identidad. De niño no podía hacerlo, hoy que ya no lo soy, soy capaz de decidir sobre mi cuerpo.
Si alguna vez te preguntaste cómo se vería aquella frase sobre tu cuerpo cuando pasen los años, en Cultura Colectiva te presentamos 12 casos de personas como tú, que se atrevieron a recordar y homenajear su pasado.
1) Podrías ser un abuelo fuera de lo común.
2) O quizás una abuela.
3) A lo mejor te has preguntando si es posible verte formal de nuevo.
4) Siempre estarán contigo y es porque así tú lo decides. Es para ti una forma de vida.
5) No será rápido, como ahora, explicar cuál es el significado que te llevó a plasmar cada uno de ellos. Valdrá la pena.
6) Quizás lleguen a ser una carga en el futuro, algo que contrario a lo usual, no deseas recordar.
7) Obviamente ya no tendrás 18, aunque te diste el gusto de creerlo.
8) Llevas contigo el significado de “para siempre”.
9) ¿Se podrán ver igual que ahora?
10) Tu cuerpo será un lienzo de los hechos que cambiaron la historia o la tuya.
11) Fue tu reclamo de identidad y sólo por eso, valió la pena.
12) Si tienes suerte, encontrarás a una persona igual de apasionada que tú. Su cuerpo será el libro con historias a contar.